No sabemos muy bien de quien ha sacado las ideas para escribir El secreto de todas las miradas Jesús Santos Hernández... Lo que sí sabemos sin equivocarnos es que muchas de las ideas que explica en esta amplia novela es para tener en cuenta a todas las personas a quienes este autor, que ya ha publicado otras obras, dedica la misma.
En el fondo ¿que es una novela? ¿donde se ambienta una novela? O mejor aún ¿no formamos parte de esa novela al querer de alguna forma ser participe de la misma? El siglo XIX y el siglo XX son dos grandes épocas históricas cuando se miran con la perspectiva de la distancia y del tiempo. A través de una serie de personajes recrea una historia que desde el siglo XXI parece ir al siglo XX o XIX recordando todo lo que hemos vivido.

No solo se ambienta en los personajes con todo tipo de detalles sino que seguramente posee una base histórica de documentación muy amplia. A lo mejor como hacía el escritor Mario Vargas Llosa, sin querer hacer comparaciones, se ha ido a la biblioteca para documentarse con los detalles e informaciones que da en la misma.
¿Nos trasladamos con la imaginación a sus páginas?
Las bibliotecas están llenas de textos que en ocasiones se regalan por la falta de espacio y por que una nueva herramienta llamada Internet lo devora todo... Santos Hernández dialoga con los lectores y los hace partícipes de su escritura. El secreto de todas las miradas no es una obra al uso sino que es la pintura o el cuadro que todos quisiéramos pintar. "No importa el cuadro sino el contenido" parece afirmar.
¿Que destacar en esta obra?
Usamos comillas dada su importancia "Especialmente destacables son las escenas del Teatro Real, la tertulia con Unamuno, la visita a París, el paseo en avión sobre Madrid o el reencuentro final con el retrato de Viana: todas ellas contienen ese tipo de imágenes y emociones que definen a una obra literaria como memorable. El paso del tiempo, la memoria como construcción del alma, la guerra como espejo de la condición humana, la vocación artística, la política y el deber... En el Secreto y sus Miradas se habla de muchas cosas pero del valor al mirar y ser mirado con la verdad". Aborda las miradas, los secretos de una época donde se premiaban autores que no debían de ser premiados y no daremos nombres preguntándonos ¿actualmente no ocurre lo mismo?
Es como si en sus páginas sin saberlo se hubieran colado en las mismas Paco Umbral, Felipe II, Alfonso XIII y la Guerra de Cuba, la Semana Trágica de Barcelona, la Ley de Jurisdicciones, el atentado a Alfonso XIII, la política regeneracionista de Maura, las maniobras de caballería, la bohemia madrileña, el auge del anarquismo, o a Isabel Oyarzábal - una mujer polifacética periodista, traductora y para colmo sufragista que utilizaba el seudónimo de 'Beatriz Galindo' para firmar muchos de sus artículos periodísticos y Benito Pérez Galdos.
"- Mi general, si sigue usted mirando así... vamos a llegar tarde al primer acto. Enrique Franch parpadeó. Bajo la mirada.
Se recompuso.
- No suelo llegar tarde. Pero esta noche... quizás haré una excepción."
Hasta actores de reconocido prestigio pasando por otros que no lo fueron tanto. Una pregunta: ¿La vida no es jugar a ser editores personas que no saben y hablar de siglos como si fueran un racimo de uvas? ¿Se pueden escribir obras con 575 páginas? ¿No será demasiado extensa? A lo mejor Santos ha hecho la siguiente reflexión "Qué leer. Cuando... necesitas... recuperar la dignidad...". Unas inquietudes que como el mismo Jesús Santos Hernández ha escrito. Todos los personajes están en la novela ¿Se acuerdan? La novela debe de hacerse preguntas y no dar respuestas" escribió el periodista Alberto de Frutos. "- Os debo de confesar un secreto general. Nunca he conseguido pintar un retrato. En la Academia de Bellas Artes de San Francisco tuve que pintar varios, pero en ninguno conseguí captar la esencia de la mirada que veis en los ojos de esta reina. Esa es mi frustración. No quiero una mirada muerta pero correcta por una técnica de dibujo. He ahí mi inclinación paisajista. Pinto figuras, pero nunca rostros cercanos".
La novela expone distintos aspectos de una sociedad que nos hace viajar igual que Galdós, Emilia, Clara y Enrique Franch, cuatro pasajeros que no eran los mismos que partieron desde Madrid a través de El secreto de todas las miradas.