Carta a Elon Musk
Timiraos, Ricardo - miércoles, 29 de enero de 2025
A D. Emilio Casariego Carballlés en gratitud por su bonhomía. In memoriam.
Respetado Señor:
Vaya por delante que lo que antecede es fruto de mi educación, y aunque nos separen muchas cosas, no por ello me voy dejar llevar por el menosprecio. Lo que si quiero decirle es que discrepo mucho de su modo de ver la vida y que le escribo con la remotísima idea de que fuese posible que pudiera leer para bien suyo y de la sociedad en que ambos vivimos.
Me cuentan los medios de comunicación que es usted un multimillonario que quiere colonizar Marte porque teme que la Tierra desaparezca como consecuencia de una Tercera Guerra Mundial y necesita un mundo alternativo.
Sepa, Sr. Musk, que, si hay una Tercera Guerra Mundial, es porque tipos como usted, quizás inconscientemente, se dedican a acumular riqueza de una manera desaforada, y quizás eticamente reprobable, y contribuyen al desequilibrio económico mundial. Sí, es posible la Tercera Guerra Mundial, pero para evitarlo, quizás fuese necesario no incrementar los riesgos. No, no son necesarios planetas alternativos, sino corregir los problemas, y sobre todo los abusos, que hay en esta Tierra que nos resulta común. Digale a sus colegas, con su poder de persuasión, que no traten de solucionar los problemas con las armas. La violencia es un instinto irracional del hombre que conviene controlar y que no aporta ningún bien a la humanidad, Si, por desgracia sabemos que existe, pero nuestros impulsos agresivos debemos dominarlos. Las armas son un invento de la irracionalidad humana, amén de una gran fuente de ingresos para los deshumanizados de la industria ad hoc. Los hombres racionales estamos dotados de una herramienta que se llama palabra y de ella debiéramos valernos para arreglar los conflictos. Y si, ciertamente es verdad que se generan muchos muchos, podríamos comprender que muchos tienen su origen en la desigualdad. Evitada esa, me atrevo a decir que viviríamos en un mundo mucho más pacífico. Observo también que sus amigos habitúan a menospreciar la reflexión y el pensamiento crítico y se agarran con todas sus fuerzas a los axiomas de una sociedad ávida de dinero. Recuerde a Escarlata O'Hara: "Juro que jamás volveré a pasar hambre". Fíjese, Sr. Musk, repare en qué podría hacer por su sustento. Es un gran ejemplo de la mentalidad norteamericana. Nos hace estremecer.
Pero en un mundo mucho más amplio que los Estados Unidos, la mentalidad crematística quizás cambie, sobre todo si se muere de inanición. El trabajo y el dinero tienen un valor distinto entre las gentes. Mucha gente de la Humanidad no tiene la avaricia de la mentalidad norteamericana. Personalmente, pienso que el dinero es una herramienta para la vida que reporta bienestar, ahora bien hay muchas más cosas en la vida que generan más felicidad. Entre ellas la solidaridad.
En cuanto a los Estados Unidos, mire usted, tiene su Historia, también oscura, y a nadie se le oculta el papel que desempeña hoy en el el mundo, pero eso no impllica que el Capitalismo sea la panacea de los sistemas. (Aclaro a los que no saben leer que no estoy defendiendo ni el Socialismo, ni Comunismo porque después me atribuyen lo que no dije). Busco un sistema ecuánime que todavía no encontré.
Pensar que el Capitalismo no sea la panacea quizás ¡nos pueda abrir alguna puerta a un sistema más igualitario. Quizás pensar un poco en ello les pueda permitir reparar los errores y corregir la prepotencia, la soberbia y la altanería que habitúan usar y que se expande por el mundo con el mismo hedor. Y prueba de ello es el desprecio hacen sus amigos de la opinión ajena cuando tratan de poner freno a tanto desatino. Me temo que una vez más algunos hombres que lo rodean traten de imponer el pensamiento único de tan infaustos recuerdos.
