Cuando ganamos dinero, una parte se destina constantemente a pagar diferentes impuestos, el IVA o el IRPF. Pero, ¿cómo saber todo esto y aplicarlo correctamente?
Veamos ahora los pasos básicos para llevar un presupuesto familiar.
Llevar un registro
Lo primero que hay que hacer es analizar todos los recibos y gastos. Durante un par de meses, lleva un registro de dónde viene el dinero y a qué se destina. Puedes utilizar sólo tarjetas para pagar: todas las transacciones se guardarán automáticamente en la app del banco. Si utilizas efectivo, registra tus recibos y gastos en una hoja de cálculo.
Esta es una sencilla
página web que te ayudará a hacer un cálculo preciso y rápido del impuesto del IVA y luego te lo mostrará en un bonito gráfico.
En un par de meses tendrás una imagen clara de tu situación financiera. Recuerda que es importante registrarlo todo con el mayor detalle posible para que la imagen sea lo más realista posible.
Analiza los datos
A continuación, ajusta tu presupuesto familiar. Fíjate en las áreas en las que se malgasta el dinero. ¿Quizá tiene suscripciones que no utiliza?
O, por ejemplo, gastas 200 euros al mes en café: está claro que hay que cambiar las prioridades.
A medida que analiza, también puede darse cuenta de que se ha descuidado un área. Tal vez, por ejemplo, debería gastar dinero en un chequeo médico que necesita desde hace tiempo.
Fijar objetivos
La siguiente fase de la elaboración del presupuesto familiar consiste en decidir los objetivos financieros comunes y personales y, a continuación, priorizarlos.
Discute primero el presupuesto conjunto y asigna dinero a los objetivos compartidos importantes, y haz una lista de los gastos fijos restantes.
Es importante recordar que hay que tener en cuenta los gastos personales de cada miembro de la familia por separado. Si después de destinar el dinero al ahorro y a los gastos fijos aún os queda algo de dinero, enhorabuena, podéis permitiros comprar algo que deseabais desde hace tiempo.
Haz un plan
Una vez que hayas decidido tus objetivos, calcula de forma realista cuánto dinero necesitarás para cerrar todos tus gastos fijos y empezar a ahorrar para las compras necesarias.
A continuación, examina detenidamente las formas de trabajar con un presupuesto y elige la que más te convenga: un presupuesto conjunto, mixto o dividido.
