Asturias es uno de esos destinos que enamoran en cualquier época del año, pero cuando llega la Semana Santa, la región despliega un encanto especial. La primavera empieza a despertar los paisajes verdes, las temperaturas invitan a salir a explorar y hay opciones para todos: desde quienes buscan tranquilidad en plena naturaleza, hasta los que prefieren cultura, gastronomía o aventura.
Si estás planeando una escapada en estas fechas, te contamos qué hacer en Semana Santa en Asturias para sacarle todo el partido a esos días de descanso.
Explorar pueblos con encanto
Asturias está repleta de localidades que parecen sacadas de un cuento, ideales para recorrer con calma y dejarse llevar por sus callejuelas, su arquitectura tradicional y sus vistas. Cudillero, por ejemplo, es uno de los pueblos más pintorescos del norte. Sus casas de colores, colgadas en la ladera del puerto, forman una imagen icónica que invita a quedarse a tomar algo en una terraza frente al mar.
Otros imprescindibles son Lastres, con su atmósfera marinera y su mirador sobre el Cantábrico, o Taramundi, un paraíso para los amantes de la etnografía y la artesanía, donde además puedes descubrir cómo se forjan las famosas navajas de la zona.
Senderismo entre montañas y bosques
Si te apetece algo de actividad, la Semana Santa es una época ideal para disfrutar de rutas de senderismo en Asturias sin el calor agobiante del verano. La Ruta del Cares es quizás la más conocida, pero hay muchas más que merecen la pena y que están menos masificadas, como la Senda del Oso o el Parque Natural de Redes.
También puedes optar por paseos más suaves, como los que recorren los alrededores de los Lagos de Covadonga, donde la combinación de nieve tardía y flores silvestres crea un paisaje único.
No olvides llevar ropa de abrigo y calzado impermeable: en Asturias, la meteorología puede cambiar en cuestión de minutos, pero eso también forma parte de su magia.
Disfrutar de la gastronomía
Uno de los grandes placeres de viajar a Asturias es, sin duda, su cocina. Y en Semana Santa, además de los clásicos de siempre, puedes encontrar platos típicos de estas fechas. El pote asturiano, la fabada, el cachopo o el pastel de cabracho son opciones ideales para recuperar fuerzas tras una jornada de excursión.
Pero también es época de dulces tradicionales como las torrijas o el arroz con leche casero, que no faltan en la carta de los restaurantes más auténticos.
Además, si te gusta descubrir sabores locales, aprovecha para visitar alguna quesería artesanal o una sidrería tradicional. Muchas ofrecen visitas guiadas y degustaciones que te permitirán conocer el proceso de elaboración y probar productos únicos.
Turismo activo: aventura y naturaleza
Para quienes prefieren planes más dinámicos, Asturias ofrece multitud de actividades al aire libre que se pueden disfrutar durante la Semana Santa. Desde rutas en quad por la montaña hasta paseos a caballo, pasando por canoas, escalada o espeleología.
Una de las propuestas más espectaculares es realizar una
ruta en barco por los Acantilados del Infierno, una experiencia que permite contemplar desde el mar uno de los tramos costeros más salvajes y sorprendentes de todo el litoral asturiano. Durante la travesía, además de los impresionantes acantilados, es habitual avistar aves marinas e incluso delfines, según la época.
Es un plan perfecto para parejas o familias que quieran vivir la costa asturiana desde una perspectiva diferente.
Visitar ciudades con historia
Si lo tuyo es más el turismo cultural, las ciudades de Oviedo y Gijón son paradas obligatorias. Oviedo, capital del Principado, destaca por su casco antiguo bien conservado, su catedral gótica y su ambiente tranquilo y elegante. Además, en estas fechas, suele haber procesiones y eventos culturales relacionados con la Semana Santa.
Gijón, por su parte, ofrece un ambiente más informal y una mezcla perfecta de mar, cultura y ocio. Puedes pasear por el barrio de Cimavilla, visitar el Museo del Ferrocarril, disfrutar de una sidra frente a la playa de San Lorenzo o recorrer su paseo marítimo.
Ambas ciudades tienen una excelente oferta de alojamientos, restaurantes y actividades para todos los gustos.
Relajarse en un entorno rural
Si lo que buscas es desconectar por completo, Asturias tiene infinidad de alojamientos rurales con encanto en entornos privilegiados. Casas de aldea, hoteles con spa, cabañas en mitad del bosque o apartamentos con vistas a los Picos de Europa son algunas de las opciones disponibles.
Es el plan ideal para leer, descansar, dar paseos por los alrededores y simplemente dejarse llevar por el ritmo lento de la naturaleza. Muchos de estos alojamientos ofrecen también experiencias complementarias como clases de cocina, yoga o rutas guiadas.
Celebraciones tradicionales
Aunque la Semana Santa asturiana no es tan conocida como la de otras regiones del sur de España, lo cierto es que en muchos pueblos y ciudades se celebran procesiones y actos religiosos con una gran carga simbólica.
Llanes, por ejemplo, destaca por su cuidada Semana Santa, donde las cofradías recorren las calles con pasos y velas en un ambiente muy especial.
También en Avilés o en Villaviciosa podrás vivir momentos emotivos, en los que tradición y devoción se dan la mano en escenarios únicos.
Conclusión
Asturias es una tierra que siempre sorprende, y la Semana Santa es una ocasión perfecta para descubrirla desde distintos ángulos. Tanto si buscas aventura como si prefieres cultura, relax o naturaleza, aquí encontrarás una oferta variada, auténtica y cercana.