Se agota 2025

Se agota 2025. Otro año más, como los anteriores con sus buenos y malos momentos. Me quedo, primero, con los ratos que he podido pasar con mi familia. Después, y no menos importante, con los amigos, los de siempre y los recientes.

He tratado de alejarme de las personas tóxicas. Me paso al 2026 sin rencores ni resentimientos. Hacia nadie.

Mis deseos creo que se parecen al resto de las personas: que nadie pase hambre, que se terminen las guerras, que se acaben las matanzas indiscriminadas, que se reduzca la crispación social, que aumente el empleo, que se construyan muchas viviendas sociales, que quienes dirijan las instituciones sean gestores pulcros de lo público, que seamos capaces de apartar a los indecentes de los puestos de responsabilidad, que los ciudadanos pensemos, analicemos y que no nos dejemos llevar por los "cantos de sirena" de unos cuantos personajes o por las consignas que nos llegan por muy diversos caminos.

Que nos vaya lo mejor posible, que tengamos el afecto, el cariño de nuestra gente, porque eso ayuda a vivir. Que nos respetemos. Que tratemos de disfrutar los ratos de felicidad que nos sea posible. Que, si podemos, ayudemos a quienes lo necesitan.

Podría estar escribiendo diez folios, pero creo que lo importante para mí, está aquí condensado.

Que 2026 sea benévolo con quienes se lo han ganado y justo con quienes lo merezcan