Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Entre caminos y autovías, maragatos (2)

Vaamonde Rodríguez, Jacobo - martes, 11 de noviembre de 2025
El primer artículo publicado sobre la evolución de la vida de la estirpe maragata acababa con una palabra clave, "reinventarse".

La llegada del ferrocarril a la zona norte de Galicia, y en concreto a la ciudad de La Coruña, que sirvió durante muchos años de enlace con las Indias por vía marítima, fue clave para el desarrollo de la comunidad. En el año 1855 se promulga la ley estatal del ferrocarril, donde se proyectaba la línea Coruña-Palencia. No obstante, la llegada del tren a la ciudad herculina no se produjo hasta 1883.

A medida que se empezaban a abrir los distintos tramos de esta vía, el negocio maragato disminuía, puesto que el trazado férreo coincidía en absoluto con su ruta arriera. Esto obligó a los maragatos a reinventarse en otros sectores y zonas. Algunos emigran a países como Argentina, donde ya se habían asentado en el pasado. Otros, se fijaron en ciudades como Madrid. También se instalaron en toda Galicia (Excepto Orense).

Desde las diferentes poblaciones en las que se asentaron, su desarrollo se centró en el tejido comercial, con la apertura tiendas de ultramarinos y otros establecimientos. Su consolidación en Galicia llevó consigo un aumento de la oferta comercial de un territorio que continuaba en vías de expansión ante unos intercambios mercantiles en auge. A pesar de que existía una oferta de productos para el exterior, no era tal la riqueza de las casas gallegas, por lo que fueron un pilar para el desarrollo de los pueblos en los que se instalaron.

En la faceta arriera había destacado su habilidad de negocio, proporcionando las mejores mercancías a sus clientes. Los gallegos se habían beneficiado con el acceso a productos como el pan de Villafranca u otras mercancías que vendían los trajinantes durante su trayecto a puertos como el herculino. Esta característica se conservó en sus negocios, que contaban con materia prima única como el aceite, que maragatos y castellanos obtenían en zonas próximas a Jaén y vendían en otros lugares carentes de dicho género.

Su carácter emprendedor otorgó a los gallegos la posibilidad de acceder todos los días del año a una materia prima inexistente o escasa, en unos comercios que ahora denominaríamos "de proximidad".

En un principio, los maragatos tenían el monopolio de los ultramarinos, que se dedicaban solo a productos de importación. Entre caminos y autovías, maragatos (2) También regentaban abacerías, tiendas de comestibles en general. Finalmente, el éxito del primer tipo de establecimientos acabó por fortalecer su actividad y concentrarla en un único negocio con esta nomenclatura, que a pesar de estar especializados en productos "exclusivos", ofrecían otros de todo tipo. En 1913, en La Coruña existían 28 tiendas de ultramarinos, 14 de ellas regentadas por maragatos. En el pequeño municipio de Melide, se fundaron a finales del siglo XIX tres tiendas de este tipo, todas del linaje de los Rodríguez Ureña (castellanos con posibles orígenes maragatos y que siguieron sus modos), y cuyos servicios abarcaban también el hospedaje e incluso el alquiler de carromatos y caballos en una de sus casas.

Y es que para la actividad arriera, se requerían hospedajes en su camino y cuadras para sus animales, por lo que fueron arrendando y adquiriendo diferentes viviendas que, con la pérdida de sus rutas, acabaron convertidos en alojamientos.

Además, regentaron numerosos almacenes, continuando otra faceta que ya realizaban en sus casas cuando eran arrieros. Destacaron los de grano o de sal, como en Viveiro. Y no fueron los únicos sectores a los que se dedicaron, ya que también abrieron chocolaterías, puesto que ellos transportaban el cacao a la meseta y otras pequeñas industrias.

A pesar de que en la actualidad los mercados evolucionaron hasta ser grandes superficies comerciales, aún existen algunas tiendas maragatas como la de los Pérez-Carro en Lugo, dedicada a la mercería. Los Calvo de Carballo, originarios de Santa Colomba de la Somoza, apostaron por el comercio de productos en conserva. Entre caminos y autovías, maragatos (2) En la actualidad, el Grupo Calvo es un referente a nivel internacional en el sector, con ventas que superaron los 246.000.000 € en el año 2023.

El caso de la familia Calvo es una muestra de la importancia de los maragatos en la sociedad y en la actualidad. La cultura, historia, medicina y la economía de Galicia tiene en muchos casos, sello maragato. Este será el tema del artículo que se publicará el próximo martes en Galicia Digital.
Vaamonde Rodríguez, Jacobo
Vaamonde Rodríguez, Jacobo


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


PUBLICIDAD
ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
HOMENAXES EGERIA
PUBLICACIONES