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Proyecto FICOS - XIV

Ávila Soto, Federico - miércoles, 04 de junio de 2025
El Proyecto, exposición razonada - (7)

El armazón del Proyecto FICOS, desmonta todas las falacias, mentiras, engaños, robos, genocidios, conquistas imperiales y sueños de la diversidad de "Poderes" que se fueron implementando y heredado a través de los siglos. Hoy, esa "democracia" que se publicita y se trata de imponer a todo pueblo o cultura que se precie de "independiente", está corroída en sus entrañas mismas donde, el tráfico de influencias (ajenas) en el organigrama partidario y de gestión de lo público, está más en función de los intereses particulares de obtención de beneficios que en el servicio honesto a la función asignada. Vemos a personajes captados, financiados e influenciados que operan al servicio de "otros", a partidos políticos, captados, financiados e influenciados que operan al servicio de "otros", a empresarios, intelectuales y personajes públicos que, captados, financiados e influenciados todos ellos, "vacían" el significado y la práctica de un sistema que pudiera acercarse a "válido", como próximo a impartir justicia, libertades, derechos y cuidados a toda la sociedad. Pero, la Democracia la han convertido en "La gran mentira del mundo occidental" con las mismas prácticas que antaño utilizaban los "poderosos" imperios o cultura tecnológicamente más desarrolladas.
El Proyecto FICOS, al suprimir todo signo partidario, sindical, militar, religioso, o de élites conformadas en las clandestinidades corporativas, priva a los "grupos" de avariciosos en conformar "poder". La economía, la enseñanza, la medicina, la investigación, la cultura, la prensa o medios, lo militar, la seguridad, la alimentación y su producción, y todo sector imprescindible y necesario en la vida diaria de un Estado o comunidad de pueblos, se organizará a través de múltiples y diversos "Parlamentos" que, a través de sus "comisiones", analizarán y decidirán todas las problemáticas que se dan en los barrios, pueblos, regiones, ciudades, naciones y culturas que no necesitan "salvadores" o líderes, de fácil palabra y perversa mente, que "juegue" con el pan, la educación, la formación y el bienestar de la salud de nuestros hijos, de nuestras madres, de nuestros mayores que, "todos eses poderosos que hemos conocido a través de los siglos" jamás nos han garantizado, y que se lo han apropiado todo, para su particular beneficio y disfrute en sus palacios, en sus inmensas "propiedades", en sus inmensos "delirios", que nos han traído toda clase de vicio y de degeneración de lo "humano". La seguridad en toda su extensión no puede ser objeto de "negocio" particular.
La seguridad en toda su extensión la tiene que dar ese Estado: si hay desastre climático, es el estado el que tiene que afrontar todo el coste producido. Si una familia ha perdido su casa, el Estado le facilita otra con todos sus enseres. Si son mil casas, exactamente igual que si fuera una, el Estado es el que da la seguridad ante los infortunios no provocados. Ante un robo, el estado repone lo robado y, se aplicará en la búsqueda de los causantes de ese robo, con la consiguiente línea de aclaración en las comisiones correspondientes y, la evaluación "descendente" a los implicados probados. En casos graves de pérdida de vida con violencia, el Estado actuará con los profesionales de la investigación, y atenderá a los familiares afectados y perjudicados, evaluando los daños y dando el servicio fúnebre correspondiente. El servicio funerario es un servicio del Estado, no un servicio privado pagado por las familias. El Estado es el encargado de dar solución a todos los problemas ocasionados en la convivencia entre personas y sus diferencias con sus conflictos. El Estado actuará y dará solución a todos los casos de robo, violencia sexual, maltrato, accidente, apropiación indebida, fraude, desgracias climáticas o fenómenos naturales, incendios, vandalismo, etc., etc., el Estado lo analizará todo en sus comisiones y parlamentos, "evaluando" a las personas que actuaran indebidamente.
El transporte peatonal en pueblos, ciudades y de carácter nacional.
Siglo XXI, el siglo de la planificación del "robo" de todas las materias y fuentes energéticas del planeta Tierra, al servicio de unas sociedades que durante siglos han colonizado, arrasado e impuesto un poder militar, cultural y científico que esclavizó, corrompió, dividió y asesinó a millones de personas, liderados por Estados Unidos de América, y Europa que, en este siglo y planificado, se han aventurado a crear las "guerras" de nuevo, en su infame egoísmo avaricioso utilizando la "mentira" con cara de "¡verdad democrática!" a través del dominio de las principales cabeceras mediáticas del llamado "mundo occidental" y por las instituciones creadas por ellos, aparentemente "imparciales", sometiendo a sus designios e intereses, a la gran mayoría global de pueblos y naciones del mundo, en un servilismo lacayo que nos denigra como personas y como humanos.
