Obras en Santo Domingo del pasado jueves y noticia en la web municipal
sobre la contratación de una empresa para hacer la normativa de la ZBE
Lugo es una ciudad donde no sólo toleramos las contradicciones, sino que las abrazamos y las celebramos con una especie de seguidismo que nos hace comulgar con ruedas de molino, y encima poniendo buena cara. Es la única explicación de la tendencia que hay en esta urbe para aplaudir con las orejas que se gasten 50 millones de euros en una estación llamada irónicamente intermodal, que no va a "intermodalizar" nada porque no hay trenes con los que coordinar los buses, que se desplazan a una zona muchísimo más incómoda para la mayor parte de los usuarios, no por la distancia (que es poca) sino por la pendiente que hay en su nueva ubicación.
El otro ejemplo es la tan cacareada Zona de Bajas Emisiones de Lugo. Antes de nada, hay que recordar que Lugo ya cumplía los criterios fijados normativamente para declarar como ZBE el casco histórico sin mover ni un dedo. Las obras que han hecho no tienen nada que ver con esa normativa, simplemente han "aprovechado" para hacerlas con esa excusa, pero es falso.
Nos hemos comido más de dos años de obras, que iban a durar unos pocos meses pero que se han alargado más de lo previsto, como la bañera de la vecina de la exalcaldesa Lara Méndez (un ejemplo puesto en un pleno de esta santa ciudad), y cuando termine, supuestamente la semana que viene (aunque Montevideo se iba a terminar "sí o sí" el día 6 y las máquinas siguen trabajando) nos encontraremos con que es un nuevo espacio... sin ordenanza que regule su uso tal y como recoge hoy La Voz de Galicia. Se ve que no les ha dado tiempo dada la premura de la ejecución de los trabajos... Como han corrido tanto...
El día 6 de octubre de 2022 el Gobierno Local anunciaba a bombo y platillo la adjudicación del contrato para realizar un "estudio" para diseñar las medidas que regirían la ZBE. Cerca de 50.000 euros destinados a hacer el trabajo de los concejales y los técnicos municipales (redactar ordenanzas, me dice a mí mi conciencia, que es cosa de estas personas) privatizando, una vez más, lo que es su propia tarea. Pero bueno, ya estamos acostumbrados a que este gobierno que se dice de izquierdas lo privatice absolutamente todo.
A lo que íbamos. El plazo de ejecución de ese contrato eran 6 meses. No hace falta ser un gran matemático para entender que a principios de abril de 2023, es decir, hace dos años y dos meses, finalizaba el plazo de esos trabajos que incluían, según la adjudicación, la redacción del proyecto de ordenanza de regulación de la ZBE.
No se sabe nada de ese documento. ¿Aún no se ha entregado y la empresa ha incumplido clamorosamente el plazo del contrato... o está hecho y guardado en el cajón de las siete llaves que tanto les gusta a nuestros dirigentes? En el primer caso habría que irse a penalizaciones pero, lo que es peor aún, en el segundo estaríamos ante una nueva tomadura de pelo porque han estado dos años y pico rascándose la barriga en vez de ir tramitando el debate y la aprobación de esa normativa.
Sabemos que a día de hoy en el centro hay coches por todas partes. El despiste es generalizado (el domingo tuve que ayudar a una pareja de turistas que venía desde la Plaza de España, por la calle de la Reina -en coche- y que no sabían por dónde tirar) y tienes que andar con cien ojos para que no te atropellen tras la "peatonalización". Mejor dicho, 200, que los coches eléctricos no ayudan a la tranquilidad del viandante.
Lugo es así. Se han gastado una fortuna en unas obras disparatadas, con una calidad más bien tirando a malucha (ya está rompiendo por varios sitios) y ni siquiera han hecho la parte que les tocaba a los regidores: regir.
Se inaugurarán las obras y no sabremos ni por dónde hay que ir ni cómo tenemos que usar esa flamante Zona de Bajas Emisiones para la que habría bastado poner una señal pero que ha supuesto dos años de pesadilla para la zona.