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Gao Xingjian. Premio Nobel Literatura 2000.

Espiño Meilán, José Manuel - domingo, 23 de noviembre de 2025
Dedicado a quienes encuentran en un libro la mayor de sus aventuras, el camino del alma.

Le has preguntado adónde iba.
- A Lingshan
- ¿Qué?
- A Lingshan, la Montaña del Alma.
Aunque también tú has recorrido China de norte a sur y has ido a numerosas montañas famosas, sin embargo nunca habías oído mencionar antes ese lugar. Gao Xingjian. Premio Nobel Literatura 2000.
Cuando al comienzo de la página tercera de un libro lees algo así, cuando te has subido ya, desde la primera palabra al autobús de línea del protagonista, personaje con una mochila a cuestas y una bolsa en la mano, sabes que hasta la última palabra escrita en la página seiscientos cincuenta y uno, no dejarás de leer, no dejarás de viajar.
De este modo les presento a un escritor extraordinario, reconocido con el Premio Nobel de Literatura en el año dos mil, Gao Xingjian.
Dramaturgo, novelista, ensayista, pintor, director teatral, Gao nace en Jangsu (China), el 4 de enero de 1940. Es condenado a trabajos forzados durante la revolución cultural y obligado a quemar sus manuscritos.
"La otra orilla" es la primera obra de Gao, publicada en Francia y condenada por el gobierno chino. Entenderemos entonces porque la concesión del Nobel a Gao supuso un fuerte rechazo y la oposición del gobierno chino quien mostró su desacuerdo silenciando la concesión del galardón en su tierra natal, en su país y prohibiendo su obra.
Saben de este disfrute tan personal, de la emoción que me proporciona el acercamiento a los escritores galardonados con el Nobel a través de sus obras. A veces la elección de las publicaciones leídas responde al más puro azar. Es ésta una de ellas. Busco dos de sus obras, casi siempre elegidas arbitrariamente. En el caso de este escritor, hubo una tercera y es posible que haya una cuarta, dependerá del tiempo disponible y del momento vivido.
Conocí la magistral obra de Xingjian hace muchos años, unos veinte quizás, puede que más. La obra, que lleva por título: "El libro de un hombre solo", forma parte de esa selección tan personal que forma mi reducida colección literaria en mi estudio. Los considero mis libros de referencia. Su lectura me emocionó de tal manera que desde entonces defino la narrativa poética de un texto literario a partir de las publicaciones de Gao Xingjian. Debo reconocer mi gratitud a mi querido hermano político Sergio Placeres Rodríguez, pues esta primera obra de Gao llegó a mis manos tras su acertadísma recomendación literaria.
Gao Xingjian. Premio Nobel Literatura 2000. A la segunda obra leída "La Montaña del Alma", llegué por curiosidad. Su autor, diagnosticado erróneamente de cáncer de pulmón, decide realizar una caminanta de diez meses a lo largo del río Yangtsé. El resultado fue esta novela que no necesita recomendación alguna.
"El sol va a ponerse. Su semiesfera semeja una tapadera de color anaranjado. Sigue siendo brillante, pero no deslumbra. Diriges la miradas hacia el lugar donde las dos vertientes del valle se unen, allí donde las cimas se encabalgan en medio de la bruma y de las nubes. Este marco ilusorio de un negro vivísimo comisquea paulatinamente la parte inferior del astro deslumbrante, que parece dar vueltas. Cuanto más se tiñe de rojo el ocaso, mas dulce resulta. Lanza sus reflejos dorados sobre el río. El azul oscuro y los rayos dorados se mezclan en las ondas y las salpicaduras del agua".
No encuentro palabras que definan tan magistral narrativa poética y, esto es lo más sorprendente, apenas acabo de comenzar la lectura del libro.
"Blancas como la nieve, relucientes cual jade, las azaleas se suceden de vez en cuando, aisladas, fundidas con el bosque de abetos esbeltos, como incansables aves invisibles que atraen cada vez más lejos al alma de los hombres".
En el libro, la búsqueda del hombre salvaje es la búsqueda de sí mismo. Una senda, un camino tras otro inician un rastreo permanente. Un personaje, ese hombre salvaje, intangible siempre, oculto siempre, próximo y real a la vez, en boca de un amigo -el mejor narrador que ha conocido-, otras veces en los susurros medrosos de los lugareños. Una mujer, siempre la misma, siempre distinta. Se respira sensualidad a flor de piel en ella, en él y en la naturaleza. Gao es capaz de mostrarnos a través de esta trinidad, un lienzo indescriptible de grandiosidad y belleza.
"Los tejados inclinados de líneas puras se destacaban en el cielo. Detrás, los árboles se elevaban en el bosque, balanceándose silenciosamente en el viento del atardecer. En un momento dado, se hizo un silencio total. Sin embargo, uno tenía la sensación de seguir oyendo un nítido silbido que venía de no se sabe dónde. Se prolongaba tranquilamente, luego desaparecía lentamente. El murmullo del riachuelo que pasaba por debajo del puente de piedra, en la puerta del templo, y el murmullo del viento de la noche parecieron entonces, por un instante, emanar de mi propio corazón".
Según avanza la obra, en sus últimos compases, a mi cabeza acude la extraordinaria obra de Dante Alighieri. La obra de Gao es también un poema épico. Desde mi humilde criterio literario, la obra de Gao bebe en las fuentes de La Divina Comedia. La obra de Gao Xingjian se orquesta como una historia envolvente y eterna, una obra que se define en cada momento pero se vuelve interminable al mismo tiempo. Se trata de una novela perfecta. Para mí, "La montaña del alma", es otro clásico en la historia de la literatura.
La tercera obra leída también la elegí al azar. "Una caña de pescar para el abuelo". Se trata de un breve compendio de narraciones donde el autor despliega su maestría en relatos cortos.
- ¿Con quién hablas?
- Contigo mismo, con tu tú cuando eras niño.
- ¿Con ese niño desnudo?
- Con esa alma desnuda.
- ¿Tienes alma?
- Ojalá, si no estaría demasiado solo en este mundo.
- ¿Estás solo?
- Creo que sí, en este mundo.
- ¿En qué mundo?
- En ese mundo interior tuyo que la gente desconoce.
- ¿También tienes tu mundo interior?
- Ojalá tenga un mundo así, sólo en ese mundo te sientes libre.
La invitación está hecha, la incitación también. Mi deseo era acercarles al autor y con estos, breves pero sugerentes párrafos y diálogos estoy seguro de haberlo conseguido.
Si acaso, para terminar, recordarles que Gao Xingjian, en su discurso de agradecimiento durante la recepcion del Nobel, defendió con vehemencia la independencia del creador frente a todo tipo de poder político y frente a las leyes del mercado. No fueron palabras gratuitas pues no sólo él sino otros escritores galardonados con el Premio Nobel de Literatura sufrieron y sufren los rigores de la intolerancia, el desprecio y el odio y, a pesar de su amor por la tierra que los vio nacer, tuvieron que acogerse al exilio en otros países.

José Manuel Espiño Meilán, amante de los caminos y de la vida. Escritor y educador ambiental.
Espiño Meilán, José Manuel
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