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Fonfría do Camiño (VII)

lunes, 31 de agosto de 2009
Fonfra do Camio (VII) Parroquia de San Juan de Fonfría, catastro de Ensenada
Relación de vecinos, estado civil, propiedades y rentas que pagaban


Antonio Pérez, casado, sesenta y seis años, tenía una hija mayor de los dieciocho y otro hijo casado en casa en su compañía, además de otra hija. Propiedades: una casa de planta baja situada en Fonfría que medía de frente diecinueve varas y once de fondo, colindaba por la derecha e izquierda con el Camino Real. Otra casa de planta baja, en el mismo lugar, que medía de frente once varas y seis de fondo, lindaba por la derecha con el dueño y por la izquierda con el Camino Real, además de un hórreo. Tenía trece parcelas, por las que pagaba las siguientes rentas: a Juan Fernández, vecino de Doncos, 55 reales de vellón por razón de un censo rédemible de 1.920 reales de su principal. Por una parcela abonaba al Hospital de Sant Catalina, un ferrado de centeno anualmente. Compatibilizaba su trabajo de labrador y tabernero, calculándosele unas ganancias en él negoció de la taberna de ochenta reales.

Domingo Daira, viudo, de sesenta años, tenía tres hijos mayores de los dieciocho y uno ya viudo en su compañía; además de dos hijos menores de los dieciocho, dos hijas y una criada. Compatibilizaba su trabajo de labrador y de arriero. Propiedades: una casa de planta baja, cubierta de paja, situada en el lugar de Fonfría, que media de frente veinte varas y de fondo catorce, lindaba por la derecha con el Camino Real y por la izquierda con propiedad del dueño. Otra casa de planta baja y piso alto, situada en el mismo lugar, que medía de frente diez varas y seis de fondo, lindaba por la derecha e izquierda con propiedad del dueño. Este edificio era el antiguo mesón real, que ha sido derribado en la década de 1980. También tenía dicha casa un hórreo. Trabaja veintiocho parcelas, cuatro de ellas, eran del directo dominio de la señora condesa de Amarante, es decir de los señores de la fortaleza de Torés, que por aquellas fechas vivían en la ciudad de Valladolid, a la que pagaba anualmente ciento treinta y dos reales de vellón en concepto de foro. Al Hospital de Santa Catalina de Fonfría, por cinco parcelas de su propiedad pagaba tres ferrados de centeno, una libra y media de manteca anualmente, ello en virtud de foro. Por el oficio de arriero le calculaban unos ingresos de cincuenta reales de vellón. En 1619 era vecino dueño de ésta casa Juan Daira da Pozaca, en realidad el apellido era Daira, “da Pozaca” se refiere a una poza de agua que solía formase delante de la vivienda. También en dicha fecha era vecino de Fonfría Blas Daira.

Francisco Carballo, casado, de cincuenta y un años, tenía un hijo menor de los dieciocho, una hija, una hermana. Compatibilizaba su trabajo de labrador con el de estanqullero, (vendedor de tabacos). Propiedades: una casa de planta baja, situada en el lugar de Fonfría, que medía de frente dieciocho varas y once de fondo; lindaba por la derecha con el Camino Real, por la izquierda con José Núñez, además de un hórreo. Trabaja trece parcelas; pagando de réditos por dos de ellas a Juan Fernández, vecino de Doncos, veintisiete reales y medio de vellón, de un censo rédemible de setecientos treinta y tres reales, por razón de rente sobre las mismas propiedades. Pagaba al señor conde de Maceda, vecino de Madrid, por una parcela doce reales de vellón, por razón de renta, en cada un año, en virtud de un foro. Pagaba el Hospital de Santa Catalina de Fonfría, por otra parcela, un ferrado de centeno cada año, por razón de foro.

