Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

In Memoriam

viernes, 14 de mayo de 2010
A finales de febrero pasado, antes de iniciar una prolongada estancia fuera de aquí, fui a visitar a mi viejo -somos ambos viejos- amigo Paco Gómez, encamado en vísperas de una intervención quirúrgica destinada a “descubrir” un secreto a voces: un cáncer de páncreas.
Hicimos una mañana alegre, jovial? Y grata. Su ánimo era bueno.
Paco: desde fuera te seguiré para venir a celebrar tu 80 cumpleaños.
Las noticias fueron, cada vez más, inundándonos de pesimismo y, siempre sin saber quién va a ser el que se va o lo llevan primero, tenía arbitrado todo para acompañar al amigo a su último viaje.

Concluida mi estancia fuera, regresé el martes noche y, más o menos a la hora que llegaba a mi temporal mansión, Paco se subía al tren de su particular eternidad.
Llego ahora mismo de asistir a sus exequias. Y, por imperativos mundanos no puedo acudir a despedirlo a su definitiva mansión cabe al añorado, hace ya un año, Tiovi.

He tenido el placer de oír a algún jerarca de la Compañía a que Paco pertenecía por qué se han emocionado ante la ausencia de un amigo. Un buen amigo, un gran amigo, desde hace más de treinta años.

Decía hace poco un eminente jesuita, el Profesor García de Cortázar que la Compañía de Jesús le había enseñado a vivir ligero de equipaje. A Paco, Granjero mayor de la Compañía donde hubiese que estar, le llama un día su Superior de turno y le dice: Paco, mañana te esperan en Alcalá. Y al día siguiente allí llegó, hace, pues eso, cerca de treinta años, vivió, curró -eso si que fue productividad- y murió.

Y todo ello, obedeciendo, agradeciendo, ayudando, ofreciendo, dando, entregando, ¡Dios!, y ¿pidiendo? Pues no creo que nunca haya pedido otra cosa que a Dios rogando y con el mazo dando.

Yo creo que si un día se le preguntase: ¿Quién es Ud.? A lo mejor diría: Nadie. Y, ¿qué es Ud.?: Nada. Y ¿quiere Ud. algo? No. Entonces, ¿qué le gustaría ser a Ud.? Lo que soy. La Compañía de Jesús me lo ha dado todo; lo que fui y soy se lo debo a ella. En ella he sido feliz y sin ella no hubiese sido nada ni nadie. Se ha ido. En silencio como había hecho todo en su vida. Hasta para morir ha quedado bien. Paco ¡hasta cualquier momento!

Yo he quedado triste porque era mi amigo. Pero reconfortado porque, en su memoria he visto emocionarse a algún buen jesuita, cosa no fácil.

Paco: de eterna memoria. Descansa en la paz en que viviste.
Goás Chao, Domingo
Goás Chao, Domingo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES