El pasado 18 de noviembre, el embajador de Argelia en España Abdelfetah Daghmoum y su señora, ofrecieron en el hotel Intercontinental de Madrid una brillante recepción para conmemorar el 71 Aniversario de la Revolución del 1 de noviembre de 1954.
Evento que reunió a los embajadores extranjeros acreditados en España, autoridades del gobierno español, académicos, periodistas, empresarios y una numerosa representación de la colonia argelina residentes en España, acto que puso de manifiesto los sólidos lazos que une a ambos países.
La recepción comenzó con la interpretación de los himnos nacionales de Argelia y de España, tras lo cual el embajador Abdelfetah Daghmoum ofreció un discurso en el que recordó que el 1 de noviembre conmemora el inicio de la Revolución de 1954, un episodio decisivo que culminó en la independencia de Argelia en 1962. Una historia de sacrificio y dignidad que sigue inspirando a la nación argelina. En un gesto especialmente cercano hacia España, agradeció a los muchos españoles que apoyaron la lucha por la independencia y que, con los años, han contribuido a estrechar aún más los vínculos entre ambos países.
El embajador destacó que Argelia atraviesa un momento de renovación profunda. Bajo el liderazgo del presidente Abdelmadjid Tebboune, el país está impulsando reformas estructurales que buscan consolidar un Estado moderno, sólido y centrado en el bienestar de sus ciudadanos. Entre los pilares de esta «Nueva Argelia» subrayó, el fortalecimiento del Estado de derecho, la ética en la vida pública, la apuesta por una economía diversificada y sostenible, el apoyo a la juventud y la innovación, y unas políticas sociales equilibradas.
Los avances económicos fueron otro de los puntos clave. Argelia ha logrado aumentar de manera significativa sus exportaciones no relacionadas con los hidrocarburos, y sectores como la industria, la agricultura, la energía, las infraestructuras, las tecnologías y los servicios viven una etapa de expansión y de fuerte inversión. Todo ello convierte al país en un destino con crecientes oportunidades de colaboración económica para España.
En el plano internacional, Argelia reafirma su compromiso con el multilateralismo, la paz, el respeto a la soberanía de los Estados y la resolución pacífica de los conflictos. Como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para el periodo 20242025, insiste en aportar una voz equilibrada y constructiva. También reiteró su apoyo a causas que considera justas, como la del pueblo palestino y la del Sahara Occidental, siempre dentro del marco de la legalidad internacional.
Pero uno de los momentos más cálidos del discurso llegó cuando el embajador habló de la relación entre Argelia y España: una amistad profunda, basada en la historia común, la cercanía geográfica y los intercambios humanos constantes. Subrayó que este año ambas naciones han dado un impulso renovado a la cooperación bilateral, con visitas oficiales, acuerdos económicos, iniciativas culturales y una voluntad creciente de facilitar la movilidad entre los dos pueblos.
El embajador animó a los españoles a seguir descubriendo Argelia: un país de paisajes deslumbrantes, de ciudades vibrantes como Argel, Orán o Constantina, de un patrimonio histórico excepcional y de una hospitalidad que convierte cada visita en una experiencia inolvidable. La diáspora argelina en España -a la que dedicó palabras afectuosas- representa, dijo, el puente humano que mantiene vivo ese vínculo privilegiado.
Con un mensaje final de agradecimiento y cordialidad, invitó a todos a disfrutar de la música y la gastronomía argelinas, símbolos de una nación abierta, orgullosa de su pasado y entusiasmada con su futuro compartido con España.
