Taiwán condena categóricamente la distorsión por parte de China de la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU y los intentos de desviar a la comunidad internacional
Guaylupo, Eduardo - miércoles, 22 de octubre de 2025
Información proporcionada por la Oficina Económica y Cultural de Taipéi en España.
China una vez más publica declaraciones falsas sobre la soberanía de Taiwán, distorsionando indebida y deliberadamente la Resolución 2758 de la Asamblea General de la ONU para vincularla al «principio de una China», intentando difundir la falacia de que Taiwán está subordinada a la República Popular de China (RPC) y excusar sus actividades agresivas que socavan unilateralmente el statu quo de paz en el Estrecho de Taiwán y ponen en peligro la seguridad de la región del Indo-Pacífico. Es imprescindible puntualizar que las interpretaciones correctas de la Resolución 2758 son las siguientes:
La resolución no tiene nada que ver con Taiwán ni le impide participar en los mecanismos de la ONU ni en otros foros multilaterales. No hace ninguna mención a Taiwán en todo el texto y, por tanto, no puede haber expresado que Taiwán forma parte de la RPC, ni autoriza legalmente a la RPC a representar a Taiwán o al pueblo taiwanés ante la ONU y sus organismos especializados. La comunidad internacional cada vez presta más atención a la situación en el Estrecho de Taiwán. Además de contar con el apoyo de Estados Unidos y Japón, los parlamentos de la Unión Europea, Reino Unido, Países Bajos y República Checa también han expresado en sucesivas resoluciones su oposición a la distorsión de la Resolución 2758 por parte de la RPC.
El uso indebido de la resolución y la distorsión de la política de otros países por la RPC para aislar a Taiwán tiene el objetivo de restringir la libertad de los países para elegir por sí mismos. Su comportamiento contradice el principio de universalidad consagrado en la Carta de la ONU. Además, las escaladas provocaciones militares de la RPC en el Estrecho de Taiwán, el Mar de China Oriental y el Mar de China Meridional y otras zonas en los últimos años han puesto claramente en peligro la paz y la estabilidad en el Indo-Pacífico. Las reclamaciones de la RPC sobre Taiwán y sus acciones en la región representan intentos notorios de socavar el statu quo.
La República de China (Taiwán) y la República Popular China (RPC) no están subordinadas entre sí. La RPC nunca ha gobernado Taiwán. Solo el Gobierno de Taiwán, elegido democráticamente, tiene el derecho de representar a Taiwán en los mecanismos de la ONU y en la escena internacional. La RPC no tiene derecho a interferir.
Reiteramos que, tras la conclusión de la Segunda Guerra Mundial, el Tratado de San Francisco, jurídicamente vinculante en el derecho internacional, sustituyó declaraciones políticas como la Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam. El tratado no estipula la entrega de Taiwán a la RPC, que nunca ha gobernado Taiwán.
Taiwán hace un llamamiento a la comunidad internacional para oponerse a la repetida distorsión por parte de la RPC sobre la Resolución 2758 y a sus intentos de alterar el statu quo en el que ni la Taiwán democrática ni la China autoritaria están subordinadas la una a la otra. Taiwán reafirma que cualquier distorsión de los hechos no va a cambiar la realidad objetiva de la existencia de Taiwán. Y condenamos enérgicamente las falsas declaraciones de la RPC que deforman y enturbian deliberadamente la realidad de la situación del Estrecho de Taiwán, tratando de desviar la opinión de la comunidad internacional.
Como miembro responsable en la comunidad internacional, Taiwán continuará trabajando para defender el statu quo y alentar a más socios de ideas afines a contrarrestar la falsa narrativa de la RPC y promover conjuntamente la paz, la estabilidad y la prosperidad en el Estrecho de Taiwán y en la región del Indo-Pacífico.

Guaylupo, Eduardo
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