El mercado cripto español entra en la recta final hacia 2026 con un viento de cola que no se veía desde los inicios de la década. El halving de 2024 redujo a 3,125 BTC la recompensa por bloque, pero, esta vez, la clave no parece residir sólo en la oferta cada vez más exigua de bitcoin, sino en la profundísima transformación regulatoria y bancaria que atraviesa el país.
España aplica ya el Reglamento MiCA y, con él, consolida un ecosistema en el que la gran banca, los inversores minoristas y los innovadores de la Web 3 hablan, por fin, el mismo idioma normativo.
Regulación, banca y madurez del mercado
La piedra angular de ese nuevo idioma es MiCA, que entra en plena aplicación el 30 de diciembre de 2025 y convierte a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la puerta de entrada obligatoria para cualquier proveedor de servicios cripto.
El supervisor ha habilitado un registro único y ha detallado obligaciones de solvencia, custodia y transparencia que, según sus propias notas, buscan proteger al inversor minorista sin ahogar la innovación. La banca tradicional se ha apresurado a aprovechar el marco.
Openbank obtuvo esta semana la licencia MiCA, tras BBVA y Cecabank, y ya distribuye catorce ETPs de criptoactivos, mientras estudia lanzar servicios de compraventa directa y stablecoins propias.
La CNMV confirma que algunas entidades nacionales y europeas se han inscrito desde enero para operar con criptomonedas, un fenómeno que rompe la histórica reticencia de los bancos a tocar Bitcoin y que refuerza la liquidez del mercado español.
El efecto de esa institucionalización se percibe también en la base de usuarios. Según un estudio citado por el BdE, el porcentaje de ciudadanos que posee criptoactivos se ha duplicado en dos años. Del 4 % en 2022 al 9 % en 2024, con un 57% que declara invertir por convicción a largo plazo y un 39% que ya utiliza los tokens como medio de pago.
Esta penetración, alineada con la media de la eurozona, demuestra que el Bitcoin ha dejado de ser terreno exclusivo de early adopters y se integra en carteras diversificadas junto a renta variable o fondos indexados. Ese nuevo perfil de ahorrador, nativo digital y cada vez más cómodo con la inteligencia artificial, no se conforma con BTC y ETH.
Empieza a explorar fenómenos híbridos, como las
meme coins de IA que combinan narrativa viral y utilidades basadas en modelos generativos. La expectación que rodea a estos tokens no se entiende sin el paraguas regulatorio que blinda el acceso a intercambios regulados y sin la presencia de bancos que ofrecen custodia institucional.
Lo que permite anticipar un 2026 menos expuesto a criptoinviernos cíclicos. De la mano de MiCA, los ETF de bitcoin al contado, ya disponibles, podrían ganar popularidad en la UE en 2026.
Combinado con la interoperabilidad que se espera del euro digital, el resultado será un mercado donde la liquidez procedente de grandes gestoras convivirá con la creatividad de start‑ups que tokenizan desde energías renovables hasta futuros cinematográficos.
Innovación descentralizada y narrativa cultural
La
euforia que rodea a las monedas digitales no es nueva, pero el giro que han dado en 2025, al fusionarse con aplicaciones de inteligencia artificial generativa, les ha permitido dar el salto del simple chiste al experimento tecnológico serio.
Algunas han duplicado su capitalización en menos de seis meses, alimentado por algoritmos que ajustan la oferta en función de la actividad en redes sociales. Este dinamismo ha captado la atención de los inversores españoles que ya manejan carteras diversificadas con BTC y ETH y buscan exposición a narrativas de alto crecimiento.
El ambiente regulatorio local, paradójicamente, se ha convertido en aliado de esta fiebre creativa. Con la Comisión Nacional del Mercado de Valores, hay un filtro que expulsa proyectos opacos y favorece a los que publican white papers auditados y código abierto. De hecho, Bit2Me acaba de convertirse en el primer exchange español con licencia MiCA.
Mientras tanto, los emprendedores locales aprovechan los nuevos sandboxes regulatorios. Token City, nacida en Madrid, recibió esta semana informe favorable de la CNMV para lanzar la primera bolsa de valores tokenizada del país, utilizando smart contracts que incorporan módulos de IA para prever liquidez y volatilidad antes de listar un activo.
El impulso no llega solo desde la oferta. Según el
Informe de Estabilidad Financiera 2025 del Banco de España, el ahorro de los hogares se ha mantenido estable pese a la bajada de los tipos. El ecosistema comercial también comienza a reflejar esta normalización.
Son más de 1.600 establecimientos españoles que aceptan pagos en criptomonedas, una cifra impulsada por soluciones punto de venta integradas con stablecoins y con pasarelas automáticas de cambio a euros, lo que elimina la fricción para el pequeño negocio.
Para el consumidor final, la experiencia se asemeja cada vez más a pagar con Bizum o Apple Pay, lo que reduce la barrera psicológica de gastar crypto en lugar de limitarse a especular con ella.