Rumbos erróneos

Desear provocar un fallo, ansiar un rumbo erróneo cuya finalidad es una reacción fatídica, destruir por destruir por una ideología libertaria, armar la de San Quintín para romper la buena convivencia de una sociedad tranquila, aumentar a grados insospechados el retorcido cinismo argumentando con la mentira que son los tiempos modernos, manipular para intereses partidistas a las nuevas generaciones, utilizar la soberbia sin tener personalidad política a lo largo de la historia... ¿A qué viene todo esto? Lo hago para definir a los partidos políticos de izquierdas. Los políticos de izquierdas se han convertido en mercaderes que practican la demagogia, una demagogia basada en la mentira. Estos políticos de izquierdas no traerán la salvación de nuestro país, y es que la insatisfacción de la población respecto al politiqueo izquierdista es cada vez mayor. Esta casta política de la izquierda se está caracterizando por la corrupción. ¡Corrupción que no cesa! Uno ya llega a pensar que la "politiquilla" de la izquierda no es por convicciones ni por vocación, está dedicada al engaño, y eso ha convertido a estos políticos en enemigos del pueblo.