Calidad en las condiciones del trabajo socio sanitario

Es verdad. El refranero popular contiene la sabiduría que atesora el pueblo llano. "sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena". Tronó en la pandemia del COVID. Truena cuando alguien muy cercano sufre un accidente y requiere atención urgente. Nos acordamos cuando llega esta gripe que se adelanta a su calendario. Nos acordamos cuando algún familiar ingresado en una residencia de mayores se pone más enfermo y requiere más cuidados de los habituales.
Mi última experiencia. Sábado día de la Constitución. Reunión en ese mágico lugar que se encuentra en Bares de Mañón. Uno de mis amigos, veterano y con espíritu bohemio, sufre un síncope. Hay momentos en los que aún con más de cuarenta años de experiencia en medicina hospitalaria me asusto. No le encuentro el pulso carotideo. Llamo a una ambulancia medicalizada. Llegan y lo trasladamos al hospital de Burela. Nada más llegar y por mi condición de médico, ex gerente del tal centro, y antiguo jefe de servicio, hago las gestiones para que de inmediato la ingresen en uno de los boxes de urgencias y procedan a ocuparse de mi amigo cuyo estado impresiona de gravedad. Una vez más los sanitarios que están de guardia lo atienden perfectamente y tras horas de pruebas logramos superar la crisis. Me voy satisfecho y agradecido al sistema y a las profesionales que me han ayudado una vez más.
Por el camino de regreso a nuestros domicilios vuelvo a repetir en voz alta. "La primera empresa que debemos cuidar en La Mariña es al hospital de la Mariña sito en Burela". Es el faro que permanentemente vigila nuestro derecho a la salud. Como médico jubilado pero que sigo voluntariamente atendiendo a mis amigos que me requieren, no tengo duda alguna. Ese servicio de urgencias es la puerta para la vida.
Estamos ante un conflicto laboral de mis colegas por ese Estatuto Marco que determine las condiciones laborales y económicas del sector. ¡Estoy con ellos/as!. Hace falta mejorar las condiciones en las que se desenvuelve el servicio que prestan a la sociedad. Todo el dinero público que se gaste en tal espacio público es una inversión productiva. Y me viene a la mente el modelo Jacques Delors que creía en la Europa de los ciudadanos.
Jacques Delors, a través de su Libro Blanco sobre el Empleo de 1993, identificó los "nuevos nichos de empleo" como áreas clave para la creación de trabajo en la Unión Europea, enfocándose en servicios a la vida diaria (domicilio, infancia), mejora de la vida (vivienda, transporte), cultura y ocio, y medio ambiente, anticipando la necesidad de cubrir necesidades sociales y tecnológicas no atendidas para generar empleo en el siglo XXI.
Sectores Identificados por Delors: Servicios a la vida diaria: Atención a la infancia, servicios a domicilio, cuidado de personas mayores. Mejora de la vida: Rehabilitación de viviendas, transporte local, mejora del entorno urbano. Cultura y ocio: Revalorización del patrimonio cultural, nuevas formas de ocio. Medio Ambiente: Servicios relacionados con la protección y mejora del entorno natural. Ahí están los derechos que definen objetivamente el concepto práctico para garantizar la ciudadanía.
Los liberados sindicales que quieren la nacionalización de ALCOA deberían reflexionar durante su ocio con salario y mirar con espíritu crítico más allá del empleo en la decadente factoría aluminera. Los ayuntamientos como administración más próxima al pueblo deberían preocuparse y ocuparse de nuestro hospital y de las residencias para mayores.
Lo que pido es por nuestro propia seguridad como frágiles sujetos susceptibles de caer enfermos. Lo que pido es mucho más que los aplausos de aquellas jornadas del confinamiento. Lo que pido es exigir a los poderes públicos que atiendan y garanticen la calidad de un servicio público esencial más allá de una política economicista que gasta en dudosas partidas como son los sueldos de una nube inmensa de empleados públicos al servicio del clientelismo político.