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Embarazo y la sexualidad

viernes, 27 de agosto de 2010
Para muchos el sexo durante el embarazo es algo innombrable pero hoy en día se sabe que el acto sexual durante la gestación es sano y saludable y sobre todo durante el último mes de embarazo, permite a la mamá tener un parto más fácil ya que estimula y ejercita los músculos uterinos.

Mujeres activas sexualmente durante el embarazo tienen partos más fáciles

Hay mucho mitos equivocados; que duele el coito y lastima al feto. Si hay antecedentes o riesgo de aborto, sangrado, cólicos o perdida de líquido amniótico, placenta previa, problemas con el cuello uterino, no es recomendable, si el embarazo es de alto riesgo, se debe tener más cuidado y será el ginecólogo quién lo considere recomendable o no, evitar el coito durante todo o parte del embarazo.

Él liquido amniótico sirve de “airbag” para el feto y no causa rotura de las membranas ni es perjudicial además de las mujeres que gozan de gran actividad sexual tienen bebés más felices. El orgasmo produce una liberación de endorfinas, que van del cordón umbilical hasta el feto, dándole sensación de placer.

Pre-Mamá multiorgásmica

Los tres primeros meses de la gestacional la mitad de las embarazadas sufren un descenso de su apetito sexual, debido a los cambios físicos y hormonales que experimentan, las náuseas, mareos o fatigas no ayudan mucho a sentirse erótica. Pero todo depende de cada mujer, ya que según te adaptes al nuevo estado así será como te guíe tu mente. Estar “preñada” no es una enfermedad, si lo ves así, tal cual te sentirás, si lo ves como un “estado de gracia” te hallarás de lo más alegre. A partir del cuarto mes donde todo se recoloca, y se habitúan las hormonas, aquí se suele disparar la libido, hasta el sexto o séptimo mes, hay más actividad sexual y mayor excitación, lubricando mucho más aumentando así el multiorgasmo. Del sexto mes en adelante, se puede continuar aunque si añadimos la incomodidad del “bombo” puede impedir ejecutar con tranquilidad ciertas posturas, pero sin duda el orgasmo en estos últimos meses es muy beneficioso para la premamá y su bebé.

Posturas de Mami-Sutra

Algunas de las posturas más recomendables son: De lado, la hembra se tumba de lado y el macho detrás de ella, así no hay presión sobre el abdomen y, además, él puede acariciarle la tripa. Cara a cara: la dama se coloca encima del cabellero, como sentada y el totalmente en horizontal y así puede controlar la profundidad de la penetración. Boca arriba: mujer boca arriba y el hombre la penetra de lado, colocándose bajo las piernas de ella. Para preñadas de cuatro meses o menos, ya que a partir del quinto mes el peso del útero podría oprimir.

Sentados: en una silla, el futuro papá se sienta abajo y ella sobre él, con las piernas abiertas, se introduce el pene. Si el embarazo está muy avanzado, la futura mamá puede sentarse de espaldas a él.

Cuatro patas: para durante los dos primeros trimestres de embarazo, colocando almohadones bajo el vientre para que no se vea obligada a hacer tanto esfuerzo.

El movimiento brusco y la penetración profunda no son adecuados, con excitar lo más exterior de la vagina, es suficiente, ya que es la parte más sensible del órgano femenino. En cambio, la presión que se genere en el útero es negativa porque podría afectar al bebé. Un buen amante disfrutará más con el roce que con la profundidad. Las relaciones anales, no son adecuadas, ni los maratones sexuales ya que pueden causar orgasmos consecutivos que pueden incrementar el riesgo de sufrir calambres uterinos por la contracción vaginal.

Y ¿después que?

Se puede compartir el deseo con; besos, caricias, masajes, o sexo oral (sin soplar aire en la vagina, que puede causar una embolia)

Una mujer que disfruta del sexo antes de quedarse embarazada tiene todas las papeletas del mundo para poder seguir gozando durante el embarazo, siempre y cuando esté cómoda y también después. Cuando ya nace el bebe, entre los nervios de la adaptación, la novedad, los biberones, pañales, llantos nocturnos y el nuevo sentimiento se pierden muchas necesidades sexuales, de ahí esas merecidas vacaciones de cuarenta días, que necesita el organismo de la mujer para habituarse pero se sabe que casi todas las parejas hasta pasar bastantes meses no reanudan la vida sexual, incluso un año, así que ¡aprovechar durante el embarazo que luego todo cambia!.
Castro Liz, Ana
Castro Liz, Ana


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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