Conversaciones con la Vagina

El vaginismo produce un bloqueo en los músculos de la vagina imposibilitando la penetración.
El vaginismo es la incapacidad de obtener una penetración debido a un miedo incontrolable, casi como si fuera una fobia, se excluyen las malformaciones vulvo-vaginales para que sea posible el coito. Generalmente existe desde la primera tentativa de relación sexual. Aún así es la disfunción sexual que mejor se soluciona. Lo que sucede es que la mujer con vaginismo se acostumbra a evitar la penetración y se conforma con una sexualidad llena de caricias y sexo oral o petting. Por lo que suelen tardar en solventarlo muchas veces hasta que no desean tener hijos, que es necesario que el pene entre en la vagina.
Cuando una mujer con vaginismo va al ginecólogo, su comportamiento es bastante característico ya que imposibilita la exploración y se pone muy nerviosa. El miedo es reflejo ya que el temor a que le introduzcan instrumental es desmesurado. Se debe dar confianza y paciencia. Contraerá involuntariamente los músculos que rodean la vagina y se bloqueará, muchas veces realmente no es lo que le gustaría pero no puede controlarlo.

CAUSAS PSICOLÓGICAS:
En una educación muy represora, llena de prohibiciones y comentarios tabúes durante la niñez pueden cargar en exceso de sentimientos de culpabilidad innecesarios al sentir placer.
Sufrir pedofilia por parte de algún familiar o cercano donde se hayan intentado las primeras relaciones sexuales traumatizantes, con caricias incestuosas.
Miedo al rechazo que puede surgir en las primeras experiencias sexuales, no conociendo el propio cuerpo ni ajeno, temiendo el dolor o un embarazo. Tener demasiado presentes ciertos mitos sobre la virginidad, como el de la ruptura del himen y la sangre, cuando en las primeras relaciones no tiene por qué haber ni sangre ni dolor. El dolor dependerá de la lubricación que posea y de lo que se trabaje el chico el hacerte sentir bien, si estás bien lubricada no habrá dolor.

CAUSAS ORGÁNICAS:
Algún problema en la entrada de la vagina como consecuencia de un parto, aborto, violación...
Insuficiencia hormonal originada por falta de estrógenos, como en la menopausia.
Una infección de transmisión sexual (ITS) que produzca inflamación, picor u otro problema que haga que el contacto sexual resulte imposible.
La existencia de algún tumor.

Quiere a tu vagina como a ti misma
Es necesario comprender por lo que pasa una mujer cuando tiene este tipo de problema, muchas no pueden ni usar tampones. Sí tiene pareja, es importante la colaboración con él en resolver esta situación. Cuando llevan tiempo con la misma persona, ésta se conforma con caricias y una sexualidad externa sin penetración, pero a veces ésto con los años se complica y puede ocasionar un problema por el que terminen separándose.
Una solución para resolverlo es someterse a un tratamiento psicoterapéutico que se centrará en descubrir el origen del miedo, entenderlo para hacerle frente, para luego conocer el propio cuerpo y la anatomía sexual del hombre. Los siguientes pasos serán: primero aceptarse y desearse, no ver la vagina como un enemigo y probar con la masturbación y dilatación obteniendo como resultado el placer sin más, luego introduciendo vibradores, para más adelante compartir con la pareja los avances y así ir poco a poco consiguiendo más confianza hasta llegar a la verdadera penetración sexual.
Algunas que son muy organizadas necesitarán marcarse un plan específico de actuación de frecuencia para poder superar el vaginismo. No es bueno forzar cuando hacerlo con una misma o con la pareja con el fin de superar el problema. Nada malo va a suceder aunque tu vagina no colabore contigo cada vez que se lo pidas, porque la vas a entender, respetar y no harás nada que le incomode. Debe ser todo con un fin natural y positivo. Haz que se sienta bien y con humor alíate a ella.
Superar la aprensión a la penetración con dolor es el objetivo. Tanto estés sola o con pareja se puede resolver debes confiar en ti misma y concederte el privilegio de obtener placer.