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Pregón de la Semana Santa de Astorga del Periodista Magín Revillo

Del Río, Alfonso - jueves, 10 de abril de 2025
La Semana Santa de Astorga ha alzado este sábado el telón con un pregón cargado de emoción y memoria, pronunciado por el periodista astorgano Magín Revillo. La voz de quien tantas veces ha contado la historia de su tierra volvió a resonar, esta vez para abrir una festividad que une fe, tradición y sentimiento colectivo.

Entre las autoridades asistentes se encontraba el alcalde de Astorga José Luis Nieto, el deán de la Catedral Javier Gay, el obispo de Astorga Jesús Fernández o el coronel del RALCA 63 Santiago Calderón, entre otros.
Pregón de la Semana Santa de Astorga del Periodista Magín Revillo
Tras ello, Magín Revillo abrió su pregón con palabras llenas de emoción y pertenencia a la Semana Santa de Astorga. El periodista y pregonero, acompañado por autoridades y cofrades, ofreció un discurso titulado 'Me alegro', en homenaje a su padre Juan María González Gullón y a Alberto Delgado Cebrián, por enseñarle a descubrir por qué los astorganos siempre se alegran.

Desde el primer instante, Revillo ancló su pregón en la identidad local: "No me pregunten por qué, pero esta ciudad imprime carácter... Me alegro. Porque después de todo, Astorga, nuestra Astorga, mi Astorga, es un barrio muy grande donde todos creemos conocernos".

El pregonero expresó su agradecimiento por ser parte de esta celebración y recordó que este 2025 se enmarca en un año jubilar dedicado a la esperanza: "Me alegro y agradezco ser el pregonero de la Semana Santa de Astorga este 2025, frente a este Cristo de las Aguas, en este año jubilar dedicado a la esperanza, el que necesitamos todos: los creyentes y los que no lo son, los cofrades y los que no, los astorganos y los que también lo son aunque no hayan nacido aquí".

Con sentido del humor, Revillo se dirigió a las autoridades presentes y pidió perdón al obispo Jesús Fernández por "suplantarle" como pregonero en su propia Catedral y evocó el retablo mayor como una "Biblia viviente" donde el arte se convierte en fe.

El pregonero también hizo memoria de su infancia, de los años en que Astorga "bullía de vida y de fe", y en los que la Semana Santa era parte esencial del calendario: "No me pregunten por qué, pero esta ciudad imprime carácter... Me alegro. Porque he tenido la suerte de nacer en un lugar donde la Semana Santa siempre ha formado parte de nuestras vidas. No sé si como creyentes o simplemente como tradición. Pero ahí estaba. Como las cerezas en el árbol, como el chocolate en los recreos, como los juegos de chapas en el Casino".

El periodista evocó recuerdos familiares como el papel de su tío Luis organizando la procesión de los judíos, las madrugadas del Viernes Santo o las emociones de la infancia y lanzó un mensaje de autocrítica y compromiso: "Me alegro de que en Astorga todavía Pregón de la Semana Santa de Astorga del Periodista Magín Revillo haya quien madruga para vivir la Semana Santa desde dentro, aunque tenga que arrastrar a los hijos a las procesiones. Me alegro de ver cofrades jóvenes y mayores, de escuchar tambores que resuenan más allá del eco de la muralla. Me alegro de que aún quede esperanza".

Tampoco faltó una mirada al presente más global, pidiendo oraciones por la paz, por la fraternidad y por quienes sufren en medio de la guerra o la soledad: "Me alegro de que aún haya quien reza, quien cree, quien sueña... en un mundo donde hemos convertido la vida en moneda de cambio. Oremos por Ucrania, por Tierra Santa, por todos los lugares donde se rompe la paz. Oremos también por nuestros mayores, por nuestros hijos, por quienes no tienen a nadie que rece por ellos".

El pregón concluyó con una recuerdo nostálgico de los olores y sabores de la Semana Santa astorgana, desde los churros y el chocolate hasta esa "esencia inconfundible" que envuelve a una ciudad en estos días: "Es casi Semana Santa y en Astorga ya huele a primavera... Ay los olores, aquellos olores... de chocolate, de churros, de cocidos maragatos... y de aquella pomada que era espíritu. Me alegro de seguir recordándolos, me alegro de estar aquí, me alegro, simplemente, de ser de Astorga".

Tras el aplauso de una Catedral llena, desde la Junta Profomento se entregó un detalle al pregonero y el acto culminó con una actuación musical a cargo de la soprano Eva García Juárez y la pianista Raquel Sutil Suárez.

