El escultor Juan Vila Castro

En el panorama escultórico lucense, desde hace ya bastante tiempo a esta parte viene pisando fuerte Xoán Vila, hombre sencillo, ameno, amigo de los amigos y lo que se diría una gran persona; de esos amigos que muchas veces soportan la pesadez de algún artista de pacotilla o de algún filosofo pasado de rosca.

Xoán Vila, en ésta exposición ha demostrado talento, creatividad y formación. En sus tallas An-gelocho, Personaxe I, Personaxe II, mascarón o incluso en una tabla con escena de pajarillos, de-muestra una buena formación en la talla, es decir que si quiere sabe perfeccionar y dar magnifica forma a la materia que termina siendo una obra de arte. Entiendo que ello, es fundamental, para cualquier creador de arte, sea pintor, escultor, grabador. En la pintura se ve a simple vista, quienes tienen formación académica y quienes son autodidactas, aunque tantos unos como los otros sean buenos, o regulares. En la talla pasa lo mismo se nota, muy bien el que sabe hacer las cosas y los que se dedican a dar hachazos a unos maderos.

A pesar de que las comparaciones suelen ser odiosas, o por lo menos eso se dice, en lo clásico me veo obligado a comentar la obra de Xoán y compararla con la las magnificas obras clásicas del es-cultor Víctor Corral, ya plenamente consagrado. En la creatividad le veo tendencia propia, no sin antes tomar alguna referencia de obras pintoricas, quizás del Greco, o incluso alguna coincidencia de rasgos con pintores locales, caso de Corredoira. Claro ésta, no es lo mismo, unos son pintores y el comentado es ya un magnifico escultor.
En la nueva creación, le admiro muchos de sus trabajos, todos buenos, o para mí muy buenos co-mo son Reclamo de Amizade, o Saco da Felicidade. Algunos con más fuerza comunicativa que otros, lo que conforma un mundo creativo que juega con lo real y con la creatividad, teniendo como materia básica la madera.

Si me es permitido un simple consejo, me gustaría, si aún no lo hizo, que se atreva a conjugar en una misma escultura la piedra, el metal y la madera, serían la combinación perfecta para hacer una talla religiosa, lo más realista posible; góticos o barrocos, creo que ahí éste escultor tendría la gran oportunidad de mostrar mas aún sus dotes perfeccionistas y lo que es capaz de hacer en la reali-dad. No olvidemos que universales artistas como lo han sido Dalí, Picaso, Miró, en sus primeras etapas sorprendieron a críticos y aficionados con la perfección de sus obras. Luego nos mostraron su talento creativo, sus tendencias y hasta donde eran capaces de llegar, ello, ha sido la magnifica simbiosis de lo clásico y lo creativo.

Deseo al artista, y en mí caso particular al amigo, muchos éxitos, tanto en lo artístico y también en lo personal, ello, bien merecido lo tiene.