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No les tires perlas a los cerdos

Castro Liz, Ana - lunes, 14 de junio de 2010
Para muchas es difícil encontrar pareja porque no saben que quieren los hombres, nadie mejor que nosotras para buscar miles de causas cuando alguien, te gusta, y él no se lanza a nada más. Darse la opción de conocerse no significa comprometerse en un matrimonio de por vida, la libertad no se pierde de esa manera. De que sirve hacer un referéndum a las amistades para averiguar que le puede suceder a ese santo varón para que no dé señales de vida. Puede pasar lo mismo al contrario, los hombres y las mujeres somos iguales. Nadie es mejor que el otro y el echo de ser mujer no significa que seas débil o él quien deba tomar la iniciativa. Dependerá de la personalidad de ambos y las expectativas frente a una relación. Muchas se apenan después de una noche de pasión, lo que no debería de haber hecho si se han precipitado frente a una aventura y eso hizo que él se desvaneciese. Esto es un gran error, si a un chico le importas, le importarás de cualquier manera y se interesará demostrándotelo, no desapareciendo. Cuando alguien se encuentra en una situación así, le digo: “no tires perlas a los cerdos”, ya que ellos solo comen bellotas, para valorar una joya debe hacerlo un entendido. Si un chico tiene miedo u otra en su cabeza, es su problema, si teme el compromiso o le resultas demasiado “madura”, no es tu hombre. La hembra que sacrifica su tiempo y lagrimas sufre en vano por quién no merece la pena. Cada uno debe darse el valor que se merece, como ser humano y como persona, seas del genero que seas. Todos sentimos, ya que nadie se aprovecha más que otro.

Como debe UNA amarse así misma
La mujer que se ama a sí misma tiene el poder y el control sobre su vida. Saber resurgir de cualquier circunstancia y saber elegir bien con quién estar. No es lo mismo Querer que Necesitar. Lucía Echevarria en su libro 'Ya no sufro por amor'; ayuda a identificar perfectamente los arquetipos que marcan para ser esclavos del amor y porque se busca el mismo patrón “cabrón” en todas las relaciones y como dejar de ser dependientes emocionales. Quién no te valora, no te merece, así que los pasos a seguir para amarse a una misma son:
- Quién es segura de sí misma, es aquella que admite sin temor sus propias inseguridades, no tiene nada que demostrar con esfuerzo y es totalmente natural.
- Tu mundo y tu vida son tuyos, no lo cedas al primero que aparece, ni por mucho que té de él primer día.
- Respétate, cuídate y mímate. Si tú lo haces con amor para ti querrás que los demás también te lo demuestren.
- Para no sentir vacíos, llena tus necesidades desde dentro de ti, no esperes que alguien externo va a completar algo tuyo.
Alguien así resulta más sexy y más atractiva para los ojos de los demás, ya que despiden una energía especial. Nadie debe estar a la sombra de nadie en una relación, sino apoyarse, aportarse y complementarse mutuamente. Solo quién posea esos valores se fijará en alguien así, quién no las tenga, huirá despavorido.

¿Qué busca un hombre en una mujer
Un hombre maduro y adulto en toda la extensión de la palabra, lo que realmente desea encontrar en una mujer es:
-Una mujer inteligentemente atractiva, que se cuide y que se sienta orgullosa de sí misma. Una amiga, una confidente, emocionalmente madura, afectuosa, tierna y sexy. Y que lo cuide sin que sea como una madre para él, con cariño y atenciones.
- Respeto mutuo, donde no existan manipulaciones ni chantajes con el sexo. La pareja no es un hijo, ni un subordinado. Con sinceridad y honestidad utilizando un tono correcto y las palabras adecuadas saber rebatir y criticar cualquier cosa. La forma en la que se dicen las cosas marca la diferencia. 
- Confianza mutua que es fundamental. Respetar el espacio y tener libertad que no es lo mismo que ser liberal. Ser lo suficientemente independiente como para tener una vida propia, sentirse realizado y vivir por sí mismo.
- Satisfacción sexual. Los hombres quieren una mujer activa, liberada de prejuicios y que sepa manifestar y comunicarse en la intimidad de las cuatro paredes del dormitorio.
Castro Liz, Ana
Castro Liz, Ana


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


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