Tontos Club (9)

Me levanto con dolor de cabeza y, cuando iba a tomar un paracetamol, resulta que oigo en la radio al inefableTrump,al negacionista sanitario y ambiental, al constructor, comisionista, amigo de pederastas, al Oráculo de Delfos en versión yanqui, a ese personaje tan patéticamente siniestro, cuyo diccionario desconozco, que, después de una reunión con sus asesores, no se le ocurre mejor cosa que soltarnos otra de sus innumerables perlas, diciendo que el parecetamol causa autismo. A mí me parece que si en vez de tantos consejeros, hubiese leído a su paisano Mark Twain se le aclararían las ideas: "Es mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar dudas". Porque la ciencia hasta ahora no dijo nada de que no sea seguro. Si yo fuese juez de la supuesta primera potencia mundial, le mando copiar cien veces: "soy imbécil y necesito corregirme". Pero ni soy juez ni yanqui. Lo que si parece cierto es que la demagogia de los dictadores acostumbra a sembrar mentiras por todas partes para que, ante el caos, la sociedad requiera de sus servicios. Así que dejo para sus universidades, tan exquisitas ellas, la información y la formación precisa para evitar tanta sandez.
Hace mucho tiempo que desconfío de las universidades por las presiones económicas a que están sometidas ya de los políticos, ya de las empresas. Las cunas del conocimiento de antaño han sufrido un fuerte deterioro y hoy muchas de ellas parecen más bancos expendedores de títulos que centros de formación vanguardista. A ello contribuye también la sed de vanidosos títulos de una burguesía siempre ávida de aplausos. Observe el lector que tipos como Donald Trump probablemente suspenderían muchas asignaturas de cultura general, no por su cargo, sino por su desconocimiento. Por eso el Capitalismo depredador no goza de gran predicamento, aunque su máquina intimidatoria nos quiera convencer de lo contrario. ¡Y son los que gobiernan el mundo!. Mi hija Eli me avisa: "Calla, papá, a ver si te van a quitar la pensión". ¡Y yo que sé! A lo mejor el malandrín ese se entera porque se lo cuenta la inteligencia artificial y me quedo mojama.
Así que para evitar la consiguiente depresión, miro el mapa en dirección este: ¡Manma mía! ¡Putin, Netanyahu, Xi Jinping, Kin Jonhg Un...! ¡Y pensar que el mundo está en manos de estos iluminados! Parece increíble que tanto teórico progreso de la raza humana tenga en tales manos nuestro porvenir! Resulta pues evidente que la Inteligencia Artificial tiene futuro porque resulta evidente que la natural escasea y está muy contaminada. Así que tengo que refugiarme en la fabulación de Merlín, Aladino o el Principito y soñar que ellos encuentran un asilo para nosotros. El problema resulta en que ni están ni se les espera para jugar en este mar de la inconsciencia.
Así que, abrumado por el panorama, huyo y regreso a Madrid. Me cuentan que, vista la dictadura norteamericana del Capital, la antaño famosa Estatua de la libertad ha desaparecido en el mar y que se ha apagado su antorcha; pero, igual que las botellas de agua nos traen mensajes, parece ser que aquella esbelta paladina de la libertad se ha convertido en una sirena, y, utilizando el mismo método que el Apóstol Santiago usó para llegar a Compostela, la famosa Libertad llegó a Madrid, y se reencarnó en Isabelita Ayuso. Lo primero que hizo la Presidenta, asesorada por el "Mar" de las yintónicas, fue cambiar la antorcha por una caña, que se va renovando cada día. Si no me creen, sepan que milongas mayores forman parte de la Historia.
La Antigua Becaria de radio Marca aprendió rápido que el mejor ascensor social es afiliarse a un partido. Eso lo asimiló tiempo después El famoso Koldo que ¡ascendió de macarra de discoteca a asesor ministerial con cuantioso patrimonio. Pues bien, la Susodicha, con mando en plaza, es decir en caja, y privatizando el servicio público, por esas necesidades, casualidades, coincidencias... del compartir, se le aparece, un tal Amador, cual virgen de Fátima, y casualidades de la vida eso llevada también aparejada la multinacional Filón, quise decir Quirón, y comienza el dinero a fluir con tal rapidez y precisión que hasta hacen milagros. Quirón es una versión alemana de las hijas de la madre Teresa de Calcuta -¡ojo con la rima!- y llevaba de serie un apuesto galán. Lo demás es público y notorio. Que si millones en las mascarillas, que si es un defraudador confeso de Hacienda, que si viven en un casoplón... pero, como me decía un antiguo político gallego: "Eso son servidumbres del cargo". ¡Qué distintas somos las personas, a mi los cargos sólo me dieron disgustos!
Pero llegó el amor y de tanto usarlo, antes nacían niños, pero ahora dividendos. Y, como una cosa lleva a la otra, evoco la canción de Sabina porque eso es lo que tiene ser princesa y recuerdo: "Ahora es demasiado tarde, princesa,/ búscate otro perro que te ladre, princesa". Y se me ocurre añadir: "y es que tan listo Amador, es un defraudador,/ y merece la cárcel, princesa". ¡Vamos que si va a la cárcel te vas a quedar solita en tu mascarillero casoplón! Aunque siempre existe la posibilidad de que, antes de ir al bis a bis, pases por los comedores escolares y recuerdes que los niños también comen y necesitan menos bazofia.
Lo siento amigos lectores, esto es lo que hay. No lo que quisiéramos.