Avances en el sistema de formación sanitaria especializada: Formar médicos y no sólo enseñar medicina
Garrido, Juan Antonio - lunes, 22 de diciembre de 2025
Un reciente trabajo de cooperación con la AECID en la formación de profesionales sanitarios en Paraguay, colaborando en el proceso de regulación y mejora de acceso y formación sanitaria especializada, me ha permitido valorar aún más, por contraste, los pasos dados en nuestro entorno.
Han pasado 30 años. De la mano de la Orden Ministerial de 1995, que regulaba las Comisiones de Docencia y el sistema de evaluación de residentes, los distintos Hospitales y Centros de Salud de la geografía española se incorporaron progresivamente a ese cambio en el conocido como sistema MIR. Posteriormente el RD 18/3/2008 progresó en esos cambios tras la experiencia vivida desde el 95. La evaluación continuada, aún con múltiples deficiencias metodológicas, y la potenciación de la figura del tutor fueron los elementos dinamizadores de ese cambio. Tuve la oportunidad de vivirlo en primera persona, con responsabilidad directa en su instauración, en el entonces Hospital Arquitecto Marcide/ Profesor Novoa Santos, actualmente Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF). Una mayoría de los tutores de residentes se fueron incorporando durante esos años a una formación específica en metodología docente y evaluativa que intentaba facilitar una paulatina adaptación a estos cambios. La Comisión de Docencia del ASF participó activamente en la elaboración e instauración de un programa común complementario para todos los residentes de la Comunidad Autónoma. Junto a conocimientos técnicos comunes a residentes de todas las especialidades, este programa común pretendía poner énfasis en aprendizajes más relacionados con las actitudes y con el "SER" médico, o facultativo especialista, que con el adquirir conocimientos y habilidades. De esta manera, empezaron a formar parte de este programa común la bioética y la comunicación. Estas disciplinas han sido medios de humanización sin debilitar el rigor. La medicina es una profesión que requiere dominio técnico y científico, pero se desarrolla siempre en el marco de una relación personal. El contacto con el sufrimiento, la fragilidad y las complejas diferencias entre las personas convierte cada encuentro clínico en algo único, que va modelando esa forma de SER profesional.
Este artículo de opinión solo pretende utilizar el 30 cumpleaños de esa norma para recordar la importancia de formar médicos y formar especialistas sanitarios y no sólo enseñar/aprender medicina o especialidades. La diferencia está en el SER, en incorporar aprendizaje de actitudes uno de cuyos medios más importantes son los modelos: el aprendizaje mediante el ejemplo.
Juan Antonio Garrido, médico y especialista en bioética.

Garrido, Juan Antonio
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