Juan Carlos I, la Dana, las Residencias

Muchos ciudadanos continuamos pensando que la Democracia y el Estado de Derecho hay que defenderlo cada día, frente a los innumerables enemigos y contrarios a la Justicia Social y a la Igualdad real entre españoles.

En este sentido, y como gallego, me averguenza que el anterior Rey de España, el Emérito Juan Carlos I, fugado en una dictadura asiática por presunta malversación, corrupción y blanqueo de capitales, sea recibido institucionalmente por parte de responsables de la Xunta de Galicia y de la alcaldía de Sanxenxo. Es asquerosamente muy miserable, como también lo es lo que ha pasado en la Comunidad valenciana, con Mazón, con más de doscientos muertos a sus espaldas, por presunta negligencia y lo que aconteció en la Comunidad de Madrid, con los llamados protocolos de la muerte en las Residencias, con miles de fallecidos, sin asistencia médica y abandonados a su suerte.

Casualmente, en todos estos casos los responsables de esas situaciones son dirigentes de la derecha política española que justifican lo injustificable, por mantenerse en el poder a cualquier precio, aunque sea a costa de la vida de personas inocentes e indefensas.

Juan Carlos I, es un presunto delincuente y como tal no tendría que ser recibido, de manera institucional, por ninguna autoridad democrática. Otra cuestión es que lo acojan unos pocos empresarios particulares o amigos palmeros. Un poco de vergüenza, por favor. Si fuese un desgraciado indigente o un okupa en un edificio, propiedad de un fondo buitre estaría en prisión. Demasiados hipócritas y muchos vividores, "viva el vino...", y sigamos denigrando la Democracia, con estos ejemplos.