Opinión en Galicia

Buscador


autor opinión

Editorial

Ver todos los editoriales »

Archivo

Proyecto FICOS - I

Ávila Soto, Federico - miércoles, 19 de febrero de 2025
Razonamientos teóricos del Proyecto "FICOS" (1)

Desde hace unos pocos años, ando a darle forma práctica, a un proyecto o idea que fue naciendo en mi ser y pensar, como observador de los muchos contrastes que se dan en el discurrir de los días, semanas, meses y años, en que la actualidad, lo mismo nos trae noticias gratificantes, como que de repente, el mundo se oscurece de unos nubarrones que no tienen nada que ver con la climatología, y sí muchísimo más, con la acción depredadora que las personas humanas, en su conjunto, periódicamente conformamos como negros nubarrones en nuestra existencia. En cualquier tiempo que uno nace a la vida, esta, ya está condicionada a las formas y actuaciones que otros seres fueron creando en una continua herencia generacional. Por tanto, la nueva vida es ajena a esas condiciones y, coma ser vivo que precisa del alimento y del calor maternal, su vida próxima, dependerá casi en exclusiva de las condiciones, situaciones y actuaciones en las que estén sus progenitores en primer lugar, luego, en las condiciones, situaciones y actuaciones en que se encuentren la diversidad de núcleos vivos y organizados que les rodeen. Esta criatura es muy sensible, precisa de protección, cuidados, alimento y mañas o saberes de los progenitores, o en todo caso, substitutos para fortalecer y desenvolver su existencia. Al mismo tiempo que es muy sensible a la calidad de la atención de sus necesidades biológicas que precisa para vivir, es también súper sensible al exterior que lo rodea como uno de los condicionantes que percibe para que pueda seguir en vida y creciendo. Es heredero de los temores y sensibilidades de sus mayores ya desde dentro del vientre de la madre, es heredero de las situaciones en las que se encuentren eses mayores, del mundo que los rodea, es heredero inconsciente del nivel de desenvolvimiento y calidad de vida en la que sus mayores estén inmersos, es heredero inconsciente de los avances sociales o en todo caso de los atrasos, es heredero inconsciente de los saberes que generación tras generación, las sociedades humanas aportan a la calidad de vida, así como también es heredero de los muchos mundos que lo atemorizan y encadenan para que no pueda ser libre y creador.
Cuando llegamos a la vida, esta, ya está hecha y condicionada por toda una suma de herencias, y por la incapacidad manifiesta, que en todo su conjunto muestra el ser humano para conseguir un mundo de respetos, de convivencias pacíficas, de desenvolvimiento continuado y efectivo, de todas las potencialidades positivas que aporta cada individuo al conjunto vivencial. Cuando llegamos a la vida, en vez de situarnos nuestros mayores en el mundo de la escuela que desenvuelva, cultive y perfeccione todos los valores y capacidades positivas que todo ser es transmisor y capaz en potencia de desenvolver, nos encontramos en un mundo de luchas, de competición, de guerras, de desenfreno de todos los instintos y valores negativos que el cuerpo animal anida en el ser humano. Cuando nacemos estamos ya presos, y son muchas las cadenas que han de condicionar la existencia de la nueva vida; no nacemos en libertad y amor, nacemos encadenados en un mundo de pasiones, de egoísmos, de mentiras, de luchas y de guerras de poderes contra poderes. Nacemos y venimos a la vida, para crear la "muerte" por el designio de las herencias que recibimos. Las capacidades inteligentes del ser humano son infinitas en potencia, mirando estas capacidades y posibilidades, desde el conjunto generacional en el que se apoya como transmisor de los saberes, pero, estas capacidades y posibilidades que pertenecen al conjunto de la especie humana de todos los tiempos, los pasados, los presentes y el futuro, vive en estado de cuarentena permanente, por la acción depredadora de los valores "animales" que anidan en el ser humano. Todo el conjunto de la creatividad, del avance tecnológico, de la suma de los saberes de generación en generación, termina siempre al servicio de los poderes elitistas temporales, que son en sí mismos, destructores de las capacidades inteligentes, y de valores positivos que anidan en el ser de cada individualidad, que no tienen la suerte de estar protegidos por fuerzas superiores, ante la simple amenaza de la existencia, de su derecho a vivir, de convivir y crear. Los poderes que se conforman, solo están al servicio del particularismo de grupos, a sueños perversos y a apuntalar fortalezas donde protegerse, para poder disfrutar del momento, de lo actual, de la materia. Ignorando por completo al resto de la sociedad humana, como entidad que es quién para exigir respeto a la vida, y respeto a las diferencias, en la convivencia y relaciones que, como personas dotadas de valores, debiéramos tener la obligación, de cumplir adecuadamente.
Para conseguir situaciones de privilegio en la lucha diaria que se conforma en multitud de pequeños poderes que, al mismo tiempo van conformando otros poderes superiores, las personas se individualizan en su ego particular, caminan como robots inteligentes, que despersonalizan el carácter de su ser "humano" que siente, que ama, que llora y que necesita de la calor de los demás, que es uno más en ese conjunto generacional humano, que esa sociedad necesita de él, de su inteligencia, de sus propios valores que puede aportar al enriquecimiento de la convivencia, y al desenvolvimiento de las capacidades humanas en su conjunto. Pero, los valores negativos del "animal humano" atrofian la inteligencia, la limitan, y solo les permite desenvolver las capacidades inteligentes y corporales, en beneficio de la sed ególatra y corrosiva, que lo convierte en un ser destructor en vez de creador. En vez de buscar la creatividad, la verdad de las cosas, el aporte inteligente al conjunto social, para que perfeccione y mejore los sistemas de vida y enseñanza, la gran mayoría, se apunta a ser soldado de los poderes establecidos, a ahogar las capacidades críticas de los análisis, en bien de los egoísmos y avaricias del momento, a individualizar la existencia como forma de defensa, en un mundo que penaliza la inocencia, la sinceridad, la alegría de vivir, de querer y amar, de ser solidario y de ser comprensivo para con causas nobles y justas. La vida que heredamos, ya nos la dan hecha con toda clase de espinas y problemas, que nos quieren obligar a desprendernos de todos nuestros valores humanos, para que pasemos a formar parte de los múltiples ejércitos, que operan en todas las clandestinidades y públicamente conocidas; a cambio: la seguridad en el respaldo corporativo, que se convertirá, a lo poco, en la "caja de pandora" del juego de intereses. La libertad queda así truncada, aprisionada, en los débitos de las prebendas obtenidas. En la práctica totalidad de todos los pueblos étnicos, de todas las culturas, de todos los estados y naciones, de los imperios que siempre se fueron conformando, la muerte y destrucción del "otro" (personas humanas), fue el emblema y consigna, para crecer y para obtener poder. Todas las inteligencias se fueron poniendo siempre, al servicio de la "muerte de lo humano", del ser igual que uno mismo, aunque en otras muy distintas condiciones. La raposería humana, los buitres humanos, las hienas humanas y demás "valores animales humanos", son ensalzados, y colocados con moldes muy bonitos y relucientes, como "Historia", y hechos valerosos destacados (o inventados) en la destrucción del "otro", se destacan como ejemplos a seguir. 
Ávila Soto, Federico
Ávila Soto, Federico


Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora


ACTUALIDAD GALICIADIGITAL
Blog de GaliciaDigital
PUBLICIDAD
HOMENAXES EGERIA
PUBLICACIONES