Oírse a uno mismo
Ávila, José A. - martes, 25 de marzo de 2025
Rilke, el poeta checo en lengua alemana, le contestaba a un joven escritor que no se quejara de la soledad porque hay una soledad que es necesaria y muy grande, la de oírse a uno mismo. Por el contrario, hace unos años se batió el récord del mundo de locución. El campeón consiguió hablar durante 156 horas seguidas, seis días y medio. Al acabar se desplomó víctima de agotamiento. La soledad y el silencio tienen muchas ventajas. Naturalmente no se trata de estar en silencio por antipatía o desinterés, sino de buscar el silencio para procurar encontrar otras llamadas tal vez más importantes, aunque no tan ruidosas: estar en silencio para atender a tus seres queridos, para procurar hacer en cada momento lo que se debe con la máxima atención, para poner interés y cariño para no retrasar lo importante de cada día. ¡Qué fácil es que el ruido estorbe escuchar el sonido de lo necesario! Escuchamos muchas cosas y hablamos demasiado pero, ¿buscamos tiempo para reflexionar? Personalmente, pienso que a nivel general, las personas individuales que conforman la sociedad actual no buscan ese tiempo necesario para pararse a reflexionar en lo relativo a su vida: en sus ilusiones, en sus objetivos...

Ávila, José A.
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los
autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora