
Los muros, por definición, están hechos para separar, pero nuestra Muralla debería ser justo lo contrario: el muro que nos une. Sin embargo, la política que todo lo emponzoña se está encargando de que no sea así, y que siga cumpliendo su función de aislar a unos de otros (bueno, técnicamente nunca lo hizo bien, porque jamás evitó una invasión en Lugo, pero eso es otra historia).
El chapucero programa de celebración del 25 aniversario de la declaración de la Muralla como Patrimonio de la Humanidad se explica en que, por lo visto, "les pilló desprevenidos". Es compresible, sólo hace 25 años que sabíamos que llegaría este día, y seguro que tampoco se les pasa por la cabeza que dentro de 25 años es el 50 aniversario.
En fin, en esa apurada carrera de última hora, se acaba de meter un nuevo añadido que no estaba en el programa anunciado: han incluido una breve mesa redonda (lo de breve es porque ya no saben cómo encajarlo) en que estarán los alcaldes que tuvieron algo que ver con ese hito: Joaquín García Díez, José López Orozco y ¿Lara Méndez? Me falta gente relevante en esta historia, y me sobra gente.
Me falta Cándido Sánchez Castiñeiras. Cándido no fue alcalde, pero fue el primero que propuso la idea. Era concejal de servicios eléctricos, puesto en que entró en 1987 de la mano de su partido, Coalición Galega, y se encontró con unos problemas enormes con la iluminación de nuestro principal monumento y buscando cómo lograr fondos entendió que el camino era darle relevancia popular. Aprovechó una iniciativa de pleno del que entonces era Alianza Popular (AP) en que se pedían fondos para la Muralla y añadió un punto en que solicitaba la declaración como Patrimonio de la Humanidad. Eso fue el 24 de julio de 1988. Es la primera vez que alguien lo propuso, al menos oficialmente.
La idea fue ignorada durante algún tiempo, hasta que la llegada a la alcaldía de Joaquín García Díez encontró un terreno abonado para salir adelante. La lucha incansable de Joaquín logró el apoyo de Manuel Fraga, el gobierno de Aznar y la Casa Real, que fueron decisivos para conseguir el objetivo. Hablamos de la segunda mitad de los años 90, y como curiosidad uno de los lugares donde presentó la Muralla fue en un foro de ciudades amuralladas... donde, a pesar de ser supuestos especialistas, no la conocían en absoluto (decían que la única muralla relevante en España era la de Ávila). Incluso cuando el entonces alcalde hizo su presentación con unas fotos en formato diapositiva o filmina, que era lo que había entonces, pensaban que era un montaje y que no existía tal monumento.
En medio hubo de todo. La iniciativa Cumulum, que supuso una imagen icónica pero la destrucción de miles de libros y una chapuza intolerable que, curiosamente, hoy muchos recuerdan con admiración porque ya sabemos que lo que cuenta es la foto; el Comilonum, que aún se insiste en pedir que se repita, cuando jamás debió tener siguientes ediciones... y muchas cosas más para promocionar la Muralla en un trabajo en equipo que en Lugo pocas veces se ha visto.
Aquel esfuerzo dio sus frutos, que recogió, una vez maduros, José López Orozco, quien tuvo la elegancia de no arrogarse el mérito (sus sucesores no lo dudarían ni un minuto) y acuñó aquello de "isto lográmolo entre todos", que se puede ver como una forma de escamotearle el mérito a Joaquín o una forma de compartirlo con él, que dentro de lo que cabe es bastante. Orozco aprovechó muy bien la declaración de Patrimonio de la Humanidad y le dio una importancia vital, que curiosamente no vemos en otras ciudades, donde la fecha no se celebra con la intensidad que sí se le da en Lugo. Un buen trabajo por parte del exalcalde.
A quien no veo qué pinta en la mesa redonda es a Lara Méndez. Tuvo la misma relación con la declaración de la Muralla como Patrimonio de la Humanidad que el Káiser Guillermo. Supongo que se meterá por aquello de promocionarse en Lugo para intentar mejorar sus pobres resultados electorales tras su huida a Santiago después de meternos en los jardines en que nos metió.
En todo caso es triste que la mesa redonda se anunciase ayer por la tarde, justo después de que el PP presentase su propia campaña por el aniversario de la Muralla como Patrimonio en torno a la figura de Joaquín como impulsor del tema. A una pregunta de una periodista el exalcalde explicó que nadie le había invitado a nada para este aniversario... y poco después le llamó el actual Alcalde para invitarle. Casualidades de la vida...
El problema de fondo es que se sigue usando el bien de todos para beneficio propio. Se ve que no entienden lo que significa "Patrimonio de la Humanidad" cuando ni tan siquiera entienden que es patrimonio de todos los lucenses. El problema es que no ven que es un muro que nos une.