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Galicia, sensaciones y vivencias a través de su música

Espiño Meilán, José Manuel - domingo, 19 de enero de 2025
Dedicado a las Plataformas de contenidos musicales, capaces de ofertar
a nuestros oídos y corazones, millones de canciones y melodías.

Conocí al grupo Xeque Mate hace varias décadas. Yo impartía clases en un centro teldense de Infantil y Primaria y mi amigo Antonio Fernández Senra, también profesor, Galicia, sensaciones y vivencias a través de su músicame hacía entrega de un CD editado por un grupo novel de folk gallego que acababa de sorprender por su virtuosismo en el festival intercéltico de Lorient.
El presente artículo es un ensayo sobre una forma de escribir musicada, un experimento literario que llevaba un tiempo dando vueltas en mi cabeza. Nada sé del resultado final del mismo, pero de algo estoy seguro, será capaz de provocarles curiosidad y una serie de emociones y encuentros con su pasado y presente musical. A mí, por su carácter marcadamente subjetivo, una cascada infinita de personales y emocionantes recuerdos.
Es un artículo para leerlo ayudado por su móvil, tablet u ordenador pues es acción indispensable acudir al repertorio musical de alguna plataforma, ya sea YouTube, Spotify o cualquier otra. La propuesta es la siguiente: les invito a escuchar primero la canción a la que hago referencia y a continuación leer el comentario escrito. Interesante propuesta, mientras leen escuchan la música que da razón al texto escrito.
Es posible que para ustedes, la lectura posterior guarde mayor o menor relación con el tema escuchado, pero piensen que para mí, sí tendrá conexión directa con las sensaciones y los recuerdos que en mí provocan dicha audición. Sea cual sea el resultado obtenido, no tiene mayor relevancia. Acaso lo más interesante sea aquello que surge y sucede en el interior de cada uno de ustedes, pues esta combinación de música y narración literaria lo vivirá cada lector, en base a sus experiencias vitales, sus emociones, su estado de ánimo y cómo no, sus recuerdos.
Inicio este divertido experimento con Xeque Mate y su Pasarrúas de Pontevedra. Música pasa relajarse, para disfrutar con sus armonías. A mí me trasporta a la ciudad orensana que baña el río Miño, a recorrerla despacio, "al galpito", a sentarme y tomar una cerveza en cualquier terraza de sus calles peatonales, bajo el encanto de la piedra, tal vez de la lluvia, y del hechizo que provocan los cascos históricos de cualquier ciudad -¡cómo no, la cerveza en mi caso no será otra que una 1906, entrañable logro de Estrella de Galicia!-, mientras escucho al grupo ahí mismo, frente a mí, desgradando sus hermosas y soberbias producciones a través de sus instrumentos de percusión, cuerda y viento.
Galicia, sensaciones y vivencias a través de su músicaSigo con Camariñas de Luar Na lubre. Su melodía me trasporta a mis tiempos en la ría de Ferrol, conviviendo durante año y medio con gentes de la mar, jóvenes pescadores forjados en los caladeros del Gran Sol donde pasaban largas temporadas, con sus cuitas, sus amores y sus ausencias. Eran tiempos de palabra y sinceridad. La convivencia me trasmitía seguridad, amistad firme, confianza y entrega. Relaja mi cuerpo esta música, sosiega mi espíritu.
La Muiñeira de Valdeferreiros de Kepa Junquera, me lleva a conocer la trompa de Fonsagrada, birimbao o arpa de boca también se llama, hermanándola Kepa con la trikitixa vasca. Sus sones me adentran en los bosques gallegos y vascos, en las tabernas perdidas en ambas tierras, en el calor entrañable y el cariño de los hogares. Prendado quedé de Kepa tras escucharle hace muchos, muchos años los CD's de su "Bilbao 00.00 h.". Más reciente, su álbum Galiza, consolidó una estima personal y musical incuestionable.
La Sansonette de Os Cempés es ritmo y melodía. Es sumergirme en un tiempo pasado ya lejano, un medievo muy particular, el mío. Cierro los ojos y escucho. Me dejo llevar por la música. Veo danzantes frente a mí. Me levanto, yo soy uno de esos danzantes.
Adios ríos, adios fontes de Amancio Prada me transporta a tiempos de mi niñez, aires de morriña y saudade me envuelven, y el corazón se encoge añorando tiempos idos que jamás volverán. Pero es a un tiempo alegría, es la hermosura de unos versos que consagran a la poetisa capaz de generarlos, Rosalía de Castro. Y es su voz la que nos lleva, la voz de Amancio, y las palabras se quedan ahí, en los rincones escondidos del alma. "Adios ríos, adios fontes, adios regatos pequeños, adios vista dos meus ollos, non sei cando nos veremos..."
Midas de Tanxugueiras es juventud a tope. Cierro los ojos y dejo que la música me devuelva a ella. Su letra revoluciona mi mente con mensajes cargados de fuerza contra el egoísmo, la avaricia, la soberbia. "E ti tes e tes, non o queres dar, pensas que o tes todo pero non tes na..." -Y tu tienes y tienes, no lo quieres dar, piensas que lo tienes todo pero no tienes nada-, y me dejo llevar por la fortaleza y pasión de sus femeninas voces, pura música.
