Bisexualidad
Castro Liz, Ana - viernes, 23 de julio de 2010
Siempre buscamos definirnos en la vida y en el sexo mucho más. Sobre la bisexualidad sabemos que es la atracción sexual hacia personas de ambos sexos. En la tradición occidental, desde la antigua Grecia ya eran conocidas estas relaciones y eran practicadas por los reyes o gobernadores. Pero solo se ha estudiado con seriedad desde la segunda mitad del siglo XX y todavía hoy en día no hay acuerdo sobre su verdadera naturaleza, si es un factor genético, hereditario, biológico o puramente social y aprendido.
Es la ambigüedad donde la homosexualidad y heterosexualidad quedan anuladas.
La biofobia es un neologismo que se refiere al rechazo hacia las personas bisexuales. Se les suele exigir por parte de su familia o de su pareja que se definan sexualmente, por lo que muchas veces terminan rechazándoles. También se cree que son muy promiscuos provocando las distintas ITS. Y eso no tiene porque ser del todo cierto.
Los caballitos de mar son hermafroditas y tienen dos sexos, no es lo mismo que ser bisexual, en las personas se llamaría andrógino. Más que fijarse en el género lo que importa es la belleza interior y la personalidad ya que ser bisexual significa sentirse atraído por cada sexo de un modo diferente, pero el principio básico es que se puede amar a cualquiera tanto a hombres como mujeres. Tal vez descubren con los años y la experiencia que les atrae un sexo más que el otro. Esta capacidad de amar puede incluir la atracción física, sexual y emocional. Ser bisexual no define el estilo de vida y pueden ser monógamos o polígamos como cualquier otro heterosexual, lesbiana o gay. Es la forma de amar más completa que puede existir y son unos grandes afortunados ya que su abanico de posibilidades es mucho más amplio a la hora de ligar.
¿Es necesario definirse como bisexual?
La sociedad nos enseña que sólo podemos ser heterosexuales y sino, debemos salir del armario a toda costa y explicar que somos homosexuales. También se piensa que la bisexualidad es una fase temporal, donde hay confusión inicial y que pasado el tiempo se sabrá escoger si uno u otro sexo. La presión ejercida para definirse puede ser peligrosa, no hay que probar a toda costa para asegurarse con quién se va. Muchos bisexuales tienen relaciones sexuales con personas de un solo sexo o no las tienen con nadie, y aún así se consideran bisexuales. ¿Alguno tuvo que esperar a tener su primera experiencia sexual para atestiguar si era hetero o homosexual? ¿A que no? Pues ellos tampoco.
Nadie debe sentirte presionado a identificarse a toda costa como bisexual. Te definas como sea, eres persona y un ser humano. Amar no es antinatural siempre y cuando ambas partes estén totalmente de acuerdo en lo que van a tratar. El echo de que no se encuentre apoyo no quiere decir que sea algo malo lo que estés haciendo, ser valiente y arriesgado con las propias convicciones es una gran cualidad. A veces por vergüenza o rechazo muchos lo ocultan y aquí las drogas, el alcohol o el suicidio parecen soluciones para evadirse de situaciones que se hacen insoportables. Esto no es la salida correcta ya que uno mismo debe aprender a gustarse tal y como es, solo debemos ser y dejar fluir nuestra verdadera personalidad, sino nos aceptamos como somos difícilmente nos podrán aceptar los demás.
Es asombroso que a muchos les incomoden ciertas demostraciones afectivas publicas por parte de homosexuales y que los actos violentos transmitidos diariamente por los medios de comunicación no sean censurados.

Castro Liz, Ana
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