Emigrantes
Silva, Manuel - lunes, 27 de octubre de 2025
Debo confesar que sufro auténticos escalofríos al ver y oír a personajes de la vida pública -en general, de tendencias ultraconservadoras, ultra cristianas y ultra católicas- como rechazan con agresión verbal a los emigrantes que llegan a España, acusándolos de violentos y violadores. Y exigiendo la deportación inmediata a sus países de origen.
Cuando les oigo, no puedo dejar de pensar en que fuimos emigrantes muchísimos españoles. Especialmente, lo saben muy bien los gallegos, extremeños, andaluces y castellanos.
Concretamente, los gallegos saben que inicialmente tuvieron que marchar a buscarse la vida a varias partes del mundo, sobre todo a Cuba, Venezuela y Argentina. Por poner algún ejemplo muy notorio, cabe recordar que los padres del famoso político Manuel Fraga fueron emigrantes en Cuba, así como el padre del líder revolucionario cubano Fidel Castro. ¿Y qué decir de Argentina? Pues que los gallegos la consideran la Quinta provincia de esta Comunidad Autónoma, dado que son miles y miles los gallegos que se quedaron, ellos y sus hijos, a vivir en esa gran nación sudamericana.
Y luego
, durante los años 50, 60 y 70 del siglo pasado, "reinando" Franco en El Pardo, fue masiva la emigración gallega, entre otros países, a Suiza, Alemania e Inglaterra. Y, dentro de España, a Bilbao y Barcelona. En los veranos de esos años era espectacular ver como muchos pueblos -que no 'nadaban' precisamente en la abundancia- parecían auténticos lugares de atracción turística, pues su calles estaban llenas de coches que lucían en sus matrículas las letras D (Alemania), CH (Suiza), BI (Bilbao) y B (Barcelona).
Especial malestar me produce también la actitud hacia los emigrantes del presidente de los EE.UU, Donald Trump, pues cuando ordena su deportación parece no darse cuenta de que su abuelo era alemán; su madre, de Escocia, y su mujer
, de Eslovenia. ¡Casi nada! Y, por encima, quiere que le den el premio Nobel de la Paz.
A los ultra católicos quiero recordarles que el mismo Hijo de Dios, al poco de nacer, tuvo que emigrar a Egipto, país al que entró, montado en un burro, sin permiso y 'sin papeles', puesto que Herodes I El Grande, temeroso de que pudiera ocupar su trono, ordenó la matanza de los inocentes, la de todos los niños de Belén menores de dos años.
Quiero recordarles también que San Pablo en su Carta a los Gálatas, (3: 28-29) afirmó tajante: "Ya no hay judío o griego, no hay siervo o libre, no hay varón o hembra, porque todos sois uno en Cristo Jesús".
Y, si les queda algún tiempo libre en su ardua tarea de buscar bulos e insultos, les recomiendo la lectura de la Constitución "Gaudium et Spes" -aprobada en el Concilio Vaticano II- en la que, con rotundidad, se afirma que "toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión, debe ser vencida y eliminada por ser contraria al plan divino".
Y el Papa León XIV acaba de proclamar solemnemente: "A los emigrantes les digo que son siempre bienvenidos".
"Pienso, en modo particular -añadió el Papa Prévost- en los hermanos migrantes que han debido abandonar su tierra, muchas veces dejando a sus seres queridos, atravesando las noches de miedo y de soledad, padeciendo en su propia piel la discriminación y la violencia".
El Papa subraya que "esas barcas que esperan avistar un puerto seguro en el que detenerse y esos ojos llenos de angustia y esperanza que buscan una tierra firme a la que llegar, no pueden y no deben encontrar la frialdad de la indiferencia o el estigma de la discriminación".
¿Lo quieren más claro, señores-rechazadores de los inmigrantes? ¿Prefieren verlos repatriados, tras meterlos a empujones en un avión? ¿Prefieren verlos ahogados en el mar? Y, después, ¿tendrán valor y cara para el domingo acudir a misa, comulgar y dar un euro al pobre que pide limosna en la puerta de la iglesia? Ya sabemos cómo llamó Jesucristo a los escribas y fariseos: "Hipócritas, raza de víboras y sepulcros blanqueados".

Silva, Manuel