Nos quedamos sin habitantes

Las cifras son alarmantes: las zonas de Extremadura, Galicia, Castilla y León y Asturias, empezaron a perder habitantes con el arranque de este siglo XXI, pero ya están siguiendo la misma estela Aragón, Cantabria, Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana y La Rioja. Más de 5.000 municipios pierden habitantes desde el 2001, y en la última década son más de 6.000. Se trata de un fenómeno que afecta con mayor crudeza a los pequeños municipios. Esta despoblación, en menor medida, también incide a las pequeñas ciudades y capitales: un total de 29 capitales de provincia pierden censo. A todo ello se suman además problemas tan profundos como la dispersión territorial y la baja densidad de población, que dificultan la prestación de los servicios básicos.