Francisco Veiga, de cincuenta años, casado, tenía tres hijas, un cuñado mayor de los dieciocho. Compatibilizaba su trabajo de labrador con el oficio de tabernero. Propiedades: una casa de planta baja, situada en Fonfría, medía de frente dieciocho varas y doce de fondo, lindaba por la derecha e izquierda con el Camino Real. Trabaja quince parcelas, que eran del directo dominio del cura que era o fuese de la feligresía de San Juan de Torés, como bienes del iglesario. Al que pagaba anualmente por virtud de foro dieciséis ferrados de centeno. Por la utilidad de su oficio de tabernero le habían calculado unas ganancias anuales de cien reales de vellón.

Francisco Antonio de Aira, de cincuenta y ocho años; casado, con tres hijas. Compatibilizaba su trabajo de labrador con el oficio de arriero. Propiedades: una casa de planta baja, situada en el lugar de Fonfría, medía de frente diez varas y doce de fondo; lindaba por la derecha con el dueño y por la izquierda con el Camino Real, además de un hórreo. Era propietario de treinta y una parcelas, pagando al cura párroco que fuese de Fonfría seis reales de vellón, en concepto de limosna por tres misas de aniversario cada año.

Juan Carballo, do Cabo; de cuarenta años, casado, tenía dos hijas. Propiedades: una casa de planta baja, situada en Fonfría, que medía de frente dieciocho varas y de fondo diez; colindaba por la derecha con propiedad de Pedro López, por la izquierda con el Camino Real, además de un hórreo. Tenía veintiséis parcelas; por una de ellas pagaba a Juan Fernández, vecino de Doncos, cincuenta y cinco reales de vellón, por réditos de un censo redimible de mil ochocientos cuarenta y ocho reales de su principal. A doña Catalina Belón, vecina de Santa Eulalia de Guilfrey, abonaba veintisiete reales y medio por razón de censo rédemible de novecientos treinta y cinco reales de su principal. Por la relación de fincas, y por el pertinente estudio genealógico que he realizado, esta casa era la actual casa de Lucas. En realidad el señor se llamaba Juan Carballo, do cabo quería indicar que era la última casa del pueblo, dado que en Fonfría habían catastrado las viviendas y fincas comenzando en dirección a la villa de Triacastela, siguiendo el Camino Real de Castilla a Galicia.

Juan Cela Valcarce, de cincuenta años, casado, padre de un hijo mayor de los dieciocho y de dos hijas. Propiedades: una casa de planta baja, situada en Fonfría, que medía dieciocho varas de frente y once de fondo; colindaba por la derecha e izquierda con el Camino Real, además de un hórreo. Trabajaba veintiuna parcelas, trece de ellas eran del directo dominio del cura que había o fuere de la parroquia de San Juan de Torés, ello, por ser bienes del iglesiario; al que pagaba anualmente dieciséis ferrados de centeno por foro.

Juan de Armesto; de sesenta años, casado, tenía dos hijos mayores de los dieciocho años y una criada. Propiedades: una casa de planta baja, situada en el lugar de Fonfría, que medía de frente diecinueve varas y once de fondo; colindaba por la derecha con el Hospital de Santa Catalina, y por la izquierda con el Camino Real. Trabaja trece parcelas, siete de ellas eran del directo dominio del Hospital de Santa Catalina; que en su nombre pagaba al abad o prior del convento del Santo Espíritu o también llamado de Tercerones de Melide, una renta anual de cinco ferrados de centeno por razón de foro. A sí mismo abonaba a la condesa de Amarante y señora de la fortaleza de Torés, dos reales de vellón por reconocimiento de señorío y vasallaje.

Juan Macía, de treinta y siete años, casado, padre de un hijo mayor de los dieciocho y de una hija. Propiedades: una casa terrena o de planta baja situada en Fonfría, que medía de frente diecisiete varas y once de fondo; colindaba por la derecha con parcela de la misma y por la izquierda con el Camino Real. Trabaja dieciocho parcelas, dos de ellas eran del directo domino de la condesa de Amarante, señora de Torés, a la que pagaba anualmente cuatro ferrados de centeno y dos reales de vellón por el reconocimiento de señorío y vasallaje. Otras cinco fincas eran del directo domino del Hospital de Santa Catalina, por las que pagaba al prior del convento de Melide tres ferrados de centeno.

