El Miño y Lugo

Tras nacer cerca de Meira
-en Pedregal de Irimia-
El Miño se echó a correr
Hacia un gran 'bosque sagrado'
Llamado Lucus Augusti.

Y, al llegar a la Tolda,
Se detuvo a descansar.

Desde allí, sus Ojos Grandes
Vieron una gran muralla
-Una muralla romana,
Patrimonio de la Humanidad-
Por la que el personal pasea
Y contempla la ciudad.

Sus ojos también vieron
como, desde el siglo sexto,
Cristo está expuesto día y noche
En la catedral, privilegio
Otorgado para combatir
La herejía de Prisciliano
Y celebrar la conversión
Al catolicismo de Teodomiro.

Por esta exposición permanente
Lugo también es conocido como
'La Ciudad del Sacramento'.

Y, por eso, en el escudo lucense
Aparecen dos ángeles,
Adorando -rodilla en tierra-
El Cuerpo de Cristo
Bajo las especies de pan y vino,
Rodeado todo por la leyenda:
'Hoc, hic, mysterium fidei
firmiter profitemur'.

Y todo el antiguo Reino de Galicia
Incorporó a su escudo
-Junto con las siete cruces
De sus siete provincias de entonces-
El Cáliz y la Hostia.

Yo estuve en Lugo
Dieciocho años, de 1955 a 1973,
Fecha en que emigré a Madrid
Para estudiar Periodismo.
Pero, antes de irme,
Me pasé por la Tolda
Para despedirme del Miño.

Y allí vi como sus aguas
Corrían alegremente
Hacia la Ribeira Sacra
Para abrazarse en Los Peares,
Frontera con Orense,
Con las abundantes aguas del Sil.

Los dos ríos, hermanados,
Atravesaron la Ciudad de las Burgas
Para dirigirse a Pontevedra
Y desembocar en el Atlántico,
En La Guardia, Frontera con Portugal,
Justo al lado del famoso
Monte de Santa Tecla.