Se piró Benedetti, un amigo...
Álvarez Prieto, Manuel - miércoles, 20 de mayo de 2009
Garúa y mate, tarde lenta
se piró Benedetti, me dijo un correo de Tacuarembó. La memoria revisó el archivo y volvió al Soro de la Plaza Libertad, año de la prehistoria, mediodía de septiembre. Yo era nuevo en Montevideo, había cruzado desde Buenos Aires y estaba trabajando en Losada, la editorial de don Gonzalo. Norberto Delprato me presentó a un escritor que comentaba libros en los diarios, Mario Benedetti, taquígrafo. A su lado estaba Emir Rodríguez Monegal, un ilustre catedrático. Diez años después, fichado yo por Benito Milla para su proyecto de Alfa Editorial, la relación con Mario ya era más cercana, Milla le editaba sus libros, La tregua y Gracias por el fuego entre otros
Luego, editora mediante, compartimos viajes a Paysandú, Salto, Rivera, Paso de los Toros
Benedetti daba conferencias y charlas sobre sus libros y los de los uruguayos de entonces. Yo le había pedido que recopilara sus notas sobre narradores y poetas y se había editado Literatura Uruguaya Siglo XX
finalmente, en el 79, cuando el exilio, fué uno de mis avales en Madrid
la contraseña para empezar de este lado
Y ayer el ciclo de estos cincuenta años desde el apretón de manos en el Soro de Montevideo, tuvo una parada
Se piró Benedetti, escribió el poeta de Tacuarembó, Nuñez Rótulo, cantautor y escriba. Y al rato fue Chichila la que mandó su correo desde la Plaza Zabala, viejo rincón patricio montevideano
Y la tarde se hizo un largo recuerdo de mis años en ese enorme pais que sobrevive, tan pequeño y culto, entre dos gigantes. La tierra orientala, como se la llama en aquellos pagos, es algo más que un pais, allí nació Gervasio Artigas, un adelantado de su tiempo, y de allí son Onetti, Martinez Moreno, Gravina, Idea Vilariño, Rama, Monegal, Jorge Medina Vidal, Alfredo Zitarrosa, Eduardo Darnauchans
todos se han pirado, como el Mario Benedetti de Paso de los Toros, el taquígrafo sin títulos universitarios, ese hombre pequeño y tímido al que no solo le editaban libros
es que además, era verdaderamente leído, no era una de esas bromas que se editan y nadie acaba la primera página
a Benedetti lo leían muchos más que los que compraban sus libros
rara avis
era un escritor, solo eso, ni más, ni menos
un escritor urugua inolvidable
de Peñarol, para más datos
Se piró Benedetti
se fue uno de esos a los que sentimos que se pire, no lo olvidaremos, no lo olvidarán
siempre habrá una anécdota, una frase, una canción que lo devuelva a la garúa y al mate
Nota: Pirarse es un giro coloquial rioplatense que significa "irse"... es más afectivo, más cercano.

Álvarez Prieto, Manuel