Espiral de locura
Mosquera Mata, Pablo A. - miércoles, 26 de marzo de 2025
Sigo observando el enorme parecido entre el primer tercio del siglo XX y del siglo XXI. Y me asustan sus efemérides. El pasado siglo XX fue una maldición para la humanidad. Se dieron los mayores avances tecnológicos y las miserables confrontaciones sumadas al hambre, muerte, enfermedad y guerras. Cabalgaron por la vieja Europa los cuatro jinetes del Apocalipsis de San Juan. Si tuviera que escoger del siglo pasado me quedaría con su último tercio. Incluso con aquella peseta rubia que nos permitió un magnífico poder adquisitivo a los españoles.
Lo único que borraría de tales fechas es a los vascos. Su mitología entre derechos históricos y violencia para imponer sus credos, los sufrimos todos los españoles, pero más unos que otros. Todavía hay secuelas de tales acontecimientos que ocupaban las páginas más duras en los medios de comunicación. Ahora, lo mismo que en su día tuve que soportar como los nacionalistas "presuntamente democráticos" seguían siendo devotos de un tal Sabino Arana -¡qué bien se habría llevado con Trump!- refugiados en su propio catolicismo, me hacían el honor de convertirme en objetivo de ETA. Esa organización que ahora algunos quieren justificar y blanquear dentro de los pactos entre el sanchismo y el nacionalismo radical vasco.
De lo que antecede hay al menos dos hechos que me resultan insoportables.
1. Implantar la perversa teoría sobre la guerra sucia en el país vasco. Cuando sólo hubo un bando que mataba y otro que moría o sufría atentados.
2. Implantar la teoría del perdón y así reinsertar a los asesinos y sus cómplices como fórmula "justa y necesaria para la paz". Cuando lo único que se pretende es cambiar excarcelaciones por votos en Madrid.
Menos mal que todo no va a ser posible. Los partidos políticos socios del sanchismo tras perder las elecciones generales, ahora no están dispuestos a darle su apoyo para el rearme de España dentro de la OTAN y de la UE.
Y así el "aprendiz de felón", tiene su propia estrategia. Primero reúne a los máximos dirigentes de todo el arco parlamentario español en unas fotos que han de suplir la foto de una sesión en Las Cortes dónde el sanchismo se iba a llevar un fortísimo varapalo al tratar de informar primero u someter después una fórmula económica de gasto público a fin de alcanzar un 3% del PIB para defensa. Lo va a imponer por la vía habitual en las repúblicas bananeras como la Venezuela de Maduro. DECRETAZO SIN MAS.
Y es que el mundo que nos afecta se ha complicado y se ha instalado en un principio creciente de incertidumbre: económica, social, cultural y moral. Lo siento pero no termino de quitarme de la cabeza el paralelismo entre aquellos personajes HITLLER y MUSSOLINI y los actuales imperialistas PUTIN y TRUMP. Es como si todos los esfuerzos que se realizaron tras la segunda guerra mundial y posterior guerra fría se hayan ido al garete y volvemos a la casilla de salida tres la primera guerra mundial y la pandemia de 1918, incluso con la recesión de 1929.
Las huestes del Kremlin y el ala oeste de la Casa Blanca parecen estar trabajando en nuevos espacios a repartir mediante guerras de toda índole a estilo siglo XXI. En medio esa Europa tan molesta para uno y otro señor de la guerra a la que no se tapan de señalar con desprecio y enemigos a desangrar. Lo hacen con ventaja. Mientras los americanos y rudos están abducidos en su orgullo patrio por los discursos de sus dos "druidas" en las instancias de la UE los ciudadanos descubrimos exceso de burocracia, dejación en los deberes y desprestigio para las viejas organizaciones como la OMS, ONU y OTAN.
Mientras noto ese palpitar de la sociedad civil en USA y RUSIA, en mi país la indigencia cultural y el egoísmo, así como esos complejos tan nuestros de inferioridad y culpabilidad, nos llevan a centrar el contenido de las conciencias entre machismo y feminismo, que me recuerda aquellas etapas de la historia universal cuando Chamberlain visitó a Hitler y al llegar al Reino Unido enseñaba por doquiera aquel papel de concesiones que iban a evitar la imparable virulencia del poder nazi.
Pero hay más. Europa no tiene un Churchill. Ni en el discurso, ni en la información, ni en la capacidad para movilizar una respuesta adecuada a los imperialistas. Miremos a nuestro alrededor. ¿Alguien puede decirme que España tiene líderes políticos capaces de unirnos y así enfrentar lo que se avecina y que entre otras debería hacer que nos diéramos cuenta que somos la frontera sur y que ahí están Ceuta y Melilla como botín de Marruecos aliado de Trump?. La última imbecilidad se la escuché en TV a Nestor Rego. "Si tengo que escoger entre hospitales y bombas...". Pero por ser justos. Tampoco me ha parecido muy brillante la queja del líder de la oposición, sobre el reparto de los tiempos en la visita a la Moncloa. Yo no había ido. Habría exigido la inmediata convocatoria de Las Cortes para la discusión del previsible proyecto de gasto para el rearme.
¿Es lo mismo DEFENSA QUE SEGURIDAD?. Y dadas las circunstancias... ¿qué más dá?. Ambas sor urgentes políticas de Estado que requieren acuerdos de Estado.

Mosquera Mata, Pablo A.
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