Proyecto FICOS - I

Razonamientos teóricos del Proyecto "FICOS"- (2)
Toda la existencia humana se caracteriza por la conformación de unas élites que dominan el saber, y este saber se dirige, a perpetuar toda una maquinaria de guerra y dominio que permita la seguridad de esas élites. La fuerza, valores y cualidades, que millones y millones de personas pudieran poner al servicio del respecto de lo humano, de lo animal y vegetal, de la convivencia en colaboración y pacifismo, por desenvolver inventivas y mecanismos que sirvan para avanzar, son tirados con desprecio, por estas mismas élites, a la hoguera de la muerte y del olvido, con la efusiva ayuda, de muchos millones de colaboracionistas, que han de ir también en la misma hoguera de la muerte. Y el ser humano no piensa, cierra sus ojos y se cierra a sí mismo, solo en su mundo que quiere ¡salvar! Y esto es conocido y utilizado por esas élites. Pero las élites, se conforman en el mismo vientre de la masa humana, son personas que nacieron igual que todo ser humano o animal, y tuvieron la necesidad de la madre y padre para tener vida, y de estos y de los núcleos afectivos y vivenciales, para crecer y aprender, de formarse en las experiencias y saberes de los demás, de ampliar el mundo inteligente propio, basándose en lo hecho por generaciones enteras de personajes, con avanzadas visiones del mundo y de las cosas, del legado dejado al ser humano. Nunca, ningún personaje humano, puede ser único y dueño por completo de sí mismo, es una construcción humana, que debe su ser, a la misma especie humana que le dio vida y lo conformó en un ser adulto. Por eso muere, por eso morimos, por eso no puede llevarse nada de lo que hiciera, consiguiera, o tuviera en vida; todo, absolutamente todo, quedará en el mundo de los vivos, para bien y para mal. Y solo en el mundo de los vivos, es donde la labor beneficiosa o perjudicial de ese personaje, de esas élites, de todos y cada uno de las personas que venimos a la vida, puede tener valor positivo o negativo. La Tierra se apropia, se divide, se cerca, se le colocan barreras, se hacen registros de la propiedad; así ocurre con todo lo que nos da de comer, de respirar y de disfrutar como humanos. Tendremos terratenientes, reyes, virreyes, condes, condados, duques y ducados, que serán dueños de inmensos campos y tierras, y haremos que otros seres iguales (personas humanas) trabajen para ellos. De ese trabajo, nace la explotación de un terrateniente, empresario, banquero, inversor, etc., para con la mayoría, utilizando para eso, siempre a los "colaboradores", que colocarán en un estrato mejor pago, para que hagan esa labor. Y de esa forma y manera, construiremos las sociedades, al gusto y capricho, de los que van consiguiendo pedestales de poder, para convertirse en esa élite, que decide la voluntad de millones y millones de personas, y que la fuerza potencial que posee la masa humana, la desactiva con mil y una argucias e inventivas, porque esa misma masa humana, no tiene las capacidades suficientes, de los análisis de las situaciones en que son obligados a vivir.
Durante siglos y siglos, habiendo medios, esas élites se encerraron en círculos, donde solo se consintió el saber y mandar, a un reducido número de personajes o familias, que nutrían y daban vida, a la diversidad de clases sociales, bajo el liderazgo de las élites. Así, la Historia es solo la de las élites, los millones y millones que pasamos por la vida y que no conformamos esas élites ¿no tenemos historia?, ¿no hicimos nada?, ¿no podemos hacer nada?, ¿no somos quién para cambiar el rumbo de la vida y de las cosas, que esas mismas élites nos marcaron y diseñaron para nosotros, a través de nuestro sacrificio de muertes, guerras y destrucción continuada? Las élites, tal y como están a vivir, y tal como se conforman y estuvieron siempre a conformar, no tienen razón humana que las justifique. La única razón de su existencia, ¡es la explotación de los valores animales! Y, explotando, perfeccionando refinadamente las técnicas propias de los animales, aplicadas a seres dotados de capacidades inteligentes, con sensibilidades humanas, van consiguiendo anular, muchas de sus capacidades y posibilidades positivas, incrustando en ellas, esos valores "negativos" del ser animal, que por especie procedemos.
Porque, si las élites tuvieran alguna razón de ser humana, ya desde el mismo principio de la existencia, se formularía la definición filosófica, que no permitiera el uso de un ser semejante, para beneficio de sí mismo, y en detrimento de "otro". Porque la razón humana, es precisamente la que nos diferencia del ser animal, que tiene sentimientos afectivos y de defensa, como nosotros.
Es precisamente en este contexto, en el juego de las dos facetas que biológicamente estamos hechos, la biológica y la inteligente, donde marcamos las pautas del ser y estar en la vida. Como el desenvolvimiento intelectual, o capacidades comprensivas de todas las situaciones, es un problema de atraso colectivo, que fue impulsado siempre por las élites, que sí accedieron a una mayor comprensión y desenvolvimiento de capacidades inteligentes; este atraso colectivo, es el arma principal que utilizan dichas élites, para desbaratar todo intento de progreso, y de humanizar la existencia, utilizando todos los valores y capacidades que la persona es capaz de desenvolver, a sabiendas que son utilizadas, para causas innobles y de perpetuación de la muerte, como sistema de eliminar, la "razón" del "otro".
Así, para que las élites puedan obrar y mantenerse en la diversidad de poderes, que serán los que decidan y más disfruten de lo terrenal, se formarán ejércitos, muchos ejércitos de soldados, de muy diversas características, que van del clásico militar o guerrero, al ideológico religioso, pasando por el medio de los ejércitos de obligados y anulados, de voluntad y recursos.
Todos estos ejércitos de soldados, saben que están inmersos en una causa que no es la suya, y se les va la vida y la esperanza, o no hacen nada o muy poco, por oponerse a esa instrumentalización y uso. El confusionismo de la inseguridad alimentaria, de la seguridad propia y afectiva de los seres queridos, el confusionismo teórico y analítico, que de cada situación se crea en las masas, impide captar enseguida, los trasfondos de muchas decisiones, que afectan a los intereses de todos; hace, que las armas propias y colectivas que las masas poseen, sean utilizadas para el interés y beneficio, de esas élites que pocos nos cuestionamos.