Para Javier Sierra toda obra es un gran teatro donde ha sabido unir un tema con otro. Aclaremos: estamos ante un diario que lleva en el bolsillo junto a una cámara de fotos. Habla de la infancia, de esos momentos de desconcierto al crear un medio de comunicación o un periódico a una tierna edad... Pero ¿algunos de ustedes se han sumado a contemplar los cielos? Es algo que nuestro protagonista ha realizado en múltiples ocasiones indagando que es realmente lo que hacemos aquí. Y no solo eso, que mejor portada gráfica con la que se abre El Plan Maestro que es el Ojo que todo lo ve. El jardín de las Delicias un tríptico datado por distintos investigadores entre 1485 y 1505. Es una obra del Bosco (1450-1516) y no podemos medirla como un género pues abarca todo nuestro mundo.

Quizás al visitar Santiago de Compostela en donde ha estado y ver los distintos estudios que se han realizado sobre el Camino de Santiago estará vislumbrando una obra que ya ha hecho o quiere hacer. Los caminos son mágicos pero depende de la persona que los ve. En cierta ocasión con un autobús quiso mostrar a sus lectores los distintos acontecimientos que reunía en sus obras.
¿Cuando vamos al Museo del Prado observamos todas las obras que están en el mismo? ¿Las hemos entendido? Cuando viajamos a Santander o por la España templaria ¿hasta que punto entendemos los mensajes dejados por ellos? ¿y al salir fuera de España nos damos cuenta de lo que estamos observando o es todo fruto de nuestra imaginación? Eso es lo que debió pensar Javier Sierra cuando le prometió a su familia unas vacaciones que parece que nunca llegaban. Eva, Martín y Sofía son los verdaderos protagonistas junto al Sierra inquieto y curioso algo que parecen compartir mientras Eva sabe muy bien lo que es viajar con la inquietud y el entusiasmo del autor. En este teatro / novela nunca llega el final pues nos remite al trabajo anterior El Maestro del Prado que parece un hermano de este. Los diálogos y los pies de texto que aparecen en la obra nos "obligan" no ir solo a las obras que menciona sino también a buscar quien es Alberto Manguel que pasó sus primeros años en Israel donde su padre era embajador de Argentina para el que "Leer es compartir dos veces".
Siempre se necesita una persona que esté con los pies en el suelo y Eva, Sofía y Martín se dedican a esa labor. Existe una prueba de que se puede sentir el pasado, esto no quiere decir que se pueda viajar hacia él. ¿Cual sería la opinión de Frida Kalho o de Diego Rivera al encontrarse con nuestro autor?¿Tendría para ellos una respuesta?.¿Hemos entendido el arte? Podríamos preguntarle a Manuel Mújica Laínez autor de Un novelista en el Museo del Prado si realmente hemos entendido el arte?