La evolución del precio del petróleo es un tema de constante debate y análisis, especialmente en un contexto global donde diversos factores económicos, políticos y sociales juegan un papel clave.
Si bien el 2024 ha sido un año de transición para el crudo, las expectativas para 2025 sugieren un panorama de moderación en el
precio del petroleo brent, con algunas variables que podrían alterar esa trayectoria.
A continuación, se examinan las previsiones y factores que influirán en la evolución del precio del petróleo en el próximo año, basándonos en las tendencias actuales y las incertidumbres que persisten.
La demanda global y su impacto en los precios
Uno de los principales determinantes de los precios del petróleo es la demanda global. Durante 2024, el crecimiento de la demanda de crudo se ha visto moderado, con una desaceleración en las principales economías consumidoras de petróleo. Se prevé que esta tendencia continúe en 2025, con un crecimiento modesto en países clave como Estados Unidos, China y la eurozona.
En el caso de Estados Unidos, el crecimiento económico para 2025 se espera en torno al 2%, una desaceleración frente al 2.7% registrado en 2024. Esta reducción en la actividad económica podría traducirse en una menor demanda de petróleo, especialmente en sectores como el transporte y la industria. Por su parte, China, el mayor importador de crudo del mundo, también experimentará una desaceleración en su crecimiento, que se proyecta en un 4.1%, siete puntos menos que en el periodo anterior. La recuperación económica post-pandemia ha sido más lenta de lo esperado en la nación asiática.
En Europa, la eurozona también enfrentará un crecimiento económico moderado, con una previsión de expansión del 1%, lo que refleja la debilidad económica persistente en algunas de sus principales economías. Estos ritmos de crecimiento más bajos sugieren que el consumo de energía no experimentará una recuperación significativa en el corto plazo.
La transición energética hacia fuentes más limpias de energía es otro factor que influye de forma directa sobre la demanda de petróleo. La creciente adopción de vehículos eléctricos, el impulso de energías renovables y las políticas gubernamentales para reducir las emisiones de carbono están reduciendo gradualmente la dependencia de los combustibles fósiles.
Cómo influye el lado de la oferta
En cuanto a la oferta de petróleo, se espera que continúe la expansión, impulsada principalmente por los países productores de América, como Estados Unidos, Canadá y Guyana. Por otro lado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, conocidos como OPEP+, podrían poner fin a la
estrategia de reducir la producción, llevada a cabo con el objetivo de evitar una caída abrupta en los precios del crudo.
A lo largo de 2024, estos países han moderado su producción, lo que ha contribuido a mantener los precios dentro de un rango relativamente estable. Sin embargo, se espera empiece a normalizarse su producción en el nuevo año, especialmente entre enero y junio, lo que podría llevar a un ligero aumento en la oferta de petróleo a nivel mundial. Este ajuste, junto con la moderación en la demanda, podría equilibrar las fuerzas del mercado, y mantener así los precios dentro de una banda relativamente estable.
Factores geopolíticos
Los factores geopolíticos siempre han tenido un impacto significativo en los precios del petróleo, y las expectativas para 2025 no son diferentes. Los
conflictos en Oriente Medio, por ejemplo, pueden alterar drásticamente la oferta de crudo, especialmente si afectan a países clave productores como Irán o Arabia Saudí. En particular, la posibilidad de que Irán se vea involucrado en un conflicto a gran escala, podría desencadenar una crisis de suministro en la región. En este escenario, los precios del petróleo podrían experimentar un repunte considerable, hasta el punto de superar los 100 dólares por barril en situaciones de alta tensión.
Las decisiones de política energética en los principales países consumidores, como Estados Unidos, también pueden influir en los precios del crudo. Hay que tener en cuenta que cualquier giro en la estrategia productiva o unas posibles restricciones impuestas sobre la exportación podrían tener consecuencias directas en la oferta, lo que afecta directamente a los precios.
Perspectivas a corto plazo
En general, se espera que 2025 sea un año de moderación en los precios del petróleo, con un promedio que se sitúe alrededor de los 73 dólares por barril de Brent. Esta estimación está basada en la continua desaceleración de la demanda en las principales economías globales, junto con una oferta que, si bien crecerá, se ajustará gradualmente en respuesta a la moderación de la demanda.
Aunque el panorama no es tan incierto como en años anteriores, aún existen factores que podrían alterar el curso de los precios. La incertidumbre relacionada con la política energética de Estados Unidos, las decisiones de la OPEP+ y los conflictos geopolíticos en el Medio Oriente seguirán siendo elementos a monitorear de cerca. Además, el desarrollo de la transición energética, aunque aún en sus primeras etapas, podría tener un impacto a largo plazo sobre los patrones de consumo y la dinámica de precios.