Ante la perspectiva de un mundo dividido en países "soberanos" que imponen "sus" reglas, inician el desmantelamiento de esas barreras soberanas, con la aplicación de un "mundo global" donde los capitales, intereses e industrias de los países poderosos, arrasan con lo familiar, pequeño y mediano negocio o industria incapaz de hacer frente a grandes capitales, "prostituyendo" todas las esferas del quehacer público, en la política, en los medios e información, en la sanidad, en la educación, en la defensa o militar, en lo tecnológico, en la cultura y mucho más, para hacerlos dependientes de los centros de poder global: Occidente, o más concretamente: el sionismo anglo americano como proyecto de dominación global.
¡Pero les ha salido mal!, y Occidente está a enfrentarse a todos los demonios por ellos creados, en una imparable descomposición de sus mismas reglas, de su moral, de su ética, de su diplomacia y de unos valores humanos "falsos" que intentaron abanderar con los Juicios de Núremberg por crímenes contra la paz, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad que nos los hemos creído, pero que, está quedando muy claro al mundo entero "la mentira" de Occidente y su "hijo putativo Israel".
Las ciudades, pueblos, villas, costas de nuestros países "sufren" del mal codicioso de la super explotación de un elemento válido para desplazarnos: el automóvil. Así mismo, con la idea del desarrollo, ese Occidente tan dinámico y culto, nos inventa a cada dos por tres, artilugios muy sofisticados y caros con los que entretener, pervertir, vigilar, controlar, y enriquecer a masas de gentes con difíciles valores vendidos al mercado de lo absurdo. Toda esta tecnología que se fabrica por millones, y se destina incluso para uso de infantes aún por crecer y formarse, crea unas necesidades materiales y energéticas difíciles de conseguir. El aire se contamina, los ríos también, las industrias nos matan con el cáncer, los millones y millones de automóviles que tantos empeños crediticios nos obligan, nos matan también por millones de personas, y otros muchos millones más, incrementan las facturas sanitarias de seguros de vida o accidente, creando colectivos de personas traumatizadas con necesidades vitales en lucha constante por la dignidad de vivir y ser útiles a la sociedad.
¿La inteligencia humana no es capaz de idear otras formas de desplazamiento que evite tanta dependencia de la industria automovilística particular, en riesgo constante de accidente o contaminación atmosférica, así como de endeudamiento como objetos de especulación de las vanidades individuales y colectivas? Las mayores industrias en los países occidentales se han creado alrededor del automóvil, y de la materia prima para hacerlo funcionar, más rápido, más lujoso, más imprescindible, más objeto de "clase", moviendo unos flujos económicos y financieros colosales, que solo unos pocos se enriquecen, a costa de algo prescindible si el fin de los pueblos cambia, en los objetivos de ser eficaces en la Administración de la Cosa Pública.
Y es ahí, en el objetivo de eficiencia de la Cosa Pública donde se debe desarrollar la inteligencia. Tomo de ejemplo los grandes aeropuertos: ¿no se desplazan a diario, miles de personas por pasillos magnéticos movidos por electricidad? La inteligencia puede ser capaz de desarrollar ciudades, en las que se pueda alternar el desplazamiento a pie y en pasillos magnéticos, incluso con las comodidades de ir sentados, abrigados a las inclemencias del tiempo y a distintas velocidades. Solo hay que poner el "ingenio" que tan abrumadoramente se utiliza en la industria automovilística, para que se desarrollen ciudades verdaderamente ecológicas, y libres de accidentes y deudas innecesarias.
Esto solo será posible, cuando las sociedades que venimos heredando, cansados de lujos desmedidos de unos pocos, y de hambres, miserias y muerte en guerras, sometimientos y esclavismos, de grandes destrozos medio ambientales que padecemos la gran mayoría, nos hagan pensar muy seriamente en "otras" formas de vivir, que nos asegure la convivencia pacífica y harmoniosa con la naturaleza y todos los hábitats que conformamos Nuestra Casa Común.
Hay un impedimento generalizado, en las "élites" de poder de todos los estados y naciones que conformamos el planeta Tierra, en impedir por todos los medios posibles e imaginables, "cambiar" la relación de poder e influencia que administran, dominan y se benefician, por formas más "humanas" y respetuosas, con toda y cada una de las "vidas" que llegan a la existencia. Los Estados más desarrollados, al sentirse fuertes y poderosos llevados por unas élites, emprenden acciones desestabilizadoras de otros pueblos para someterlos, colonizarlos, extraer sus riquezas y, a costa de esa explotación y abuso, dotar a las clases más pudientes de ese Estado de unas riquezas extremas. Guerras, muerte, esclavismo, violación, robo, sufrimiento, pobreza, marginación, migración, atraso, son varias de las consecuencias de ese obrar de los Estados poderosos en sus interminables avaricias y egoísmos. Ejércitos y más ejércitos gastando sumas inmensas en armas, desarrollo tecnológico, maquinaria, estudio y planificación que se niega al bienestar de las familias, a la educación, al cuidado, al vivir dignamente, a la ciencia y el desarrollo, a la cultura…, tan escasa que, la inmensa mayoría es inconsciente de las formas en que eses poderes y élites económicas, nos obligan a vivir en la inseguridad y como objetos de sus placeres, sus ensueños, sus idioteces, sus perversas obscenidades.
Ávila Soto, Federico
Ávila Soto, Federico


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