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¿Tengo suficiente talento como articulista de opinión?

Caminero, Jmm - viernes, 29 de agosto de 2025
Es una pregunta dura y grave, además hacerla y hacérsela delante del público, tengo suficiente talento. Cada persona en su oficio y en su profesión o en su actividad puede hacérsela...

Tiene usted suficiente talento como médico, abogado, ama de casa, electricista, fontanero, panadero... lo tiene usted como poeta, pintor, filósofo, lo tiene usted o lo tengo yo como articulista de opinión. Pertenezca usted al grupo de columnistas que sea: existen básicamente dos: los que reciben un estipendio por sus artículos cuándo se publican; segundo, los que sólo reciben las gracias...

La pregunta es dura, pero es clarificadora, el que lea los artículos que firmo o el del resto de otros autores y autoras, tiene derecho a preguntarse, si el pastelero del que compra los pasteles tiene suficiente grado de calidad en sus productos y en sus resultados. El articulista como cualquier otra persona que hace cualquier actividad humana, que sea legal y moral, tiene que someterse a la crítica y al análisis y evaluación de uno mismo y de los demás, siempre con razonamientos sosegados, racionales, moderados, prudentes...

Se habla que existen en estos momentos, entre dos mil y cinco mil columnistas en esta Península Ibérica, entendiendo a aquella persona que al menos publica un artículo de opinión cada quince días, o al menos uno al mes, de forma constante, digamos durante los últimos cinco años, algunos llevan diez, otros cincuenta –algunos cobran dínares y otros no-. Unos construyen o han realizado mil artículos en toda su existencia, otros cinco mil, y, unos pocos veinte o veinticinco mil –alguien dirá que esto último no es posible, y, que siga existiendo con vida o respirando-. Bueno, no lo sé, pero Albiac y Anson deben estar cerca de los quince o veinte mil –sólo artículos de opinión, sin entrar en otras piezas, y, a nivel regional y provincial habrá personas que estarán alrededor de quince mil, porque llevan toda su vida en este yunque y tajo...-.

¿Pero quién dice si un autor/a de artículos de opinión o personales o literarios, todos estos nombres tienen dispone de suficiente talento, en contenido y conceptos e ideas, y argumentos y razones, y, suficiente estética y oratoria y belleza, quién lo dice...?

¿Por otro lado, se puede considerar el talento como dotes naturales que el individuo dispone, más la formación conceptual y saber suficiente, más un grado suficiente de estética y de belleza, y, también con un grado de experiencia, es decir, haber realizado unos miles de piezas, y, lleve en ello, como lector de otros articulistas y como autor, al menos diez años...?

¿Y, desde el punto de vista teológico, que también hay que tener en cuenta, "que hay que hacer toda obra que sea buena", escribir artículos en principio es una cosa buena, es legal y es moral, siempre que se haga moralmente, pero también, desde la teología, quizás este argumento usted nunca lo haya oído, ni leído, pero existe en el seno del cristianismo, que "aunque sea una obra buena, que hacer columnas periodísticas lo es, siempre que se haga con suficiente moralidad, prudencia, moralidad, es si ese individuo/a que realiza ese trabajo o actividad, considera que eso es lo que el Buen Dios quiere para él o ella...?

¿Dirá alguien como un mortal sabe si el Ser Infinito Personal y Omnipotente desea que Antoñito Camborio López-Perez Mairena quiere que en sus ratos libres, en su actividad humana, al menos, una de ellas, aunque no sea profesionalmente, quiere que sea “escritor”, porque el articulismo es un género literario, y, además que sea “columnista de opinión?

Por tanto, sintetizando lo anterior, alguien que hace artículos de opinión, aunque tenga otra actividad humana y profesional que le permita vivir y sobrevivir –hemos dicho que más de la mitad de los articulistas que ahora mismo publican en los cientos de diarios digitales, quizás más del ochenta por ciento solo reciben las gracias-, pues esas personas tienen que averiguar, si es posible, y, el lector-a también: primero si tiene suficiente talento natural para esa actividad, si tiene suficiente conocimientos y experiencia en esa actividad, y, si cree que el Buen Dios le ha dado el talento-permiso para que realice esa actividad, o dicho tradicionalmente esa “obra buena”.

Ya que usted está leyendo esta columna periodística de opinión, y, ya que está usted leyendo algo de este sujeto o polígrafo o escribiente... ¿Usted cree que este modesto plumífero y escribano, reúne las tres condiciones o grupos de condiciones que antes hemos indicado...?

¡Y, yo, como escribano/escritor creo que reúno estas tres grupos de condiciones o variables que pueden conformar, que alguien no sólo tenga talento, capacidad de conocimientos y saber y, aceptación del Buen Dios, sino que de alguna forma reúne las condiciones para que sus trabajos, en este caso crear armarios de palabras o artículos, tienen el suficiente grado de calidad y profundidad y esencialidad y belleza y moralidad...!

¡Qué creo yo... además de intentar hacer artículos que puedan ser leídos con fruición y valor dentro de cien años...! ¡Qué cree usted que yo debo creer de mi propia actividad...!
Caminero, Jmm
Caminero, Jmm


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