Es sólo cuestión de amor
Agrelo, Santiago - domingo, 24 de agosto de 2025
Lo recitaremos, tal vez lo cantemos, como estribillo del salmo responsorial: «Id al mundo entero y proclamad el evangelio».
Lo recitaremos, tal vez lo cantemos, pero es muy posible, puede que muy probable, que no nos sintamos interpelados por esa llamada, que nos deje indiferentes la suerte del mundo, o que no tengamos evangelio alguno para llevarle.
Me pregunto por el lugar que ocupan en la Iglesia que somos, en mi corazón y en el tuyo, el evangelio y el mundo.
Porque, si hablamos de evangelio y de mundo, no estamos hablando de ideas que transmitir, sino de amores por los que dar la vida.
Porque nos amó, Dios se hizo evangelio para los pobres: luz para los ciegos, libertad para los oprimidos, perdón para los pecadores
Porque nos amó, Dios nos entregó a su Hijo, para que en él tuviéramos vida, para que por él nos iluminase la verdad, para que ese Hijo nos mostrase el camino que lleva hasta el corazón del Padre
Y porque nos sabemos amados, por eso mismo nos reconocemos llamados a amar como Dios ama, a ser evangelio para el mundo como lo fue Cristo Jesús, a ir al mundo desde el corazón de Dios
A veces me oprime la sensación de que el amor ha fracasado, que Dios ha fracasado en amar lo que ha creado, que Dios ha hecho el ridículo en su empeño de atraer con lazos de amor a hombres y mujeres que lo ignoran porque han experimentado su inutilidad.
Pero algo me dice que el amor no fracasa nunca, aunque sea siempre una locura
Algo me dice que, si amas, habrás entrado por la puerta estrecha, que es Cristo Jesús
Si amas, te encontrarás sentado con Cristo Jesús a la mesa en el reino de Dios
Si amas, estarás en comunión con Cristo Jesús, con el cuerpo de Cristo que es la Iglesia, con la humanidad entera, con toda la creación
La razón del amor es amar.
La recompensa del amor es haber amado.
No preguntes si serán pocos los que se salven: de nada te sirve saberlo.
En tu celebración de este domingo, escucha y comulga
Que es como decir: Entra por la puerta estrecha
Aprende a Cristo Jesús
Hazte evangelio para los pobres
Ama, Iglesia cuerpo de Cristo, como eres amada
Ama, hasta el día en que, tal vez sorprendida y asombrada, te encuentres sentada a la mesa con todos los que has amado.
Entrar por la puerta estrecha, es sólo cuestión de amor.
Llenar de sentido la vida, es sólo cuestión de amor.
Lograr el fruto de una vida, es sólo cuestión de amor.
Ama y haz lo que quieres.
Ilumínanos, Señor con la luz de tu Espíritu, para que, siguiendo el camino que es Cristo Jesús, amando al modo de Cristo Jesús, nos sentemos un día, con todos los amados, en el banquete de tu Reino.
(Fr. Santiago Agrelo es Arzobispo emérito de Tánger)

Agrelo, Santiago