
Coincidiendo con ARCO, los barrios de la Guindalera y Salamanca se visten de gala para recibir el próximo sábado 1 de marzo a las 18:30 horas, en la galería de arte ESPACIO75, calle Pilar de Zaragoza 75, de Madrid, a la reconocida artista ucraniana Tania Riviles, quien ha viajado expresamente a España para presentar su primera exposición individual «585 Nanometrs».
Tania Rivilis es una magnífica artista plástica, es por eso que desde ESPACIO75 le auguramos un futuro lleno de éxitos por su infatigable investigación artística.
Tania Rivilis es una artista figurativa contemporánea cuyo lenguaje expresivo de color, textura y carácter transforma el retrato en un diálogo entre sujeto y espectador.
Viene trabajando desde sus estudios en Alemania y Portugal, las obras de Tania se han exhibido desde 2015 en museos, galerías, colecciones privadas e incluso en vallas publicitarias en Times Square.
Debido a su extensa carrera profesional ha sido distinguida con grandes reconocimientos, entre ellos: En 2022, el Premio William Lock por el retrato más atemporal en la Royal Portrait Society; en 2024, fue preseleccionada tanto para el Premio William Lock Portrait como para el Premio Ondaatje de Retrato; una exposición individual en Christies Londres en 2023, junto con exhibiciones en Bonnard Galerie (Países Bajos), Arcadia Contemporary (Nueva York), LA Art Fair, Amsterdam First Art Fair, Art Herning y Art Basel, subrayan su creciente proyección internacional. Su entrevista en «Women Painting Portraits» de BBC World resalta aún más su influencia dentro de la pintura figurativa contemporánea.
En «585 Nanometrs», Tania profundiza en la naturaleza efímera de la identidad y las relaciones. Su obra revela cómo el yo interior de un sujeto se ve moldeado por la mirada del otro, desdibujando las fronteras entre el observador y lo observado. Empleando técnicas modernistas (gradientes, vacíos y campos de color semiabstractos) transforma el retrato convencional en un estudio de contrastes: Presencia versus ausencia, memoria versus impermanencia. Inspirada en la noción de Didi Huberman de que el vacío no es mera ausencia, sino una tensión interna, su arte captura un delicado equilibrio entre alienación y compasión.

El título «585 Nanometrs» resume su exploración de la percepción y el tiempo. Se refiere a la longitud de onda del azafrán, un tono cálido, amarillo mantequilla, que evoca la luz del final de la tarde y la memoria táctil de la piel. Este tono dorado late a través de sus obras, uniéndolas con una energía dinámica que es a la vez presente y efímera.
Adéntrate en «585 Nanometrs» y vive un viaje visual donde cada pincelada te invita a explorar las innumerables relaciones entre la luz, la memoria y un yo en constante cambio.