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Quisicosas (X)

jueves, 04 de marzo de 2010
Vuelta a los orígenes

Cuando llegué a Madrid procedente de mi tierra gallega el año 1952 fui a residir a una modesta habitación de una pensión en la calle de Carranza, cabe la Glorieta de Bilbao.
Hoy, al final de mi carrera profesional, por circunstancias no buscadas, llevo ya unos cuantos años con mi despacho en la calle de Alberto Aguilera a no más de 300 metros de mi primer alojamiento.
Por rara coincidencia del azar, la vida me acerca también en su declinar a mi tierra natal. Tal circunstancia, aunque no se produce por causas demasiado gratas, me otorga la satisfacción inmensa de revivir circunstancias, convivir con queridos parientes y amigos y, ¡cómo no!, seguir sintiéndome tan universal como siempre.
Y entre las múltiples y variadas cuestiones que me encuentro al llegar, figura lo que en el fondo es, en mi opinión, una banalidad más con las que nos entretienen los políticos a menudo.
Al parecer, la Diputada Doña Rosa Díez, le espetó a su correligionario que no copartidario, la sandez “pareces gallego en el sentido mas peyorativo del término”.
Yo no supe nunca que ser gallego -un honor y un orgullo- podría tener algún sentido peyorativo. Pero la prensa gallega estos días, está encorajinada y embravecida con la “caudilla socialista” de UPD o algo así. Yo entiendo que se le está dando mucha cancha a una salida de pie de banco de la diputada única.
Si la señora Díaz, o Díez que a mí me da igual, hubiese dicho, según manifestaciones al uso: por ejemplo: “pareces gallego porque no sabemos si subes o bajas” o “si vas o vienes” o “no me contestes con otra pregunta”, creo que nadie hubiese dedicado a la diputada, el menor comentario. Pero aludió al sentido “más peyorativo” de ser gallego lo cual induce a pensar que la desafortunada Sra. estaba pensando en aquella no menos desafortunada acepción que el término gallego en algún país caribeño nos identificaba como tontos, lelos o bobalicones el diccionario de la RAE.
Desaparecida la acepción bastaría con olvidarse del tema, ante la ignorancia palmaria de la diputada, pues si hubiese visitado a los países hispanohablantes del Cono Sur, sabría que el término “gallego” era identificativo de español, por cierto, nada peyorativo.
Pero como las cosas hay que tomarlas de quien vienen, a modo de simple recordatorio, sería posiblemente aconsejable efectuarle a la diputada las siguientes consideraciones, entre otras:
1)Supuesto – difícilmente discutible visto su apellido que Ud. no sea “maqueta”, y no tuvo pudor en cogobernar con el PNV no hace muchos años, como consejera de un gobierno nacionalista, resulta un tanto chaquetera.
2)Fue candidata frustrada a la Secretaría General del PSOE cuando salió elegido ZP. ¿Habrá quedado un tanto resentida?
3)¿Por qué el profesor Buesa la abandonó políticamente? ¿Por su protagonismo caudillista?
4)¿A Ud. le parecería bien que se pudiese juzgar o considerar a un sólo vasco cual el chiste?:
Oye Patxi, ¿dónde has estado estos últimos seis meses?
Haciendo un puzzle Txiqui
¿Seis meses Patxi?
Oye mutil, que en la caja pone de dos a cuatro años.

¿Cree de verdad que si alguien creyera que hay un solo vasco tan tonto – que es obvio que no - osaría decirlo?
5)A un catalán le parecería medio bien, por no decir fatal que se generalizase aquel chiste, su idea:
Hola Jordi, cuánto tiempo.
¿Qué hay Josep Lluis?, trabajando. La pela ya sabes

…………………………………..

¿Has visto que tía va por ahí? Ayer me la beneficié.
Oye, que es mi mujer.
Pagando, eh?, pagando.

¿Cree usted que se puede identificar a los catalanes con los del chiste?
6)Pues ha sido mucho peor lo que ha dicho usted, porque sin enunciar el menor defecto de los gallegos, ha aludido al sentido más peyorativo de tal ciudadanía. ¿Cuál es lo malo del gallego? Y, ¿lo peor? Pero usted, ha llegado a lo pésimo. Y como por fortuna no hay nada malo en ser gallego, sino justamente lo contrario, vamos a por el sofisma, Ud. llama gallego a ZP, Ud. había intentado estar donde ZP, luego a Ud. le gustaría que la considerasen gallega.
Pero se ha equivocado. Es normal. Al final y a la postre Ud. no es más que... una caudilla política, a lo mejor un poco resentida; algo envidiosilla, pero, nada más. O a lo peor, como decía Franco, una politicastra? Resultado, ni un solo voto en Galicia de los gallegos en el sentido más peyorativo del voto. ¡Qué la boten!
Goás Chao, Domingo
Goás Chao, Domingo


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