Juan Pérez, de treinta años, casado, tenía dos hijos menores de los dieciocho y una hija. Propiedades: una casa de planta baja, situada en el lugar de Fonfría, que medía de frente dieciséis varas y doce de fondo; colindaba por la derecha con el Camino Real y por la izquierda con propiedad de su dueño; también tenia un hórreo. Trabajaba veintiséis parcelas; dos de las mismas eran del directo dominio del Hospital de Santa Catalina, pagando al abad o prior del convento de Tercerones de la villa de Melide, ferrado y medio de centeno y libra y medio de manteca de renta cada año, por razón de foro. Pagaba a la señora condesa de Amarante, señora y dueña de la jurisdicción de Torés, dos reales de vellón por el reconocimiento de señorío y vasallaje.

José Núñez, de sesenta años, viudo, vivía en compañía de su hijo también viudo, otros tres hijos mayores de los dieciocho años y tres hijas. Compatibilizaba el trabajo de labrador con el oficio de arriero. Propiedades: una casa terrena, de planta baja, cubierta de paja, situada en Fonfría; que medía de frente diecinueve varas y once de fondo; colindaba por la derecha e izquierda con propiedad del dueño; tenía un hórreo. Trabaja veinticinco parcelas. Por una de ellas, cotizaba a la señora condesa de Amarante, dueña que era de la jurisdicción de Torés, dos reales de vellón cada año, por foro. Al Hospital de Santa Catalina, por otra parcela pagaba dos reales de vellón y diecisiete maravedís, por foro; pagaba por otra parcela al capellán de la Capilla de las Ánimas, situada en la iglesia parroquial de San Juan de Torés, cuatro ferrados de centeno cada año.

Pedro Carballo da Fonte, de sesenta y siete años, casado, padre de dos hijos mayores de los dieciocho años y uno de ellos casado en casa y padre de tres hijos ya mayores de los dieciocho años y de dos hijas. Compatibilizaba su trabajo de labrador con el oficio de maestro de postas, por cuyo trabajo le calculaban unos ingresos de mil cien reales. Propiedades: una casa de planta baja, situada en Fonfría, que media de frente veinte varas y doce de fondo; colindaba por la derecha con propiedad de su dueño y por la izquierda con el Camino Real, además de un hórreo y un molino de una rueda situado en Panisco, que molía tres meses de invierno con el agua de la fuente del mismo nombre. Trabaja veinticuatro parcelas; una de ellas era del directo domino de la señora condesa de Amarante, a la que pagaba anualmente seis reales de vellón por foro. Otras dos fincas estaban empeñadas y sujetas a los réditos de cuarenta reales de vellón de renta de mil trescientos en que habían sido hipotecadas, cuyo préstamo había realizado el presbítero don Pedro Rueda, vecino de la parroquia de Santa María de Ferreiros de Balboa. Otra parcela, era del directo dominio del Hospital de Santa Catalina de este lugar, pagando al administrador del convento de Melide seis ferrados de centeno cada año, por razón de foro.

Pedro López Cernada, de sesenta años, viudo. Vivía con un sobrino, casado en casa, también mayor de los dieciocho años; tres sobrinos mayores de edad, cuatro sobrinas; un criado, mayor de los dieciocho años y una criada. Compatibilizaba su trabajo de labrador con el oficio de arriero, por cuya especialidad le calculaban unas ganancias de cincuenta reales. Propiedades: una casa terrena, cubierta de paja, situada en el lugar de Fonfría, medía de frente veintidós varas y doce de fondo; colindaba por la derecha e izquierda con propiedad del dueño, además de un hórreo. Trabajaba treinta y siete parcelas; dos de ellas eran del directo dominio del Hospital de Santa Catalina, al que pagaba anualmente, cuatro ferrados de centeno y cinco reales de vellón; otra parcela estaba grabada con una misa de aniversario, pagando el cura de la parroquia cada año dos reales de vellón en concepto de limosna; a la señora condesa de Amarante, señora de la fortaleza y jurisdicción de Torés, pagaba dos reales de vellón, cada año por razón de reconocimiento de señorío y vasallaje.

López Pombo, Luis
López Pombo, Luis


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