Por último, Magín Revillo pidió a los astorganos "salir y llenar nuestras calles. Participar todos a una, convertirnos en cofrades de acera sino habéis sido tocados por esa gracia de acabar siendo, como poco o como mucho, como la mitad de esta ciudad, cofrades milagro representados en los muchos jóvenes, jóvenes astorganos, que han caído y -sin necesidad de hacerlo tres veces- se han enganchado a nuestra singular Semana Santa confirmando que todo Astorga se convierta en una extraordinaria procesión".

Tras ello, Magín Revillo abrió su pregón con palabras llenas de emoción y pertenencia a la Semana Santa de Astorga. El periodista y pregonero, acompañado por autoridades y cofrades, ofreció un discurso titulado 'Me alegro', en homenaje a su padre Juan María González Gullón y a Alberto Delgado Cebrián, por enseñarle a descubrir por qué los astorganos siempre se alegran.

Desde el primer instante, Revillo ancló su pregón en la identidad local: "No me pregunten por qué, pero esta ciudad imprime carácter... Me alegro. Porque después de todo, Astorga, nuestra Astorga, mi Astorga, es un barrio muy grande donde todos creemos conocernos".

El pregonero expresó su agradecimiento por ser parte de esta celebración y recordó que este 2025 se enmarca en un año jubilar dedicado a la esperanza: "Me alegro y agradezco ser el pregonero de la Semana Santa de Astorga este 2025, frente a este Cristo de las Aguas, en este año jubilar dedicado a la esperanza, el que necesitamos todos: los creyentes y los que no lo son, los cofrades y los que no, los astorganos y los que también lo son aunque no hayan nacido aquí".

Con sentido del humor, Revillo se dirigió a las autoridades presentes y pidió perdón al obispo Jesús Fernández por "suplantarle" como pregonero en su propia Catedral y evocó el retablo mayor como una "Biblia viviente" donde el arte se convierte en fe.

El pregonero también hizo memoria de su infancia, de los años en que Astorga "bullía de vida y de fe", y en los que la Semana Santa era parte esencial del calendario: "No me pregunten por qué, pero esta ciudad imprime carácter... Me alegro. Porque he tenido la suerte de nacer en un lugar donde la Semana Santa siempre ha formado parte de nuestras vidas. No sé si como creyentes o simplemente como tradición. Pero ahí estaba. Como las cerezas en el árbol, como el chocolate en los recreos, como los juegos de chapas en el Casino".

El periodista evocó recuerdos familiares como el papel de su tío Luis organizando la procesión de los judíos, las madrugadas del Viernes Santo o las emociones de la infancia y lanzó un mensaje de autocrítica y compromiso: "Me alegro de que en Astorga todavía haya quien madruga para vivir la Semana Santa desde dentro, aunque tenga que arrastrar a los hijos a las procesiones. Me alegro de ver cofrades jóvenes y mayores, de escuchar tambores que resuenan más allá del eco de la muralla. Me alegro de que aún quede esperanza".

Tampoco faltó una mirada al presente más global, pidiendo oraciones por la paz, por la fraternidad y por quienes sufren en medio de la guerra o la soledad: "Me alegro de que aún haya quien reza, quien cree, quien sueña... en un mundo donde hemos convertido la vida en moneda de cambio. Oremos por Ucrania, por Tierra Santa, por todos los lugares donde se rompe la paz. Oremos también por nuestros mayores, por nuestros hijos, por quienes no tienen a nadie que rece por ellos".

El pregón concluyó con una recuerdo nostálgico de los olores y sabores de la Semana Santa astorgana, desde los churros y el chocolate hasta esa "esencia inconfundible" que envuelve a una ciudad en estos días: "Es casi Semana Santa y en Astorga ya huele a primavera... Ay los olores, aquellos olores... de chocolate, de churros, de cocidos maragatos... y de aquella pomada que era espíritu. Me alegro de seguir recordándolos, me alegro de estar aquí, me alegro, simplemente, de ser de Astorga".

Tras el aplauso de una Catedral llena, desde la Junta Profomento se entregó un detalle al pregonero y el acto culminó con una actuación musical a cargo de la soprano Eva García Juárez y la pianista Raquel Sutil Suárez.

Por último, Magín Revillo pidió a los astorganos "salir y llenar nuestras calles. Participar todos a una, convertirnos en cofrades de acera sino habéis sido tocados por esa gracia de acabar siendo, como poco o como mucho, como la mitad de esta ciudad, cofrades milagro representados en los muchos jóvenes, jóvenes astorganos, que han caído y -sin necesidad de hacerlo tres veces- se han enganchado a nuestra singular Semana Santa confirmando que todo Astorga se convierta en una extraordinaria procesión".
Del Río, Alfonso
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