'La mejor tarjetiña de Navidad en Begonte está'

Mi abuelo, begontino afincado en Buenos Aires desde el siglo pasado, siempre está recordando a Galicia y, de un modo especial a Begonte, municipio lucense donde transcurrió su infancia y gran parte de su mocedad. Cuando se acerca la Navidad, esas entrañables datas que hacen aflorar los sentimientos, el abuelo abre su maleta de recuerdos, esa que, gracias a Dios, aún conserva íntegra, y comienza a evocar las imágenes de aquellos seres queridos que hoy físicamente no están a su lado. Toma entre sus manos aquellas fotos de esos familiares ya desgatadas por el paso de los años y también abre una carpetita que contiene postalitas.
Un día me las enseñó diciendo:
- "Mira que felicitaciones más grandiosas!!"
Al abrir la tarjeta veía que había escritos a mano mensajes con una letra maravillosa muy legible y bonita.
Le respondo:
- "En verdad que son bellas las postales y lo escrito en ellas pero, abuelo, ya estamos en otro siglo y las felicitaciones navideñas se envían por whatsaap. Llegan al instante al destinatario y son mucho más cómodas que estas Christmas cards".
Él contesta:
- "Si, en este siglo queremos rapidez y, con un clic enviamos mensajes a medio mundo pero, la típica y tradicional postal navideña, como estas, tiene y trasmite un calor afectivo imborrable."
Luego, mientras sus ojos cansados releían a una de ellas, con voz bastante apagada me dice:
- "Cuanta tristeza siento al ver que llega cada Navidad y en el buzón de correos ya no hay estas que, en otro tiempo, colocaba al pie del árbol, pues para mi constituían un regalo muy valioso; en las mismas de puño y letra estaban escritas palabras que cada Navidad te enviaban amigos y seres queridos, deseos de ventura y dicha."
Comprendí la nostalgia propia de la edad avanzada de mi abuelo y me retiré pensando que debía hacer lo posible para que en aquella Navidad le llegara una tarjeta que le devolviera la alegría.
A él le gustaría que procedieran de Begonte pero ya allí no le quedaban familiares en esta vida. Pensé que lo mejor era ponerme en contacto con la directiva del Belén de Begonte y rogarles que le enviaran una tarjetita navideña para mitigar "a saudade do avó". El presidente de la entidad, D. Xulio Xiz, atendió mi petición muy bien diciendo que estaban dispuestos a colaborar en hacerle feliz la Navidad a mi querido abuelo.
Así me habló:
- "Pola nosa banda intentaremos aportar felicidade ao voso avó. No primeiro lugar enviarémoslle algúns libros do certame xornalistico e de poesía, copias dos debuxos de nenos/as gañadores nas pasadas edicións do concurso e o libro do noso belén."
Yo le comento:
- "Me parece todo eso maravilloso pero él tiene muchas ganas de recibir una postalita navideña."
D. Xulio con voz propia de un gran maestro de la comunicación responde:
- "Concédame un par de días, e fago as xestións pertinentes para cumprir co seu desexo. Sen tarxeta do Belén de Begonte non quedará pero mentres, reciban co noso agarimo os traballos anteriores e o libro do belén de Begonte, obra da miña autoria que data de 1991."
No habían pasado un par de semanas cuando me comunicó que recibiría el abuelo esa tarjeta pues, había hablado con el equipo directivo del CEIP "Virxe do Corpiño " y este grupo de docentes, que ya había elaborado una unidad didáctica centrada en este Belén ,le dijo que organizarían un concurso entre el alumnado del tercer ciclo para pasarle una selección de tarjetas entre las que podrían escoger la postalita navideña de este año.
Un día miré en el buzón y ya vi un sobre remitido por el "Centro Cultural "José Domínguez Guizán". Comprendí que si hacía días había llegado aquel paquete que contenía libros y dibujos del belén de Begonte con los que mi abuelo se emocionó en gran manera, ahora estaba plenamente seguro que era la esperada tarjeta de Navidad.
Le pregunté al abuelo:
-"¿ Vino hoy ya el cartero?"
