Una sociedad más justa

Un buen amigo, de la capital, me comentaba que no se cansaba de aconsejar a sus hijos, en edad escolar, que se preparasen académicamente en nuestro país, sin necesidad de que saliesen al extranjero, de manera involuntaria, trabajando en España y arrimar el hombro para crear otra sociedad mucho más justa que la heredada de nuestros padres y que nos lleva a un continuo circulo de crisis económica y de Valores.

Me alegra saber que aún quedan buenos profesionales que prefieren quedarse en su país para tomar parte activa en el trabajo por el futuro bienestar de sus conciudadanos, sin pensar exclusivamente en su propio interés personal. Estas son las personas que llevarán adelante el cambio que nuestro país y el resto de los 27 países de la Unión Europea necesitan, dando prioridad a los ciudadanos y al esfuerzo colectivo en contra del enriquecimiento fácil y de los usureros y especuladores sin escrúpulos.

Todos tenemos la responsabilidad de aprovechar estas próximas décadas para transformar la sociedad, cambiando ciertas estructuras arcaicas e injustas en favor de la Justicia Social y del bienestar general de la población. Los ciudadanos tenemos la última palabra y de todos nosotros dependerá la felicidad de las futuras generaciones.