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El tema del día debería ser la presunción de inocencia

Latorre Real, Luís - miércoles, 10 de diciembre de 2025
El tema del da debera ser la presuncin de inocencia
Los protagonistas del día de hoy.

Obviamente en Lugo no se habla hoy de otra cosa: las acusaciones que revelaron ayer en el programa Código 10 de Cuatro, según las cuales un mínimo de seis mujeres ha denunciado por acoso sexual a José Tomé, Alcalde de Monforte de Lemos, Presidente de la Diputación de Lugo y Secretario General del PSOE de la provincia.

En un panorama como este, una persona que crea en la democracia y el Estado de derecho sólo puede decir una cosa: presunción de inocencia. Cuanta mayor sea la distancia ideológica o personal entre el acusado y el opinante, y cuanto mayor sea la gravedad del delito que se imputa al protagonista más firmeza debe tener uno en su defensa de una convicción que se basa en que todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario.

Evidentemente hay indicios que pueden hacer tambalearse esa presunción de inocencia, pero es algo muy peligroso dar por sentadas cosas antes de que se demuestren. En la época de la inteligencia artificial, el doblado de vídeos y audios con aplicaciones nietas del Photoshop, ya no nos podemos fiar ni de lo que vemos. La tecnología es perversa en ciertas cosas, y si bien los análisis forenses suelen destapar estos engaños, en primera instancia si te crees la foto ya estás causando un daño de difícil reparación.

El problema de esta filosofía, que para mí es sagrada, es aplicársela a los que no la aplican a otros. El "hermana, yo sí te creo" es muy bonito y muy chupi, pero jurídicamente un disparate. Dar por sentado que todas las mujeres del mundo dicen la verdad cuando acusan a alguien es como dar por sentado que todos los churreros, todas las médicos, todos los cocineros o todas las repartidoras de mensajería dicen la verdad sobre algo: habrá de todo, como en botica, y es una barbaridad creer que la posición de los genitales (como cualquier otra circunstancia personal arbitraria) determine la veracidad de una acusación. Hay gente mala en todas partes, y que un delito sea gravísimo no quiere decir que podamos pensar "nadie va a mentir sobre algo así". Sí, hay quien miente sobre cualquier cosa.

Por desgracia la política es la madre del cordero, la que ha pervertido el sistema. Los que antes eran acusados ahora son acusadores. Quienes se cachondeaban de Donald Trump y sus "fake news" aplican ahora exactamente el mismo argumento; los que antes defendían que había que creerse todas las acusaciones como si fueran palabra de Dios ahora hablan de denuncias falsas, esas que antes negaban y los otros argumentaban... hasta ahora. Todos dan la vuelta a sus argumentos cual calcetines y me falta que alguien de primer nivel de la política sea coherente y defienda, no a su adversario, sino algo mucho más relevante y más importante para todos: un principio, y su aplicación cuando le toca a ese adversario porque es cuando tiene importancia ponerlo sobre la mesa.

De ejemplos vamos sobrados. En Lugo se acabó con la carrera de José López Orozco por una acusación de la que se le declaró inocente años después (en este modesto blog yo siempre defendí su presunción de inocencia, a pesar de que bien, lo que se dice bien, no nos llevábamos), y fue lo mismo que le pasó a Cacharro. No aprendemos, y eso suele ser porque nos guiamos por personas que tienen un interés particular en que el caso del día salpique las siglas ajenas en lugar de las propias al margen de que sea o no cierto y claro, pasa lo que pasa.

La única forma de romper la presunción de inocencia es la condena judicial, pero estamos en un momento en que incluso aunque el mismísimo Tribunal Supremo dicte una sentencia, ésta se pone en tela de juicio por intereses políticos. Que el Gobierno de España esté atacando a los jueces por una sentencia que no les gusta es mucho más que un síntoma de podredumbre política, es intolerable desde cualquier punto de vista de la separación de poderes y del Estado de Derecho, ese que mucha gente no sabe ni de qué va hasta que le montan el campo de concentración a las afueras de su ciudad. Les podrá gustar o no la sentencia, pero el sistema es el que es cuando te conviene y cuando no.

La degeneración de la política es culpa de todos. De los que hoy saldrán a pedir la dimisión de un señor del que, por ahora, sólo sabemos que hay acusaciones y de los que ayer pedían la dimisión de personas de las que, en aquel momento, sólo sabían que había acusaciones. Como borregos elevamos a prueba la palabra de delincuentes según nos interese, y creemos a Bárcenas o a Aldama, a Koldo o a quien le toque según respalde nuestras convicciones. Y eso es terrible y tiene unas consecuencias que poca gente puede calcular.

De todo este circo lo que más me preocupa es que la reacción del PSOE ante las denuncias de sus compañeras de siglas, hasta donde sabemos, se ha reducido a intentar identificar a las denunciantes y a negar todo conocimiento del tema. Besteiro, Lara Méndez y Pilar García Porto negaban ayer saber nada de todo esto, a pesar de que el programa aseguraba tener pruebas contundentes de lo contrario.

Al margen de la culpabilidad o no de Tomé (insisto, a día de hoy es inocente) si es cierto que Besteiro, Lara Méndez y Pilar García Porto taparon las denuncias por ir contra un alto cargo de su partido deberían irse a la calle a la de ya. Es irrelevante que Tomé sea culpable o inocente en este tema. Las acusaciones se han de tramitar (incluso las anónimas, por mucho que les moleste que Elena Candia hiciera lo que tenía que hacer como ya hablamos en su día) y si quedan en nada, pues quedan en nada, porque es como funciona el Estado de Derecho.

Elegir qué denuncias tapar y cuáles llevar a la justicia es el primer paso de la esvástica o la hoz y el martillo, es prescindir del procedimiento porque "los míos" no pueden ser acusados de nada ya que entre todos hemos identificado eso con una presunta culpabilidad.

Ustedes han creado el monstruo, ahora a ver cómo lo paran.
Latorre Real, Luís
Latorre Real, Luís


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