Él se levantó y, con la lentitud propia de sus años se dirigió a la puerta en busca del buzón para buscar en él correspondencia. Cuando entró en casa venía lleno de alegría y pletórico agitaba el sobre gritando:
- "Hay una carta del Centro Cultural "José Domínguez Guizán" de Begonte"!!.
Rápidamente se aprestó a abrirla pues el destinatario era su persona. Cuando vimos aquella tarjeta quedamos asombrados. En la portada, en su parte central, estaba una representación del belén de Begonte, a un lado "o Xardín do belén de Begonte" y alrededor algunas de las obras que existen en puntos de cada parroquia que son una llamada a tomar el camino para visitar ese emblemático belén begontino. En el reverso, los dos hermosos murales de Diego As, el que está ubicado cerca de la carretera nacional y el del frontispicio del cetro cultural. Luego pasó a leer el mensaje escrito a mano por Xulio Xiz, el presidente del Centro Cultural "José Domínguez Guizán", que así decía:
- "Este Belén de Begonte, o noso Concello e o CEIP "Virxe do Corpiño" desexan a vostede, querido amigo e paisano, que pase en familia unhas abraiantes festas do Nadal. Moi agradecidos porque coa vosa idea das postaliñas, dende este ano, felicitaremos deste xeito a todos/as os amigos/as e visitantes do noso emblemático belén. Cos tradicionais calendarios imprimiremos a tarxeta para que xunto cos medios tecnolóxicos tamén , como merece o tempo de Nadal, perviva a grandiosa tradición, feito que ben pon de manifestó o noso belén. Bo Nadal e Feliz Aninovo. Desexando podelo saudar persoalmente reciba as nosas apertas dende o seu Begonte e Galicia amada."
Asinaban a tarxetiña o alcalde de Begonte, o presidente do Centro Cultural "José Domínguez Guizán" e o neno autor do debuxo".
La emoción nos embargó a toda la familia y al abuelo de un modo muy especial, pues allende de los mares, y gracias a esta tarjeta navideña, veía como el espíritu navideño lucense y galego le llegaba hasta su corazón.
El resto de navidades que vivió el abuelo, que serían una década, las pasó muy feliz y lleno de desbordante dicha porque cada mes de diciembre le llegaba la mejor de las tarjetas, la única que él esperaba, la que cada edición preparaban con ilusión los niños/as del colegio de Begonte para ser la que llevara a diferentes hogares los más entrañables deseos.
Pasados unos años, cuando pude viajar a España, vine a Galicia, lo hice en el mes de diciembre para visitar en persona ese belén, que es el belén más representativo de esta tierra. Cuando entré en él me emocioné muchísimo. Me entrevisté con el presidente del centro cultural y con algunos socios para agradecerle el detalle que hizo feliz a mi abuelo en los últimos años de su vida. Como obsequio, ya que a él le gustaba hacer figuritas de madera, les entregué una que representaba a un niño junto a una vaca, esa simbolizaba a lo que él dedicó su niñez en Begonte, al pastoreo. Cuando la tomó en sus manos me dijo Xulio Xiz:
- "Moitas grazas, dende hoxe o seu avó, aquela nenez súa, pasará a formar parte das figuriñas do noso belén."
Esas palabras y ese gesto, gracias al que mi abuelo en aquella fase de su niñez está en el belén de Begonte de hoy, me hizo muy feliz y, mirando para el cielo, me pareció oír su voz que decía:
- "Ahora, nieto mío, la postalita de mi vida está completa. En Navidad, hijo, se hacen posible siempre los mayores sueños y el mío era poder volver a Begonte y tú, trayendo esa figurita mía lo has conseguido. Ya volvió este emigrante y lo hace como niño para empezar de nuevo la vida."
Desde ese año regreso anualmente a Galicia; pero lo hago siempre en período navideño para visitar al belén y ver como aquella vaquita y el niño, junto a todas las otras figuras, toman vida cada Navidad conformando esa grandiosa postalita que es el belén de Begonte, al que todos los gallegos de nacimiento o adopción debemos tener siempre guardada en nuestro corazón.