¿Que debemos aprender de las enfermedades?

La enfermedad es un maestro, una oportunidad para organizar algo que no funciona en nuestro interior, en nuestra propia vida, a nivel; Físico, emocional, mental y espiritual.
El alma no enferma, es el cuerpo. El alma es lo más perfecto que tenemos ya que evoluciona y aprende. Las enfermedades son la resistencia del cuerpo emocional y mental al alma, cuando nuestra personalidad se resiste al designio del alma es cuando enfermamos.

La mayoría de las enfermedades, casi un 80 por ciento provienen de las emociones no procesadas, no expresadas o reprimidas. En el amor, no hay temor, cuando hay temor, es que tenemos ausencia de amor que es la gran enfermedad del siglo XXI y eso afectará al riñón, a las glándulas suprarrenales, a los huesos, a la energía vital, y puede hasta convertirse en pánico. Lo importante es descubrir cuales son nuestros limites como seres humanos, reconocerlos y superarlos. Cuando aparece la ira, nos avisa, ya que pese a lo que creamos de ella nos ayuda a buscar porque se da y cuando aparece. La ira ayuda a encontrar el territorio que pisamos, el resentimientos, el odio, y eso termina afectando al hígado, la digestión y el sistema inmunológico.

¿Cómo auto sanarse?
La mejor cura es ser alegres, tener gozo y alegría en nuestro interior y con inocencia procesamos mejor las emociones, sobre todo si están en contacto con el corazón.
Para transformar las emociones debemos dejarlas fluir y aceptarlas tal y como vienen, así no se estancarán y podrán liberarse.

Sabemos que las emociones básicas son: el amor y el temor (que es ausencia de amor), así que todo lo que existe es amor, por exceso o defecto, constructivo o destructivo. Todos somos creadores de nuestra propia realidad, de nuestra vida y destino, así que somos los dueños de nuestra salud física y mental. Todo el mundo enferma, incluso gente evolucionada y espiritual, y eso no es fracasar, es un maestro interno que nos habla de un bloqueo o un problema que solventar.
Ansiedad y Estrés

Todos los días se ven en las consultas de cualquier psicólogo a personas con problemas de ansiedad que parece ser la base de muchas enfermedades, es un sentimiento de vacío, falta de aire o un vacío existencial que aparece cuando buscamos fuera en lugar de buscar dentro, en acontecimientos externos sin solidez de la búsqueda interior. Aceptar la soledad y ser nuestros mejores acompañantes, para cubrir el vacío con amor, no con posesión, como suele suceder. Hacer las paces con uno mismo y mirar para dentro del ombligo es un camino que todos deberíamos experimentar de vez en cuando, aceptándose tal y como se es y querer ser en nuestra esencia.

El estrés tiene la raíz en la competitividad por la perfección, querer ser mejor. Nos olvidamos de ser únicos y verdaderos, sin parecernos a nadie ni copiar, ni compararnos. Y eso hará que quede tocado nuestro sistema inmune. De las crisis se aprende y ayudan a avanzar y aumentar de nivel. Si nos reconfortara una “adecuada soledad” nos ayudaría a mejor como seres, al menos media hora al día, recapitulando o meditando, encontrándose con el propio interior.

La felicidad no es más que aprender a vivir el momento actual, el AHORA y el PRESENTE en su mayor esencia más pura y simple. Nunca desplazarnos a planos inferiores, ni a los seres que amamos, estar en paz con nuestro corazón es la clave.