Muller de Astarot. Silencio. Voz a capela. Sobrecoge la letra, sobrecoge la melodía. Dolor de ausencia. Emigración. Ahora se llaman migrantes a los emigrantes de aquel entonces. Ironía del destino, nuestros abuelos y nuestros padres también fueron emigrantes. Dolor acompañado por oscuros recuerdos de ausencia. Rabia e indignación por permitir tanta sangría emocional, huérfanos de cariño, de personas, de sentimientos. "¡Baleira quedou a terra...!" - ¡Vacía quedó la tierra...!
A volta da Festa. Pasacalles de Os Gaiteiros de Soutelo es alegría a raudales, es feria en el campo y aturuxos de alegría, son rosquillas insertadas en una rama de xesta. Son bailes y risas, alegría y encuentro familiar, comidas donde mi madre era el mago de Oz capaz de convertir viandas sencillas en verdadero festín de dioses. Amor y cariño. Esperanza.
A miña Rosiña de Os Hionenses es continuar la alegría y la fiesta. Me encuentro ahora tras las gaitas, los tambores y las panderetas en las romerías de Lugo y en las de Berres en Pontevedra, la casa de mis abuelos. La música no acaba, no tiene fin. Los músicos se dirigen al palco de la plaza, repartiendo alegría por el camino. Bailan las mozas en la plaza, elevan sus tazas de vino los festeiros,corretean os nenos entre todos ellos. Son fiestas patronales, esencias musicales de esta hermosa tierra.
El Pasacorredoiras de Poio, de Lume nos devuelve el sosiego. Mi deseo, ahora, es sólo escuchar. Es la música de mi gente. A lo largo de la canción, el acordeón sustituirá a la gaita para luego establecer un diálogo con ella. Alegres recuerdos.
La muiñeira de Poio, también de Lume es una muiñeira y una marcha. Escucho. Es un tema para sentirlo. Recuerdos de mi hermana niña bailando muiñeiras. Recuerdos de la vestimenta y sus colores. Negros y rojos del traje, blancos y negros de las polainas y los zapatos. Profusión de piezas azabachadas y electrizantes brillos durante el baile.
Los tambores te ponen en marcha y las gaitas surgen luego para levantar mis pies del suelo y bailar la muiñeira en una danza ancestral que eleva tus brazos y te lleva, te lleva... Déjate llevar.
Y es entonces, en un estado de ensoñación buscada, cuando vienen a mi mente recuerdos de mis primeros escarceos con la naturaleza y con el amor. ¿Cuántos años tendría entonces cuando la discografía de Fuxan os Ventos y A Roda me cautivó hasta tal punto que la reproducía sin cesar en mi primer -y único- tocadiscos?
O andar miudiño de A Roda me devuelve a las pandillas de juventud, a los bares y tabernas, a las raciones de pulpo, lacón y churrasco, a las tapas de mejillones, de carrilleras, de salpicón de marisco... Y a vino, vino Ribeiro en aquellos años tan jóvenes -era el más popular y barato, ideal para los que no llevábamos en los bolsillos más que un pequeño puñado de monedas, el que se servía en cuncas, tazas de porcelana blanca-, vino Godello y Albariño cuando íbamos de blancos, o las cuncas de Ribeiro o de Barrantes, cuando íbamos de tintos -¡cómo teñían las tazas de color rojo oscuro!. Un poco más creciditos, las copas pasaron a llenarse de vino Mencía procedente de Valdeorras, de Monterrei, de la Ribeira Sacra. Particulares y ancestrales uvas que hunden sus raíces en el pasado romano.
Miudiño de Fuxan os Ventos acompañó la despedida de mi gran amigo de la infancia. Era una despedida dolorosa, para toda una vida -aunque entonces no lo sabíamos ni lo esperábamos-, y no alcanzaron las tascas de la calle Ruanova -en aquel entonces una de las calles con mayor número de bares por metro cuadrado de toda España-, para aliviar la que presentíamos una larga ausencia.
La Marcha do Antigo Reino de Galicia de la gaitera Susana Seivane es perfecta para cerrar este círculo sentimental, para detener la montaña rusa emocional abierta, para sentir la música gallega, las melodías de una tierra tan entrañable, mi tierra, escondida tras las montañas de León y Asturias, serranías que continúan en montañosas tierras lucenses y orensanas.
Galicia abierta al mar por el Cantábrico y al océano por el Atlántico. Galicia abierta al mundo a través de sus productos y de sus gentes.
Feliz año a todos ustedes. Deseo expresarles mi deseo de Reyes que no es otro que una abierta invitación a todos los lectores que siguen estos artículos y que nunca van a olvidar.
Hagan una pausa en su discurrir diario, y dediquen unos días a visitar tan hermosa como entrañable tierra. Sé que muchos de ustedes ya lo han hecho y siempre, una y otra vez, han prometido regresar. No es de extrañar, Galicia es una tierra que atrae y que nunca les defraudará.

José Manuel Espiño Meilán, amante de los caminos y de la vida. Escritor y educador ambiental.
Espiño Meilán, José Manuel
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