Una duda que me asalta: ¿es correcto empezar las obras si, como dice el Ayuntamiento,
aún no tenían permiso para la playa?... Foto: La Voz de Galicia
Para el común de los mortales la diferencia entre un argumento y una excusa es que el argumento es que usan "los míos" y una excusa lo que aplican "los otros". La pobreza de la interpretación es tan grave como las consecuencias de aplicar las gafas de color a lo que leemos, y aunque todos lo hacemos en mayor o menor medida, la cosa está en ser razonables en la medida de lo posible.
La "playa fluvial" de Lugo no se verá este año a pesar de que ya se habían empezado "las obras". Pongo todo entre comillas porque qué quieren que les diga, llamar "playa" a una puñetera plataforma de cinco por dos metros, en una ciudad de 100.000 habitantes me suena más a ridículo que a acción de gobierno. Igual que considerar "obra" poner unos tablones rematados con un cacho de césped artificial puesto de aquella manera.
El problema de hoy en día es que ya no se bareman los argumentos de unos u otros sino que se cree ciegamente lo que dicen de un lado porque son los que toca defender, y se ignoran los del otro. En este caso nos encontramos con dos posturas enfrentadas:
El Ayuntamiento afirma que renuncia a la "zona de baño" (no me sale ponerlo sin comillas, me resulta tan surrealista que no puedo) por las trabas administrativas que le impone la Xunta de Galicia. Afirman que se pidieron "en tiempo y forma" los permisos necesarios y que ahora la Xunta emite un nuevo informe con "múltiples solicitudes" para impedir que la rampa se abra hasta septiembre... vamos, como el año pasado.
Por su parte, la Xunta indica que ayer, el mismo día en que el Ayuntamiento renunciaba públicamente a esta "zona de baño", concedieron la licencia para abrirla.
Esto último parece ser suficiente argumento en contra de la postura municipal, ya que si se concede la licencia el 21 de julio no cabe pensar que no puede estar hasta septiembre. Pero más allá de ese tema, ya que ayer tampoco es que fuera una fecha muy adecuada para abrir el acceso al río, hay que ver el cronograma de solicitudes y la intervención de diferentes administraciones, ya que incluso los municipios son víctimas de la maraña burocrática que nos impone tanta administración superpuesta.
Veamos la línea temporal, hasta donde podemos conocerla por lo publicado por la Xunta (si desconfían, recuerden que en otras ocasiones el Ayuntamiento negó las afirmaciones de la administración autonómica y salieron escaldados porque se demostró documentalmente que la Xunta tenía razón).
- El 21 de mayo la Confederación Hidrográfica pide a Patrimonio Natural de la Xunta que informe sobre la instalación de la rampa. El 28, es decir, en una semana, se informa favorablemente pero poniendo ciertas condiciones por los mejillones de río (especie protegida) que habría que trasladar como pasó el año anterior.
- El 30 de junio la Confederación resuelve favorablemente la instalación de la rampa del 15 de junio (obsérvese que la resolución es de 15 días más tarde) y el 15 de septiembre, pero condicionado a que Patrimonio natural autorice el traslado de los mejillones.
- El 7 de julio (una semana después de la resolución de la Confederación) la empresa Biosfera, en nombre del Ayuntamiento (obsérvese que no lo hace la administración sino que han privatizado la gestión de este tema) pide hacer una prospección para ver los mejillones que hay, lo que se autoriza el 8 de julio (al día siguiente), se ejecuta, y se informa el día 14.
- El 17 de julio la empresa solicita autorización para trasladar los mejillones, pero no acreditaban actuar en nombre del ayuntamiento, lo que se les requiere el mismo día y aportan la documentación el 18 de julio, viernes. El lunes 21 se autoriza el traslado
y el ayuntamiento renuncia.
Es decir, los "retrasos" de la Xunta son los siguientes: 5 días hábiles para el informe inicial, 5 días hábiles para autorizar, ejecutar e informar sobre la existencia de los mejillones, y 1 día hábil para autorizar el traslado. 11 días de tramitación.
Si tenemos en cuenta que la Confederación Hidrográfica tardó 23 días hábiles en autorizar la instalación de la rampa una vez recibidos los informes pertinentes, vemos que supera por más del doble los tiempos de la administración autonómica pero el Ayuntamiento interpreta que la Xunta es la que dilata los plazos.
¿Tendrá algo que ver que la Confederación depende del Estado, y el Gobierno es "amigo"? Despejen ustedes esta dificilísima incógnita.
Todo esto suena a excusa. Incluso me atrevería a decir que es un alivio para el Ayuntamiento poder echar la culpa a la Xunta para deshacerse de una foto ridícula como la del año pasado con el "Palomares" cutre que se tuvieron que marcar para poner la rampa ya iniciado septiembre, que esa es otra. En 2024 inaugurar la tontería esa a primeros de septiembre les parecía un "éxito". Ponerla a funcionar ahora a finales de julio, es "inaceptable".
Evidentemente aquí hay argumentos y excusas. Juzguen ustedes.