Los que somos aficionados a la Historia sabemos muy bien aquello de no hay que repetirla. Que hoy USA esté dirigido por un delincuente amigo suyo no quiere decir que todavía no quede gente decente. Hay personas que creemos en la moralidad y en la ética. Buena lección les dio a ustedes la Obispa de Nueva York. Pero me temo que los resortes que usa la avaricia les impida ver el árbol de la verdad en el bosque del Capitalismo salvaje. Han arrasado con la los últimos baluartes de la democracia (Ya antes sólo podían estar en el Congreso los oligarcas), y a base de dinero y con ese invento tecnológico de las redes sociales han instalado, al aparente nuevo Fhürer que se arroga la elección por Dios. ¡Tremenda osadía!
Si la ciudadanía lo acepta a pie juntillas, conviene recordar a Platón cuando decía: "El precio de la apatía hacia los asuntos públicos es ser gobernados por hombres malvados".
Y es precisamente el mismo Platón quien en la "República" les advierte: La insaciable sed de riquezas y el descuido de todo demás por el bien de obtener dinero fue la causa de la ruina de la oligarquía". Y las de ustedes, los oligarcas de las tecnológicas y multimillonarios, están avisadas por este gran filósofo.
Pero hay más. Dice un viejo refrán: "A río revuelto, ganancia de pescadores". Lo que se traduce, observando la realidad, Sr. Musk, en que resulta evidente el paralelismo entre Hitler y Trump y sabiendo cuando aparecen los caudillos:
En la Alemania de 1932, después de haber perdido la Primera Guerra Mundial, arruinada y con un paro del 43%, fragmentada políticamente, la precaria situación abocó a que un pintor de brocha gorda, sin preparación alguna, llevara al País a la Segunda Guerra Mundial. Los resultados de aquella demagogia fueron catastróficos, no sólo para ellos, sino para la Humanidad.
Hoy, Estados Unidos, arruinado hasta las cejas, con una deuda pública de 36 BILLONES de dólares, elige también otro caudillo, que además de compartir con Hitler las aspiraciones anexionistas, debe encontrar la panacea para sacarlo de la penuria.
Hubo un tiempo en que el ex-presidente Jimmy Carter les advirtió que en vez de gastar tanto en guerras y meterse a depredar donde no los llamaban, debían de aprender de China que hace cosas mucho más eficaces. Pero también todos sabemos la presión política de los grandes lobbys de la industria armamentística y las dificultades que eso entraña. Lo que nunca se han parado a pensar quizás ¿en qué beneficia a la gente las armas? Aunque conozcamos el proverbio latino: "Si quieres la paz, prepara la guerra" NUNCA LAS ARMAS SUPERÁN EL VALOR DE LAS PALABRAS.
Mire, Sr. Musk, dicen por ahí que es usted muy inteligente. No lo sé. Se lo deseo, pero no se fie de los que miden la inteligencia por dinero. Le muestro un botón: Un amigo suyo decía en la tele que usted divide a los hombres entre trabajadores y vagos. Perdóneme, pero este señor no es amigo suyo, porque tal simpleza lo deja a usted en mal lugar. Que él no desarrolle más, es aceptable, pero de los amigos no se habla mal. Sinceramente, creo que no lo dejó a usted en buen lugar.
Evidentemente, existen muchos individuos que son trabajadores y otros que no; pero el ser humano es mucho más complejo, tiene muchas facetas, lo que llamamos caras poliédricas. Unos son más dóciles porque se los esclaviza con el pan, otros son más rebeldes porque intuyen la explotación; unos son más cobardes y se callan, otros más valientes y combativos; unos son más trepas y otros son más fieles; unos son mentirosos y otros sinceros... Y hasta los hay tontos y listos, aunque sea en distintas proporciones. En fin, describirlos todos no es posible.
Lo que a mí me gustaría decirle con esta humilde carta es que, en vez de tratar de ir a Marte, viaje usted al corazón de África, a Bangladesh, a muchos otros países donde el hambre está haciendo estragos ante la indiferencia mundial y solucione sus problemas con oportunidades que corrijan esas desigualdades de las que le hablaba. ¿Se imagina la cantidad de platos de comida que podría dar usted con lo que le vale uno de sus juguetes espaciales?
Y por último, recuerde, las oligarquías económicas y el pensamiento único son dos anomalías que necesitamos corregir. Los primeros, porque son el fruto de la desigualdad que hablamos, y el segundo porque es una obviedad que a más pensadores mejores ideas.
Deseando que estas palabras le sirvan para reflexionar, reciba un cordial saludo.

Timiraos, Ricardo