Son personas con derechos

Cada semana se genera una nueva polémica política. Ahora le vuelve a tocar el turno a los inmigrantes. Cada vez llegan más, tanto a España como al resto de Europa en busca de oportunidades, ya que en sus países de origen no pueden levantar cabeza y viven en la más completa miseria, principalmente los procedentes del continente africano. Algunos llegan como refugiados o en busca de asilo.

Hay que ser contundentes y realistas, señalando que la inmigración no es sinónimo de delincuencia, aunque éstos sean pobres, negros o morenos. La mayoría de los que llegan de otros países, están cuidando de nuestros padres e hijos pequeños o discapacitados, muchas veces con salarios de miseria y sin asegurar. Trabajan en nuestras fábricas, en buques de pesca o limpiando nuestras casas y las escaleras de nuestros edificios.

La mayoría de las personas inmigrantes se dedican a trabajar, para eso salen de sus países de nacimiento. Generalmente realizan sus actividades laborales en sectores que exigen muy poca preparación académica: hostelería, limpieza en general, conserveras, atención al hogar, agricultura y ganadería, etc...

Hay que dejar de criminalizar a las personas vulnerables, pobres e inmigrantes. Son personas y tienen sus derechos, como el resto de mortales. Esa es la ventaja de los países democráticos, en donde impera el Estado de Derecho y la igualdad de oportunidades. Todo lo demás son comentarios de tertulias de café.