Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Defender Galicia

viernes, 17 de mayo de 2002
Galicia se ha sublevado. Con su presidente al frente. Y exige, a través del Parlamento, la reforma del Senado y un mayor poder y presencia en los órganos de decisión de la Unión Europea. Dos cuestiones de extraordinario calado que encuentran el rechazo en los responsables nacionales del Partido Popular y en los miembros del Gobierno del Estado.

Sólo unas semanas después de que el Congreso del PP rechazase gran parte de las propuestas de su representación gallega, Manuel Fraga ha vuelto a la carga. En realidad nunca cesó en su empeño de lograr para Galicia, y para otras comunidades autónomas, unas cuotas de gobernabilidad que, en su opinión, le corresponden. Y todos sabemos que Fraga cuando tiene el convencimiento de que algo debe de llevarse a cabo, no ceja en el empeño hasta lograrlo.

José María Aznar ha apelado al “riesgo innecesario” para negar una reforma constitucional. Lo ha hecho, curiosa y torpemente, ante uno de los padres del texto de la Carta Magna, como es Manuel Fraga, además presidente de honor de su partido. Pero le ha valido de muy poco. El presidente gallego, fiel, como siempre, a su forma de entender la vida, mantiene su postura inalterable. No es por tanto arriesgado hablar de disensiones en el seno del partido conservador, a propósito de un asunto de vital importancia para la definitiva construcción de la España de las autonomías y de la Unión Europea.

Destacados dirigentes nacionales del PP no salen de su asombro ante la insistencia reivindicativa del presidente gallego. No lo conocen lo suficiente. Si así fuese sabrían que sus propuestas van siempre precedidas de su más absoluta defensa a la unidad de España y lealtad a la disciplina de partido. Sabrían, sin duda, que Manuel Fraga no se mueve por impulsos. Porque ¿hay algo más razonable que pedir que el Senado se convierta realmente en una cámara de representación autonómica? ¿Hay algo más sensato que exigir estar presente en aquellos foros en los que se decide cuestiones que son de tu competencia?

Quizás la distancia entre Santiago y Madrid sea mayor de la que establecen los mapas de carretera. Mucho mayor. Porque, pese a la afinidad ideológica, al respeto que se le profesa al presidente gallego y a su dilatada experiencia política, no se quiere entender que lo único que pretende es luchar por Galicia. Y eso, parece no está bien visto por quienes sólo aceptan el pensamiento único.
Sánchez Pombo, Ernesto
Sánchez Pombo, Ernesto


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICACIONES