Siempre nace la alegría
lunes, 05 de agosto de 2024
A mis amigos y vecinos emigrantes. Siempre estáis en mis sueños.
En el País de las nubes hemos esperado que la primavera llegase vistiendo los campos de flores y regresaran a sus nidos las golondrinas de Bécquer. Y con la inevitable resignación le hemos pedido a nuestra lluvia, porque sin duda es nuestra, una tregua de reposo; porque lo poco marchita y lo mucho hastía. Y aquí se precisa que llegue el verano con su sol de playa y con sus ganas de salsa y helados. Obligado debiera ser el estío con su short y su música alegre, con su pantagruélica comida, con sus nietos ávidos de fiesta y diversión. Obligado debiera ser también el asueto para tanta gente que emigró y a la que la vida maltrató sin piedad.
Pero ahora regresan otros vecinos a los que la vida y la cruel política arrebató su lar y sus seres queridos. Y con el trajín de los besos y abrazos, con los ojos desorbitados y deslumbrados por la sorpresa, sin pedir permiso, fruto de los sueños, nace la flor de la vida, la Alegría, esa amable sonrisa que a veces ya toca. Porque la vida, tras largo invierno, aprendió a andar y caminar sin prisa ninguna cual hoja arrastrada por el río. Y la alegría es el sol que la germina.
En la maleta llegan las ilusiones y de ellas salen los mejores regalos gratis. No, el verdadero amor no tiene precio ni anda de rebajas. El otro es un sucedáneo del dinero. De rebajas van los turistas que a muchos molestan y a otros encantan. La vida da másteres de avaricia y muchos sacan excelentes notas. Otros, en cambio, dejamos la bolsa para los ávidos de la estupidez, dimitimos del postureo y aparcamos nuestro ocio para preferir la música, la danza de los niños, las verbenas del pueblo, el tiempo de los libros, la charla pausada y hasta la siesta. Y así vive en nosotros la intima satisfacción de vivir para no olvidar la necesidad.
Pero la Alegría es una preciosa niña con sus bucles rubios y sus ojitos de mar. Y su sonrisa es un despertar de cielos claros y dulce inocencia, Ella es flor y sol, mar y playa que te abraza con la ternura de su lindo corazón. Y no hay placer que la supere.
Y con tan dulce churumbel cogido de la mano, montamos en el carrusel de la esperanza, sembrando un montón de sueños. Y caminamos, sumidos en la niebla de nuestra escasa inteligencia, buscando los faros humanos que iluminen nuestra absurda vida.
Todos los días amanece y quizás algún día mi querida Alegría siga volando y bailando con tanta pasión y arte para ser luz que florezca en otros corazones. No, no es difícil amar, hay muchos corazones que lo hacen. Por eso, Alegría, sigue renaciendo cada año, sigue abrazando corazones que lo necesitan, sigue alimentando la paz y los sueños, porque las flores sois las estrellas de la vida. Y, por favor, mis queridos amigos, no penséis una vez más que me invade la tristeza, porque es mentira. A mi vida llegan muchas veces la Alegría disfrazada con mil trajes.
Timiraos, Ricardo
Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad de los
autores y no reflejan, necesariamente, los puntos de vista de la empresa editora