En el primer Consello de la Xunta de Feijóo, en el 2009, los "audis" de los conselleiros de Fraga y de Touriño fueron sustituidos por vehículos Citroen de alta gama. El asunto de los coches de lujo había sido uno de los ejes de la campaña del PP en contra del despilfarro.

- Oye... ¿Y tú consigues ahorrar?
- Sobrevivo, que en estos tiempos ya es de agradecer...
La pregunta me la hizo un hombre bueno. De esos que tienen moral, piensan en los demás, les guía la ética, no mienten, ayudan al vecino, participan en actividades comunes... Arturo nada tiene que ver con los políticos que nos rodean, cortados por un mismo patrón, los del coche oficial y comida ídem pagada por la Xunta en restaurante de lujo.
Verás. Es para indignarse. Esta misma semana, a la puerta de ese restaurante de las afueras, mis ojos se asombraron al ver como dos directores generales, que trabajan puerta con puerta en la misma consellería, bajaban cada uno de su coche y les ponían el abrigo dos chóferes que ya estaban fuera de turno.
Entraron ambos, se sentaron en mesa discreta detrás de un biombo y dieron buena cuenta de unos percebes como pulgares, de una paleta de cordero y un postre de la casa; todo ello regado con gran reserva... de La Rioja, para más inri. Supongo que a esto se atreven a llamarle "comida de trabajo".
- No, hombre... Lo que te decía de ahorrar era por si te iba bien o mal.
- Pues, Arturo, me va como al país pero ya sabes que cada día que vivimos es un gran día.
Digo yo que ellos, los del carguito, sí podrían ahorrar yendo los dos en un coche, conformándose con un menú de rico-pobre o mejor comiendo con los funcionarios en la cafetería de la Xunta cuyo plato del día sigue siendo asequible para los mileuristas. Pero no, eso no les mola. Y así nos va... ¡No salimos del túnel ni con los Audi...!
- Esa es otra, ¿Sabes Arturo?
- ¿Qué otra?
La de los 1.600 vehículos de su propiedad que mantiene la Xunta de Galicia, a los que echa gasolina o gasoil, que mantiene en uso perfecto, con seguros a todo riesgo y que utilizan no solo quienes lo necesitan sino todos los que se pavonean de pertenecer al gobierno, los cargos intermedios, los asesores y hasta los jefes de prensa.
Solo un treinta por ciento de esos coches son Citröen que, al menos, mantiene fábrica en el país. El otro setenta lo encabezan nueve "audis", dos A-7 y siete A-6. Pero hay de todas las marcas y para todos los gustos, que esto es Jauja.
- ¿Pero cómo se puede gravar a los ciudadanos con impuestos más altos que en Madrid y consentir los despilfarros?
- Porque a estos el ahorro les importa un pimiento, Arturo. Para ellos, personalmente, no existió la crisis ni existirá nunca...